Por: Jorge Alejandro Suárez Saponaro. Director Diario El Minuto para Argentina
Buenos Aires (Argentina). - No obstante ello pudimos avanzar para mostrar un panorama de esta peculiar organización adaptada a la guerra no convencional en el exigente teatro de operaciones del Sahara. Este peculiar cuerpo armado, surgió como brazo armado del Frente Polisario, en mayo de 1973 formado por un puñado de guerrilleros, para luego ser una fuerza con varios millares de combatientes de primera línea. Las misiones del Ejército de Liberación Popular Saharaui o ELPS.
La Constitución de la República Saharaui establece que el Ejército, tiene como responsabilidad la salvaguardia de la independencia nacional, la defensa de la unidad nacional, la defensa de la integridad del territorio, como también de los espacios marítimos y aéreos. Las fuerzas armadas de la República Saharaui, están englobadas en el Ejército, que por ahora no tiene componente aéreo, ni marítimo. Durante la guerra de liberación, en su momento contó con un “comando naval” conformado por fuerzas especiales dedicados a golpes tipo comando con zodiacs y buzos tácticos.
Un rápido análisis nos permite inferir que el Ejército tiene como responsabilidad primaria la defensa del país frente ataques externos. Un componente del Ejército, la Gendarmería es responsable de la seguridad en caminos que unen los distintos campos de refugiados del área de Tinduf, patrulla de fronteras, lucha contra el contrabando, organizaciones criminales y contraterrorismo. Incluso en el reciente incidente de Guerguerat, diversas fuentes hablaron de que las fuerzas desplegadas, eran efectivos de la Gendarmería. La seguridad interna en los campos de refugiados y la zona liberada es responsabilidad de la Policía Nacional.
La organización de la defensa nacional
La Constitución otorga al presidente de la república el rol de “jefe de las fuerzas armadas” con funciones en materia de designación de los responsables de la conducción militar, nominar cuadros de las fuerzas armadas. El Jefe de Estado es responsable de la conducción en el nivel estratégico. En lo atinente a la inteligencia estratégica, existe una Secretaría de Documentación y Seguridad, dependiente del Presidente de la República. La ejecución de la política de defensa y seguridad del Estado, es responsabilidad del gobierno, presidido por el primer ministro. La Constitución establece que el Consejo Nacional (poder legislativo) es responsable de la ley orgánica concerniente a la seguridad nacional y que interpretamos que afecta a la organización y misiones militares. Los asuntos militares y de defensa están en manos del Ministerio de Defensa Nacional, que como hemos observado en las limitadas fuentes que pudimos acceder y sobre el estudio de la Guerra de Liberación, el ministerio y el Estado mayor general de las fuerzas armadas están perfectamente integrados. Dentro de esta estructura también se integra la Gendarmería. El cuartel general de las fuerzas militares está en Tinduf, donde también se encuentran las estructuras logísticas centrales. El Ministerio de Defensa de la República Saharaui es responsable del nivel operacional de la conducción militar.
El ejército cuenta según diversas fuentes entre 5.000 a 7.000 efectivos, otros hablan de apenas 2.000/3.000, nosotros consideramos una cifra de 5.000 efectivos como las más adecuada, que permite el funcionamiento mínimo de las unidades, provee de adiestramiento a los reclutas que por dos años realizan el servicio militar obligatorio. La República Saharaui cuenta con un eficiente sistema de movilización, donde rápidamente puede alistar hasta unos 20.000 efectivos. Las fuerzas saharauis se basan en el concepto de “ejército ciudadano” y existe una aceitada organización que permite que hombres y mujeres participen en el esfuerzo de guerra. Durante la Guerra de Liberación, los campos de refugiados estuvieron en manos de mujeres, que por cierto, reciben también formación militar, existiendo una unidad militar de combate formado por mujeres.
Las fuerzas de combate se despliegan en siete regiones militares, donde se encuentran distribuidas distintos tipos de unidades tácticas. Entendemos que las regiones militares conforman grandes unidades de combate (táctica inferior) donde acertadamente se le asignan el menor espacio de responsabilidad posible, para evitar servidumbres y ataduras territoriales. La experiencia histórica demuestra que la organización es altamente flexible, dado que en más de una ocasión la estructura de comando y control de la región militar ha estado apta para conducir eventualmente efectivos superiores, a los que normalmente le son asignados. Estas regiones desplegadas en las zonas liberadas a lo largo de los muros defensivos marroquíes y son las siguientes:
· 1ª Región Militar: Zug
· 2ª Región Militar: Tifariti (concentra las unidades más potentes)
· 3ª Región Militar: Mijek
· 4ª Región Militar: Mehaires
· 5ª Región Militar: Bir Lehlu
· 6ª Región Militar: Dougaj
· 7ª Región Militar: Agwanit
Las unidades tácticas propiamente dichas estarían conformadas, según un trabajo académico del Ministerio de Defensa español, por las siguientes:
· 3 batallones acorazados (50 T-55 y 20 T-62)
· 6 batallones mecanizados (BRDM-2 y 35 EE-9 Cascavel)
· 2 batallones de infantería motorizada/mecanizada (10 BTR-60, apoyados por 80 BM-21 equipados con morteros de 120 mm)
· 2 baterías de misiles antiaéreos SA-6 Gainful;
· compañías de comandos e ingenieros.
En esta organización no menciona la distribución de los 60 BMP 1 (¿o existen más unidades?), artillería de 130 mm, y la posible existencia de centenares de pick up y jeeps equipados con ametralladoras 12.7, 14.5 y cañones ZU 23 mm de doble propósito, además de un importante stock de misiles antiaéreos portátiles SA 7, misiles antitanque soviéticos AT 3. Muchos dicen que parte de este arsenal no es operativo. Es posible que esté almacenado para casos de movilización nacional.
Fuerza Saharaui
La formación de los oficiales y suboficiales del Ejército cuenta con sus propios centros académicos en los campos de Tinduf. Se desconoce el intercambio con otros ejércitos, algunas fuentes señalan a Cuba y Argelia, incluso hasta Sudáfrica. Si esto es así son países que tienen fuerzas armadas con largo historial operativo en acciones de guerra de guerrilla, operaciones convencionales y lucha antiterrorista.
Es el fin de la misión de la ONU y la vuelta a la guerra
Las fuerzas saharauis cuentan con un rico historial operativo, están adiestradas especialmente para operaciones de guerra de guerrilla a gran escala en el desierto, cuentan con una extensa profundidad estratégica que es el propio desierto del Sahara, que para los saharauis no tiene secretos. Existe experiencia en combate convencional, siendo hoy de carácter limitado, en atención que desde el punto de vista material, Marruecos el principal escenario de conflicto, cuenta con medios muy modernos, especialmente en materia de fuerzas blindadas / mecanizadas, además de apoyo aéreo cercano con medios de reciente adquisición.
No obstante ello, los saharauis cuentan con unidades ágiles, de rápido despliegue, poder de fuego, además de un entrenamiento y perfecta adaptación al terreno. Las unidades desde el punto de vista logístico, no requieren grandes esfuerzos para su sostén, lo que potencia su flexibilidad en su empleo. El Departamento de Estado, de los Estados Unidos, reconoció hace unos años a las fuerzas saharauis por su labor en la lucha contra el terrorismo y narcotráfico en la zona. Fuerzas con equipamiento ligero, pero sin ninguna duda con muy buena inteligencia táctica han impedido que las zonas liberadas – pobladas por unos 15.000 saharauis – se transformaran en un santuario de organizaciones como al Qaeda en el Magreb Islámico y otras entidades terroristas / yihadistas, robustecidas por el hundimiento de Libia en el caos y sus poderosos arsenales ahora en manos de decenas de milicias y grupos terroristas, agregándose los santuarios que existen en el sur de Argelia, el Norte de Malí, y el sur de Libia. Estas son amenazas ciertas para la República Saharaui. Las bien motivadas, y armadas milicias operadas por grupos terroristas, no han podido sentar bases en los campos de refugiados, ni en las zonas liberadas, lo que demuestra la existencia de un eficiente aparato de seguridad, como de respuesta militar, que gracias a su preparación esta adaptada a combatir contra elementos muy superiores a los propios.
Es por ello que el control de Guerguerat es clave para las fuerzas saharauis para controlar una estrecha franja paralela a la frontera mauritana y los muros defensivos marroquíes, llamada “Kandahar” donde la actividad ilegal se ha incrementado sustancialmente, especialmente narcotráfico y contrabando. La presencia de terroristas, poderosas organizaciones criminales, demandan contar con fuerzas altamente operativas y profundamente conocedoras del terreno, uno de los grandes secretos del éxito del ejército saharaui en estos años.
Los desafíos para el Ejército Saharaui en el siglo XXI
Las fuerzas militares son responsables de patrullar y ejercer la soberanía sobre los 90.000 km2 de las zonas liberadas, verdadera avanzada, frente a los llamados “muros defensivos”. No cabe duda que el esfuerzo disuasivo saharaui ha dado más que resultado, consecuencia de una dura guerra, que el costó al pueblo saharaui millares de víctimas. Unos cuantos millares de soldados saharauis, han logrado aferrar en la zona ocupada por Marruecos, una fuerza aproximada de 100.000 soldados, la mayor parte apostados en una cadena de puestos de vigilancia en 2.000 km de muros defensivos, además de la existencia de medios aéreos importantes. Marruecos se ha convertido en un importante importador de equipamiento militar, logrando transformar sus fuerzas navales, contando con medios de cierta proyección oceánica.
La Fuerza Aérea cuenta con modernos cazas Lockheed F16 C/D Block 60 multirrol, que junto a los aviones Dessault Mirage F1 modernizados, aviones turbohélice Texan II y los helicópteros Gazelle, forman una fuerza con un elevado nivel de precisión para operar contra blancos terrestres. Las fuerzas blindadas se han visto reforzadas por modernos tanques Abrams de origen estadounidense, que representan una superioridad manifiesta para los veteranos T55 y T62 saharauis. No obstante ello, las fuerzas marroquíes tienen serios problemas de comando y control, por empezar no cuentan con un ministerio de defensa, sino que existe una oficina que entiende en asuntos militares. Esto pone en dudas la eficacia de su accionar conjunto a nivel teatro de operaciones, pero el poder de combate convencional ha crecido constantemente en estos últimos años.
Los muros defensivos, no son infranqueables, como ponen en evidencia terroristas y criminales que lo sortean, a veces con complicidad de quienes deben vigilarlo, especialmente en área del sur. Esto pone de relieve que la estrategia marroquí es claramente defensiva, contando con una importante reserva para responder con contundencia cualquier ataque que traspase los muros. Políticamente una persecución sobre las bases saharauis ubicadas en Argelia y eventualmente en Mauritania es inaceptable, pero existe la posibilidad de que elementos infiltrados provoquen que unidades de Al Qaeda en el Magreb Islámico a la reserva estratégica del Ejército saharaui, los campos de refugiados.
Pero por otro lado, el caos que puede generar una nueva guerra, puede ser también perjudicial para Marruecos, especialmente por crear un foco donde puedan infiltrarse terroristas a su propio territorio. La crisis entre los separatistas tuareg y el gobierno de Malí abrió las puertas para el ingreso a escala de diversos grupos salafistas, que llevaron al país al caos. Marruecos no está exento de ello, como las zonas ocupadas del Sahara.
Fuerzas Armadas de Saharaui
Años de opresión, pueden ser caldo de cultivo para los extremismos, a pesar del gran esfuerzo de grupos saharauis de mantener vigente la resistencia pacífica. Recordemos que en barriadas pobres de las grandes aglomeraciones urbanas marroquíes, han sido reclutados cientos de combatientes para ISIS/Daesh, como Al Qaeda. Una guerra sería una tragedia geopolítica, que puede arrastrar a los gobiernos de Mauritania y Argelia, y sus consecuencias pueden salir del control de los actores regionales, para convertirse en un eventual campo de batalla de actores extrarregionales, con consecuencias inimaginables.
El ejemplo de Siria es evidente.
La gran fortaleza saharaui es de tipo psicológica, dado que Marruecos mantiene más de 100.000 efectivos frente a unos 5.000 efectivos o tal vez menos, apostados en las zonas liberadas. Esto es el legado de la guerra de Liberación.
Además del sólido adiestramiento, buena organización militar y profundidad estratégica. No cabe duda, que a pesar de lo reducido del Ejército saharaui, es un factor a tener en cuenta, ejerce una disuasión creíble y con modestos recursos mantiene un nivel de operatividad aceptable. Esperemos que en algún momento, podamos acceder a mejor información, sobre el historial operativo de las unidades militares, de los nombres de los comandantes que en el pasado pusieron contra las cuerdas a fuerzas diez veces superiores.
Traemos a los lectores y amigos de El Minuto un artículo que fue publicado en el sitio de la Asociación de Solidaridad Venezolana con el Sahara Occidental, dedicado al Ejército saharaui, una fuerza militar poco conocida.
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