El periodista saharaui lleva 61 días en huelga de hambre en una cárcel marroquí. La familia pide una prueba de vida de Mohamed Lamin Haddi, que cumple una condena de 25 años de cárcel. Campaña dirigida a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja pidiendo la libertad de Haddi.
Por Contramutis
La familia de Haddi y su abogada piden urgentemente, en un comunicado de 13 de marzo, una prueba de vida de Mohamed Lamin Haddi, el periodista saharaui encarcelado en Marruecos que lleva más de 60 días en huelga de hambre y del que no se tienen noticias.
Las autoridades marroquíes aseguran que goza de buena salud y no está en huelga de hambre, pero no dan prueba alguna de ello. Desde el 25 de febrero la familia no tiene noticias suyas y, además, alega que el Procurador del rey no ha respondido a la queja de la abogada Maître Ouled, de 2 de febrero, ni la dirección penitenciaria ha respondido a las peticiones para poder verle.
Ante la obstinación de Marruecos en ocultar su situación, la sociedad civil está reaccionando. No entiende que los organismos internacionales encargados de velar por los derechos humanos ignoren un hecho tan notorio, que además se está dando en un país que tiene firmados importantes acuerdos internacionales de respeto a los DDHH.
De ahí la campaña para pedir la libertad de Haddi, cuyo objetivo es dar voz a Munina, su madre, y difundir la petición urgente de que sea protegido y liberado. Munina pregunta por su hijo y pide su liberación junto a todos los presos políticos saharauis, todos ellos en prisiones marroquíes y condenados injustamente. Exige su traslado a su país, el Sáhara Occidental. Y pide solidaridad y la intervención urgente de las organizaciones internacionales de derechos humanos y del Comité Internacional de la Cruz Roja.
La campaña consta de una carta y de un video de la madre, y presenta un abanico de posibilidades, entre ellas peticiones directas a la Cruz Roja Internacional y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con un texto común precedido de un encabezamiento por cada solicitante.
También contempla acciones ante partidos políticos, instituciones públicas y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, y difusión en las redes con mensajes comunes como #LIBERTADHADDI #LIBERTADPRESOSPOLÍTICOS SAHARAUIS.
Haddi no tuvo opción
La campaña denuncia la situación de Haddi desde su detención a raíz de los acontecimientos de Gdeim Izik, su condena a 25 años, los malos tratos y su traslado fuera del territorio ocupado del Sáhara Occidental violando los convenios de Ginebra, y distanciándole de su familia.
Esta campaña está dirigida a conseguir la implicación de políticos, activistas, organizaciones solidarias y medios de comunicación.
Tras haber agotado otros intentos de protesta sin ser escuchado, Haddi consideró que la huelga de hambre era la única manera de hacerse oír. Ya no tenía nada que perder después de cerca de 4 años en aislamiento, exactamente desde el 17 de septiembre de 2017.
La ausencia de noticias suscita a la familia preocupaciones y preguntas sobre su suerte. Para verle se han desplazado desde El Aaiún hasta la cárcel de Marruecos, Tiflet2, a más de 1200 km, sin que las autoridades marroquíes les hayan permitido la visita.
La familia, sigue en Rabat y pide transparencia y justicia para Haddi.
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