El pasado 14 de abril, Elliott Abrams, John Bolton y el ex enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, participaron en un programa del Colegio de Abogados de Nueva York bajo el lema: "¿Debería el presidente Biden respaldar la decisión del ex presidente Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental?. Abrams defendió la decisión, mientras que Bolton y Ross piden que se anulara. Bolton lo hizo porque creía que era posible y debería celebrarse un referéndum para determinar el futuro del territorio. Por su parte Ross lo hizo por el daño que causará la decisión. A continuación:
La decisión de Trump fue gratuita, mal considerada y peligrosa. Hasta la fecha, ningún otro país importante, ni siquiera Francia, ha seguido su ejemplo, y por una buena razón.
Para Ross, la decisión fue desconsiderada y gratuita porque la transacción involucraba implícitamente las relaciones de Marruecos con Israel e innecesaria porque las relaciones marroquíes-israelíes son duraderas y estrechas, a pesar de que en su mayoría han estado fuera de la vista del público. No había necesidad de alegrarlos.
La decisión fue mal considerada y peligrosa porque se pensó poco o nada en sus consecuencias en tres frentes: el proceso de negociación, la región y la política estadounidense.
En cuanto al proceso de negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario establecido en 2007 para determinar el futuro estatus del Sáhara Occidental, la decisión de Trump, a menos que sea revocada, servirá para endurecer aún más las posiciones de las partes. Al hacer las negociaciones más intratables, prolongará las penurias que los saharauis están sufriendo en los campamentos de refugiados en el suroeste de Argelia, contrariamente a la afirmación de Jared Kushner de que mejorará las vidas de lo que él llamó "el pueblo del Polisario (sic)".
En cuanto a la región, dificultar las negociaciones retrasará aún más cualquier avance hacia la coordinación regional en materia de la lucha contra el terrorismo y otros temas de seguridad e integración regional en materia económica y comercial. La coordinación y la integración son esenciales para la seguridad, la estabilidad y el bienestar de los estados del norte de África y del Sahel y, por extensión, de Europa.
"En lo que respecta a la política estadounidense, la decisión de Trump contraviene una larga tradición de apoyo estadounidense a los principios de no adquisición de territorio por la fuerza y el derecho de los pueblos a determinar su propio futuro. Estos a veces han sido honrados cuando los intereses vitales de Estados Unidos han estado en juego, pero ciertamente este no es el caso respecto al Sáhara Occidental", dijo Ross.
El ex enviado de la ONU afirmó que la decisión de Trump también altera el delicado equilibrio de la posición de EE.UU en la región, al abandonar la política de relativa neutralidad y desvinculación que ha servido bien durante décadas con respecto al Sáhara Occidental. Al hacerlo, ha introducido un irritante innecesario en las relaciones de EE.UU con el principal partidario del Frente Polisario, Argelia, un país con el que EE.UU tiene importantes vínculos económicos, comerciales y de seguridad.
"Por todos estos motivos, creo que la Administración Biden debería volver a nuestra anterior posición de apoyo al proceso de negociación que ha establecido el Consejo de Seguridad sin prejuzgar sus resultados, como busca hacer la decisión de Trump", concluyó Ross.
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