📷 VÍDEO. Terrorismo de Estado; Marruecos bombardeó a niños y mujeres saharauis.



REPORTAJE | Redacción ECS español.

Desde el 18 al 23 de febrero de 1976, en plena guerra del Sáhara (1975-1991), cazas marroquíes y apoyados por Francia, entraron en el campamento de Um Draiga y bombardearon con napalm y fósforo blanco a miles de saharauis, entre ellos mujeres, niños y ancianos.

No existe cifra consensuada sobre el número de víctimas. El Polisario estimó en 2.000 las muertes, los marroquíes dijeron que la cifra oscilaba entre 700 y 800; aunque por otro lado, los supervivientes elevaron la cifra a 2500.

 En lo que sí están de acuerdo, es que hubo una salvaje e indiscriminada matanza perpetrada por Hassán II a connivencia de Juan Carlos I y apoyado por la aviación francesa.

'Poco o casi nada han difundido las agencias internacionales, se ha publicado en la prensa internacional y menos aún en la española. Aunque las masacres se repiten, no son las que interesan políticamente a ciertos grupos, porque se trata de los saharauis''. 

Durante la huida de la población saharaui del Sáhara Occidental tras el abandono español y la invasión marroquí, el ejército marroquí y delante de los ojos del ejército de España, perpetró uno de los más grandes genocidios de la década, al asesinar a gran parte de la población huida. Al final, más de 2.000 saharauis fueron asesinados mediante el bombardeo masivo con fósforo blanco y napalm, la ejecución o el maltrato y el hambre deliberado.

Esta larga marcha, que para muchos saharauis fue el camino hacia la muerte, era acompañada con bombardeos de aviones franceses y marroquíes, de violaciones, torturas y robo de lo poco que llevaban consigo los refugiados. Los pocos que lograron sobrevivir, fueron trasladados a distintos puntos de la Hamada argelina, en uno de los lugares más inhóspitos del planeta, donde el hambre y las epidemias hicieron su parte.

La mortandad infantil se disparó de forma aparatosa.

Los hechos descritos fueron encuadrados dentro del concepto de ''GENOCIDIO''. Este término fue creado por Raphael Lemkin y aplicado por primera vez durante los juicios de Nuremberg contra los principales responsables del crimen contra los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial.

El Genocidio de Um Draiga, Sáhara Occidental:

En los días 18, 20 y 23 de febrero de 1976, la aviación marroquí bombardeó el campamento de ''Um Draiga'' con fósforo blanco y napalm, armas que queman la piel y llegan a deshacer la carne y los huesos. El resultado fue de entre 2.000 y 3.000 muertos. Entre ellos niños, mujeres y ancianos quemados y descompuestos por los bombardeos que querían borrar del mapa a la población saharaui en una limpieza étnica. Además, hubo más de 300 heridos. Los saharauis que fueron víctimas de este brutal atentado estaban huyendo de las tropas marroquíes hacia Argelia, quien se ofreció a acogerlo. La matanza se produjo al siguiente día de la entrada del ejército de Marruecos a El Aaiún. 

La aviación marroquí bombardeó esa región y durante la noche alumbró con bengalas para permitir la masacre.

"A mediodía, sobre las 11:00 hora local del 18 de febrero de 1976, los habitantes del campamento escucharon las cazas marroquíes. Algunos comenzaron a huir.''

Casi todas las víctimas de la guerra viven en Dajla, uno de los cinco campamentos de refugiados situados en la Hamada argelina, tras el inicio de la invasión militar marroquí. 

“Los bombardeos dejaron familias enteras exterminadas. Los supervivientes quedaron aterrorizados.''

Según los testimonios de los pocos supervivientes, los bombardeos duraron 48 horas, regresando los cazas en varias ocasiones al campamento de 
''Um Draiga''. 

 para continuar con la masacre. Más allá de todas las barbaridades y atrocidades que el ejército de Marruecos perpetró en el Sáhara Occidental, el fósforo y el napalm eran además armas prohibidas en el ámbito del derecho internacional.

Las operaciones contra la población civil saharaui continuaron hasta finales de marzo de 1976, cuando Argelia abrió sus fronteras para acoger a los saharauis huyendo de los bombardeos. El Frente Polisario (Frente Popular de la Liberación de Saguia Al Hamra y Río de Oro) y la Media Luna Argelina se emplearon a fondo para trasladar a la población diezmada y traumatizada hacia la región de la Hamada en Tinduf donde permanecen hasta el momento. Lo que en principio pareció el inicio de una época de paz, basada en la igualdad de derechos, poco a poco se fue transformando en el período más oscuro de la historia del Sáhara Occidental.

Del 23 al 24 de marzo de 1976 fueron detenidos, deportados y asesinados unos 650 ciudadanos saharauis de El Aaiún y Smara. A partir de entonces, se dio la orden de impedir la salida de la población civil.

El mismo esquema de arresto y asesinato de los miembros del Frente Polisario y de los hombres mayores de 15 años, así como el resto de la población saharaui, mujeres, ancianos y niños se repitió en todas las localidades saharauis.

Una joven saharaui, Mariam Mohamed Salem, testigo de los hechos, relató años después: “Por donde pasaban los tanques y los soldados marroquíes, muchos de ellos drogados con hachís, cometieron asesinatos en masa; muchas madres y niños saharauis fueron asesinados simplemente por no decir ¡Viva el rey Hassan II de Marruecos! (…) Obligaban a que todas las casas fueran adornadas con la bandera marroquí y la fotografía del Rey de Marruecos; si no se hacía, se llevaban a la familia entera a la cárcel (…) En la cárcel, las mujeres fueron dejadas a merced de los soldados marroquíes (…). La violación era regla general (…) yo estuve cuatro días detenida por sospechosa de ser miembro del Frente Polisario junto con otras treinta chicas estudiantes. Muchos de los encarcelados o detenidos nunca volvieron”.

Los niños fueron el grupo más perjudicado.

Hasan II de Marruecos y el que era entonces rey de España, comprendieron que borrando del mapa a la poca población saharaui, se acabaría con el problema.

El genocidio del Sáhara Occidental: Más de 2.000 muertos en 24 horas.

La retirada de las tropas españolas del Sáhara Occidental fueron la llama que encendieron el terror y las matanzas debido a los masivos bombardeos de la aviación marroquí, días después de la retirada española y la entrega del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania. Con esta masacre daba comienzo, hace justo 40 años uno los episodios más aberrantes, sanguinarios y atroces de la historia reciente: el genocidio de Um Draiga.

Fue tal la ola de violencia que se desató en el país africano el día 18 de febrero de 1976 que, durante tres días, fueron asesinados entre 2.000 y 3.000 saharauis (Nómadas que huían de los bombardeos marroquíes), provocando, además de más de cien mil refugiados según los datos oficiales. Los colonos marroquíes, agredieron, torturaron y aniquilaron de manera sistemática a los saharauis con un objetivo claro: exterminarlos. Una limpieza étnica.

El genocidio que se inició en febrero de 1976 contra la población saharaui fue seguido y visto por España, sin hacer nada para evitar la matanza, a través de sus militares que quedaban ahí, dejando imágenes tan dantescas como difíciles de olvidar. Según las organizaciones internacionales, en los dos días siguientes de la invasión de los colonos marroquíes, más de 2.000 saharauis fueron ejecutados solo en Um Draiga y Smara. 

Dimensiones jurídicas.

El genocidio que se produjo en Um Draiga en 1976, y que como recordarán costó la vida a más de 2.000 de personas, está siendo investigado en España. En efecto, una juez de ese país instruye una causa para determinar la responsabilidad de Marruecos en la tamaña matanza.

Es sabida que la implicación del ejército español en su ex-colonia es constante y permanente; la extracción de materias primas es imprescindible para mantener el status quo marroquí/español, pero la acusación de asesinatos y violaciones cometidas por el ejército de Marruecos, parece excesivo para la justicia de ese país.

A todas estas investigaciones hay que añadir la misteriosa muerte de Idris Basri, un ex ministro marroquí, acusado de asesinar miles de saharauis.

La Audiencia Nacional española admitió el 14 de septiembre de 2006 a trámite la denuncia presentada contra Marruecos por un delito de «genocidio» en el Sáhara Occidental.

El juez Baltasar Garzón se ha declarado competente para abrir las investigaciones contra trece altos cargos marroquíes. El juez ha pedido además que se informe a los denunciados por medio de una comisión rogatoria y quiere saber si los hechos están siendo investigados en Marruecos.

Cabe recordar que algunos de los denunciados, fueron condecorados en España por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en enero de 2005 con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica junto a otras autoridades marroquíes implicadas en la matanza.

Es una vía de investigación de todos los abusos que se están cometiendo desde 1975 en la ex colonia española. La querella ha sido admitida, pero una fuente judicial española que prefiere mantener su anonimato comenta que la querella fue obstaculizada y no debe seguir adelante.

Siete años más tarde, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, ha propuesto juzgar a once altos cargos militares marroquíes a los que imputa, entre otros, un delito de genocidio por los crímenes que se cometieron contra refugiados del Sáhara Occidental entre los años 1975 y 1992. La causa, que fue abierta por el juez Baltasar Garzón en 2007 en virtud de una querella presentada por la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), investiga asesinatos, bombardeos de campamentos y torturas cometidos por las fuerzas marroquíes entre el 6 de noviembre de 1975 y el 7 de octubre de 1991.

El auto señala que las acciones de los procesados tenían como única finalidad "destruir" a la población saharaui "mediante el asesinato, las desapariciones forzadas o la reclusión durante grandes periodos de tiempo". "Existe, por tanto, una finalidad de destrucción biológica de tales personas como tales y simplemente por su origen étnico, que se manifiesta a lo largo de las declaraciones de los testigos, que narran las referencias de los funcionarios marroquíes a la necesidad de acabar con los saharauis".

Las detenciones no han sido llevadas a cabo por el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil española, que lo podía haber hecho y puede hacerlo en colaboración con otras Unidades del Cuerpo, la Oficina Central Nacional de INTERPOL en Marruecos y la Consejería de Interior de la Embajada española en Rabat.

Las autoridades judiciales españolas no emitieron una orden internacional de búsqueda y detención para los cargos marroquíes y el juez Ruz fue destituido por el juez José de la Mata y este inmediatamente imputó al Secretario General del Frente Polisario, el presidente de la RASD, por retener en contra de su voluntad a la población saharaui refugiada en el suroeste del Argelia.

España abandonó el Sáhara Occidental en febrero de 1976, cuando la Marcha Verde orquestada por el rey Hasan II había situado ya al grueso del Ejército de Marruecos y a varios cientos de miles de ciudadanos en la ex colonia. España no hizo nada y abandonó a los saharauis en medio de la nada. 

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