La hospitalización del Presidente saharaui en España se filtró a través de un teléfono argelino infectado con el software espía Pegasus.

El último viaje del presidente Brahim Ghali desde Argelia a España fue descubierto gracias al programa de espionaje israelí Pegasus. El viaje de Salem Labsir al hospital de Logroño para acompañar a Ghali también fue descubierto a través del malware Pegasus.

Sidi Maatala.

ECS. Madrid. | Una de las ramificaciones del software espía Pegasus tiene que ver con España y específicamente con la estancia en abril del presidente saharaui, Brahim Ghali, en un hospital de Logroño (La Rioja) para tratarse de Covid-19. El Secretario General del Frente Polisario fue trasladado en un avión oficial del gobierno argelino hasta el aeropuerto de Zaragoza para ser ingresado posteriormente en el hospital de San Pedro de Logroño para tratarse. Dos días después de su llegada, Marruecos desveló la noticia que fue desmentida por el consejero de la presidencia saharaui, Bachir Mustafá Sayed, y horas después confirmada por España, quien alegó asuntos "estrictamente humanitarios". 

El servicio secreto marroquí seleccionó los números de teléfono (todos de compañías de telefonía argelinas) de muchos funcionarios del Frente Polisario entre los años 2017 y 2019 según Amnistía Internacional. La inteligencia marroquí comenzó con el actual presidente de la República Saharaui, que en abril de 2021 viajó a España para tratarse de una infección por Covid-19. Tres días después de su entrada a territorio español, Marruecos protestó ante Madrid iniciando una crisis diplomática entre los dos países. 

Según información obtenida por Forbidden Stories y sus socios, así como por MEE, muchos otros abogados, activistas, políticos o diplomáticos -tanto en Europa como en África- fueron atacados por su apoyo a la causa saharaui. También fueron espiados representantes del Frente Polisario en Europa y África.

- Repercusiones del espionaje de Pegasus:

1. Sin duda, todos los teléfonos de los funcionarios saharauis y dirigentes del Frente Polisario fueron espiados por el software israelí Pegasus. Desde altos funcionarios hasta jefes de divisiones o representantes de la sociedad civil y periodistas saharauis.

2. Por supuesto, también se espió todo el aparato de seguridad y documentación de la RASD (Inteligencia saharaui).

3. El cuerpo diplomático saharaui, bajo el microscopio del espionaje marroquí.

4. El último viaje del presidente Brahim Ghali desde Argelia a España fue descubierto gracias al programa de NSO: Pegasus. El viaje de Salem Labsir al hospital de Logroño para acompañar a Ghali también fue descubierto a través del mismo programa.

Al parecer, según revelaciones, el régimen de Marruecos podría haber tenido acceso a la información del ingreso de Ghali en España gracias a la infiltración de un agente de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), la agencia de contrainteligencia marroquí dirigida por el amigo de infancia del rey, Yassine Mansouri. Hoy en día, a la luz de este asunto, es más que probable que la información proceda realmente de un teléfono infectado por Pegasus de uno de los hombres de confianza de Brahim Ghali.

El software israelí atribuido y contratado por la inteligencia marroquí, hace posible espiar a los teléfonos inteligentes gracias al software de vigilancia cibernética Pegasus diseñado por la compañía israelí NSO-Group, el mismo que explotó una falla en la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp para tomar el control de los teléfonos móviles. Según un reciente estudio publicado la semana pasada, se han encontrado pruebas de que Pegasus ha sido usado en más de 50 países del mundo.

Este tipo de 'malware' comercial despierta algo más que recelos entre expertos de seguridad, activistas, políticos y en cualquier persona al que le preocupe la privacidad o integridad de sus datos. ''Pese a que es muy costoso, un gobierno podría espiar a sus ciudadanos usando Pegasus.''

Tanto la empresa como Marruecos se enfrentan a varias demandas judiciales por el 'malware' que han utilizado contra más de 50.000 personas, aunque NSO-Group se defiende alegando que no es responsable del mal uso que hagan de la herramienta sus clientes, normalmente gobiernos que pagan millones de dólares por licencia.

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