La acción política del régimen Marroquí durante los últimos diez meses ha sido marcada por el despropósito, el infantilismo, el nerviosismo y la política de los golpes de efecto desordenados.
Por Mah Iahdih Nan /ECS
Madrid (ECS). - En todos los conflictos internacionales existen momentos cruciales que marcan el devenir de cada conflicto, independientemente de que lado está la justicia y la razón. El conflicto Saharaui, a pesar de ser uno de los más largos, no es una excepción y no sólo ha tenido su momento crucial, sino que ha tenido varios momentos cruciales que podían haber marcado el futuro del Sáhara Occidental.
Sin embargo, da la casualidad de que cada vez que se ha presentado uno de esos momentos cruciales paralelamente y de forma voluntaria o involuntaria se han presentado otras circunstancias que han impedido u obstaculizado la materialización de esos cruciales momentos.
Intentaremos repasar algunos de los momentos cruciales más importantes, que debieron facilitar la solución del conflicto Saharaui:
- La Batalla de Ouarkziz, donde Marruecos echó toda la carne en el asador, trajo a sus mejores generales, a más de 7.000 hombres incluido la famosa columna de Zallagha y un batallón de Saharauis traidores, enfrente tenían a varias unidades del ejército Saharaui, que no llegan a los 2.000 combatientes que hicieron trizas a todo un ejército clásico fuertemente armado y equipado y lo mantuvieron aislado e incomunicado muchos días, lo que obligó al dictador Hassan II a acudir a varios aliados de los Saharauis, para interceder por una tregua o al menos aprovisionar a sus tropas de víveres. La batalla de Ouarkziz fue la nota detonante para que el Dictador Hassan II aceptara meses después en la cumbre de la OUA en Nairobi, la celebración del Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, lo que confirma por enésima vez que el régimen marroquí solo entiende el lenguaje de la fuerza.
- La batalla de Gueltet Zemour, esta batalla que constituyó una de las grandes derrota del ejército marroquí en el Sáhara Occidental, en la que perdió más de tres mil hombre y todo su equipamiento militar incluidos 5 aviones y que obligó al dictador Hassan II a convocar una rueda de prensa a las tres de la madrugada para inventar y denunciar la intervención de argelinos, cubanos, yugoslavos, libios, alemanes y coreanos. Al despertarse el día siguiente y enfrentarse a la realidad de los hechos de que los únicos extranjeros que había en Guelta eran los más de 3.000 soldados marroquíes que perdieron su vida en esa batalla, no tuvo más remedio que empezar a realizar gestiones con sus aliados en especial su padrino (Francia) para liquidar la guerra del Sáhara Occidental. Según contaron recientemente personas próximas y del entorno del dictador Hassan II, que después de la batalla de Guelta estaba dispuesto a cualquier solución en el Sáhara Occidental, incluso la retirada inmediata, pero una vez más fueron los Franceses los que salieron en auxilio del régimen marroquí, endurecieron sus posturas, y le impidieron optar por cualquier salida que no sea la ocupación, a cambio le ofrecieron ingentes cantidades de dinero y de equipos militares. Francia a principios de los ochenta lanzó una campaña que consistía en una recolecta de dinero para salvar al régimen Alaoui. En la recolecta participaron, Estados Unidos, Israel y todos los países del Golfo incluido el dictador Sadam Hossein que aportó 15.000 millones de dólares
- El otro momento importante y crucial `por el que atravesó el conflicto Saharaui, fue la mezcla de la profunda crisis socioeconómica que se vivió en Marruecos a finales de los años ochenta, con la etapa de la guerra del Sahara en la que el ejército Saharaui descifró las formas y técnicas de penetración en el muro Marroquí convirtiéndolo en el muro de la muerte de los soldados marroquíes y sus oficiales, a finales de los ochenta el Ejército Marroquí se vio obligado a retirar del muro los vehículos, quitarles los neumáticos o vaciar sus depósitos de combustible para que sus soldados no puedan huir al sonar los primeros disparos. La mezcla de estas dos circunstancias llevaron una vez más al tramposo Hassan II a aceptar otra vez el Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, esta vez bajo los auspicios de las Naciones Unidas y de la OUA, e incluso entabló negociaciones directas en su palacio con el Frente Polisario. El tiempo demostró que era una emboscada que el Dictador Hassan II tendió al pueblo Saharaui y a los organismos internacionales, para ganar tiempo y salir de la crítica e insostenible situación política, económica y militar que atravesaba su régimen. Finalmente resultó ser otra oportunidad perdida para llevar la justicia al pueblo Saharaui.
- El siguiente momento crucial resultó ser cuando Marruecos decidió que la carrera propagandística Francesa el Rally París Dakar, el año 2000 pasara por el territorio del Sahara Occidental, fue un momento de tensión extrema, en el que el Frente Polisario advirtió a Marruecos, a las Naciones Unidas y a los organizadores que si la carrera atravesaba territorio Saharaui la vuelta a las armas sería un hecho. Finalmente el Frente Polisario, por la mediación de algunos aliados no cumplió su advertencia y Marruecos una vez más, se salió con las suyas. La realidad es que si el Frente Polisario hubiese cumplido sus advertencias de volver a las armas los Saharauis se hubieran ahorrado 20 años de un proceso de paz trampa.
- El último gran momento, que puede ser crucial para la solución de la descolonización del Sáhara Occidental, es justo el momento actual, marcado por la vuelta a la guerra, una crisis galopante en la economía marroquí, y una crisis política que ha llevado al régimen marroquí al enfrentarse con todos sus vecinos y aliados y recurrir a alianzas diabólicas y contranaturales como su pacto con Israel. El 13 de Noviembre y no el 10 de diciembre de 2020, es la fecha que marca el crucial momento actual, que los Saharauis deberían aprovechar para de una vez por todas acabar con medio siglo de sufrimiento y sacrificio. La vuelta a las armas cogió por sorpresa al régimen marroquí, creía que sólo era otra amenaza que no se consumaría. Desde ese mismo día 13 de Noviembre la política, las acciones, las actitudes, los pronunciamientos, las decisiones, las posturas, las declaraciones, los comunicados, los informes y las relaciones del régimen Marroquí se han caracterizado por una aguda esquizofrenia, con comportamientos típicos de un diagnóstico donde predomina el delirio, la inseguridad, el desorden, el caos y la confusión.
Es difícil hacer un recorrido o contabilizar las posturas, conflictos, desaciertos o afrentas del régimen feudal marroquí en los últimos diez meses, las que siguen son algunas de las erráticas decisiones que ha tomado el Majzen Marroqui en los últimos meses: amenazas a Alemania, amenazas a España, interrupción de relaciones con la embajada de Alemania, ruptura de relaciones con Alemania, llamada a consulta de su embajadora en Alemania, vuelta de la misma sin previo aviso. Envío de más de 20 mil inmigrantes a Canarias, interrupción de relaciones con España, llamada a consulta de su embajadora en España, organización y envío de más de 10 mil inmigrantes a Ceuta incluidos más de tres mil menores, amenazas e insultos a países presuntamente aliados (Alemania y España), amenazas a Argelia con declaraciones inamistosas, incitación y apoyo a organizaciones terroristas en Argelia, conflictos y amenazas a Mauritania que estuvieron a punto de provocar enfrentamientos bélicos, declaraciones injuriosas contra la República de Sudáfrica, el escándalo de la venta ilegal de armas marroquíes a una de las partes enfrentadas en el conflicto Libio y lo más grave el escándalo de las escuchas ilegales masivas a activistas de DDHH, periodistas, políticos e incluso autoridades de los países vecinos como Argelia, la RASD o aliados como Francia donde las escuchas abarcaban a todo el Gobierno incluido su presidente Macron.
En definitiva, la acción política del régimen Marroquí durante los últimos diez meses ha sido marcada por el despropósito, el infantilismo, el nerviosismo y la política de los golpes de efecto desordenados, fuera de tiempo, de lugar y de circunstancias. Lo que quedo reflejado en casi todas sus decisiones. Lo que hoy es blanco al día siguiente es negro, hoy retiran al embajador y unos meses después sin dar ninguna explicación el embajador vuelve a su sitio, hoy abren las fronteras para que entren más de diez mil personas y al día siguiente aceptan su repatriación, hoy interrumpen las relaciones diplomáticas retirando la embajadora y acusando a España de desleal, de conspirar contra los intereses sagrados de Marruecos y de instrumentalizar el conflicto entre ambos. Ahora cuando fracasaron todas las artimañas, presiones y chantajes sin ton ni son, sin que medie ningún gesto ni acuerdo, ni intervención el Rey Mohamed VI pronuncia un discurso, sacado de la chistera, alabando a España, ensalzando las relaciones y anunciando una “nueva etapa inédita caracterizada por la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos”. Mohamed VI, con estas declaraciones falsas y forzadas, pretende tomar a España y al Gobierno Español por tontos. Alguien en su sano juicio puede creer que un país que ayer recogía a los niños con autobuses en las calles y en las puertas de los colegios para lanzarlos al mar, tres meses después, está capacitado para hablar de responsabilidad, transparencia, confianza y compromiso?. Sinceramente –NO. Que ha ocurrido desde mayo hasta hoy, para convertir a Marruecos en un régimen en el que se pueda confiar? NADA, acaso la transparencia, confianza, compromiso y responsabilidad son virtudes que se cultivan y se cosechan en tres meses como los tomates de invernaderos?.Todas estas virtudes pronunciadas por un Rey de un régimen que se caracteriza justo por lo contrario; el uso sistemático del chantaje, la presión y la intimidación, características que lo convierten en un régimen irresponsable, oscuro, sin escrúpulos, y causante de infinidad de conflicto a sus vecinos. No son más que masajes que persiguen concretar los objetivos que no se alcanzaron por la vía de la fuerza de la presión y el chantaje.
Todas estas actitudes demuestran la histeria y la perturbación que se han adueñado de toda la acción del régimen marroquí. Que antaño camuflaba y disimulaba sus decisiones, para presentarlas como actitudes coherentes y responsables, pero esta vez se ha visto superado por los acontecimientos (especialmente la vuelta a la guerra) y ha perdido los papeles, lo que le llevó a cometer errores de bulto garrafales, que lo han dejado al descubierto y lo han obligado a llevar la política de dar palos de ciego.
En el plano militar, las cosas van de mal en peor, aunque haya recibido ayuda y asesoramiento de las monarquías medievales del golfo y de Israel, la situación de su ejército es caótica; la desmoralización de los soldados es total, sus condiciones logísticas son pésimas, se ven obligados a robar el ganado de los nómadas para alimentarse. Su disposición para el combate es nula, y son presa de los ataques sorpresa de los combatientes Saharauis, las deserciones y abandonos son tan numerosas que el Majzen se ha visto obligado a poner puestos de vigilancia de la gendarmería a lo largo de todo el muro para detener e impedir la sangría de deserciones. En las avalanchas de inmigrantes que llegaron a Canarias y Ceuta se encontraba un número significativo de soldados desertores del ejército Marroquí.
Para los Saharauis, que aunque su situación tampoco pasa por los mejores momentos, la voluntad, las ganas y los sentimientos siempre se han impuesto a las dificultades más extremas. No habrá muchas más oportunidades como esta, por lo que el momento exige esfuerzos suplementarios en diferentes ámbitos para reforzar el estrangulamiento que padece en la actualidad el régimen feudal marroquí; se debe reforzar la acción judicial en todas las instancias internacionales, reforzar la estructura y la acción militar, reforzar las acciones en el ámbito de las relaciones políticas internacionales y reforzar las exigencias a los organismos internacionales para el cumplimiento de la legalidad y el derecho internacional.
0 Comentarios