Marruecos, el trilero de la “Mesa redonda”.


Marruecos cegado por su falta de razón y sus ansias expansionistas, siempre ha intentado implicar a Argelia en el conflicto del Sáhara Occidental.

Por Mah Iahdih Nan /ECS 

Madrid (ECS). - Con gran acierto y clarividencia, Argelia ha decidido no participar en el formato de la mesa redonda, escogido de forma torticera como mecanismo para solucionar la descolonización del Sáhara Occidental. 

La decisión argelina, entre otras cosas, pretende esclarecer las diferentes posiciones y colocar sobre la mesa las verdaderas intenciones, estrategias y maniobras del régimen marroquí, cuyo objetivo es implicar al estado argelino en un claro y evidente proceso de descolonización, para convertirlo en un conflicto bilateral.

Marruecos cegado por su falta de razón y sus ansias expansionistas, desde el inicio del conflicto en su política de huida hacia delante, y de negación de la realidad de la situación, siempre ha intentado implicar a Argelia como parte responsable y creadora del conflicto, por el hecho de salvar de una masacre a los Refugiados saharauis acogiéndolos en su territorio y  apoyando al pueblo saharaui en su lucha por erradicar el colonialismo en África, como ha hecho con todos los movimientos de liberación de los pueblos colonizados como; la OLP, SWAPO, ANC, FRELIMO, MPLA, PAIGC  etc etc.

Sin embargo, el Régimen Marroquí siempre ha utilizado estas falsas e inventadas acusaciones contra Argelia, en el marco de su retórica y propaganda de consumo interno. Hasta que decidió renunciar a sus compromisos y responsabilidades internacionales contraídas con la firma del Plan de Paz del año 1991. Desde el momento que toma la decisión de renunciar a cumplir con su compromiso de propiciar la celebración del Referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, a principios de la década de los 2000, el régimen marroquí decide incorporar a su discurso oficial la falacia de que Argelia es su verdadera contraparte en el conflicto saharaui, como coartada para no cumplir sus obligaciones con los organismos internacionales y crear una cortina de humo, cuyo objetivo es deslegitimar y ningunear la justa lucha del pueblo saharaui y presentar a Argelia como el monstruo que provoca todos los males de la dictadura feudal alauita.  

Desde entonces, convertir a Argelia en parte en este conflicto se ha transformado en una obsesión enfermiza para la dictadura marroquí. Para lo cual contó en el seno del Consejo de Seguridad con la inestimable cooperación de su protector el estado Francés. De aquí nace el escenario artificial llamado “Mesa redonda” que no es más, que una emboscada que el majzen le tendió al Frente Polisario y  Argelia, que inconcebiblemente cayeron en la trampa, sin reparar en los habituales enredos del majzen marroquí. Quizás, una vez más, empujados por ese afán de solucionar de una vez por todas la descolonización de la última colonia de África, aceptaron sentarse en la mesa con un trilero.  

El equivalente a esta estrategia de serpenteo que practica el Majzen marroquí, es como si el Frente Polisario, dijese que no se sentaba en la mesa de negociación sin la presencia de los países del Golfo, Francia e Israel al ser estos los principales financiadores de la primera y la actual guerra en el Sahara; entre estos países a lo largo de los 16 años que duró la primera guerra, concedieron  a Marruecos en dinero, material bélico y asesoramiento, más de cincuenta mil millones de dólares.

Por lo tanto según la lógica Marroquí, al ser Argelia el principal apoyo del pueblo Saharaui debería sentarse en la mesa de negociación. Entonces el Frente Polisario está en su derecho de reclamar que participen en esa mesa estos países que sostienen al régimen marroquí.

El rechazo frontal que acaba de anunciar el representante argelino, para los asuntos del Sahara Occidental y el Magreb, El Sr. Amar Belani, a la participación de su país en el desvirtuado y artificioso formato de “Mesa redonda”, deja al descubierto una vez más, las artimañas y trucos típicos del modus operandi del Majzen marroquí, basados en el engaño, la manipulación y la dilatación de los hechos

En el fondo, Marruecos sabe perfectamente que no hay ni habrá solución al conflicto, sin el consentimiento del pueblo saharaui, porque así lo exige la naturaleza jurídica y legal del Territorio, y que esa solución pasa inexorablemente por sentarse vis a vis con el Frente Polisario, único actor reconocido internacionalmente como representante de los legítimos derechos del pueblo Saharaui. Todo lo demás son estratagemas que el Majzen utiliza para ganar tiempo, perpetuar y llevar el conflicto a la política de los hechos consumados, pero que nunca legalizará su ocupación del Sahara Occidental. Así mismo, sabe que Argelia respetará siempre las decisiones que adopten los representantes saharauis y es la primera interesada en acabar con los últimos vestigios del colonialismo en África, principio incrustado en el ADN del Estado Argelino, desde su surgimiento.

El consejo de Seguridad y las potencias que lo dirigen deben tomar en serio las advertencias de Amar Belani, en cuanto a la gravedad de la evolución del conflicto en el Sahara Occidental, porque, lo que hace una año era una relativa paz, hoy es una guerra, que pueden darle el nombre y la categoría que quieran, pero es al fin y al cabo una guerra. Pero si no se toman medidas drásticas, dentro de un año será una guerra total, que afectará a toda la zona y repercutirá en primera instancia en los intereses de esas potencias que hoy, no se toman en serio esas advertencias.

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