Marruecos, al atacar por sorpresa a los ciudadanos saharauis de El Guerguerat el pasado 13 de noviembre de 2020, venció forzosamente ya que los expulsó violentamente, sin embargo, táctica y estratégicamente perdió por no haber calibrado correctamente las consecuencias que se derivarían de traspasar la zona de amortiguación.
Mohamed Salem Abdelhay. ECSaharaui.
Tras los recientes hechos y declaraciones continuas, es evidente que la agresión de El Guerguerat supuso un antes y un después en el conflicto saharaui, así como también ha sido una auto-agresión al propio régimen marroquí. Por otro lado, la ola de unidad y solidaridad saharaui desatada traspasa las fronteras del Sáhara Occidental. El pueblo saharaui que se manifestó en El Guerguerat bloqueando el paso de mercancías ilegales presionó hasta que Marruecos cayó en la audaz trampa, de modo que se delató ante la propia MINURSO y la comunidad internacional, produciendo esto dos efectos completamente opuestos; por un lado reactiva en contra de su beneficio el interés de la ONU en solucionar el conflicto y constatando por otro lado; la violación del alto el fuego y su continuo obstruccionismo a un proceso de paz, que a su vez, expone a la MINURSO ante su propia inutilidad e incapacidad para aplicar sus propias resoluciones, a pesar de disponer de los correspondientes mecanismos coercitivos para imponer las mismas.
Tras el estallido de la guerra, la RASD, su ejército y el pueblo saharaui ponen a prueba a la ONU y la prevalencia del sistema de derecho internacional como cohesionador global. Marruecos, como siempre actúa unilateralmente motivado por la impunidad que le ofrece Francia en el Consejo de Seguridad al tener poder de veto, prueba de ello son sus continuos esfuerzos de estas tres últimas décadas en mermar un proceso de paz que otorgue la autodeterminación a los saharauis. Realizado con el único objetivo de complicar el proceso y ganar tiempo para consolidarse en un territorio que no es el suyo.
Un dato a tener en cuenta y que ha pasado desapercibido es que, días antes de producirse el ataque a El Guerguerat, Marruecos recibió la visita del Ministro de Relaciones Exteriores francés, quizás para darles luz verde o quizás para discutir sobre sus relaciones, nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos y fue confirmado, es que tanto Francia como la ONU sabían de las intenciones de Mohamed VI horas antes de cometerse el ataque marroquí que violó el alto el fuego. ¿Por qué no hicieron nada para disuadirlo? Tampoco lo sabremos porque el dinero compra, pero no explica ni da razones.
Aún más extraña es la relación entre Abu Dhabi y Rabat. Es sabido por todos que los Emiratos Árabes Unidos está financiando con fines de expropiación a varios países africanos, entre ellos Mauritania, con su aeropuerto y el sistema de identificación nacional en manos de los emiratíes. UAE también fue el primer país árabe en mostrar su apoyo a Marruecos una vez iniciada la guerra, ¿es que UAE planea saquear también en el Sáhara Occidental? La correlación de fuerzas en el mundo árabe está dividida por bloques desde el conflicto diplomático que surgió a raíz de Catar. No hay Catar con UAE, pero sí hay UAE con el apoyo de los países del golfo árabe, y la diplomacia marroquí es bastante eficaz en este aspecto.
Por primera vez en 29 años, un vicepresidente español muestra su deseo de que se celebre un referéndum en el Sáhara Occidental, seguido del mismo mensaje lanzado por el Ministro de Consumo del mismo gobierno. Ya sabemos la sensibilidad de Marruecos con quien pide la celebración de un referéndum en el Sáhara Occidental o quien manifieste posiciones a favor del Sáhara. El pueblo saharaui desea que PODEMOS, en el gobierno decoalición, pase a la acción si de verdad piensa así, habiendo arriesgado las relaciones diplomáticas hispano-marroquíes, y no quede en una mera maniobra electoral caída en el olvido. Podría empezar por ejemplo con cumplir la sentencia de TJUE que impide a España pescar en aguas saharauis y detener la exportación de productos agrícolas de los territorios ocupados.
Con la peor crisis económica del siglo en marcha, Marruecos decidió atacar aún a sabiendas de lo que ocurriría militarmente, sin embargo nunca tuvo en cuenta ni valoró lo suficiente las consecuencias societales. El pueblo saharaui se ha erigido en todas las partes del mundo deseoso de ir a ayudar a su país, los saharauis en los territorios ocupados inician protestas que se alargarán e intensificarán a medida que avance el conflicto armado, tensando aún mas a las autoridades marroquíes contra las cuerdas, generando a su vez un efecto contagio que podría penetrar en las principales ciudades marroquíes. Éste último apunte es contingente a la situación actual, aunque en el futuro y en base a la evolución del conflicto, podrá adquirir distintas dimensiones.
El digital económico Bloomberg, ha anunciado recientemente que Marruecos vivirá la peor crisis socioeconómica de su historia, hecho que consecuentemente apunta a los cimientos del trono de Mohamed VI. Cabe señalar que la familia real marroquí se encuentra dividida en distintas facciones por desavenencias en la sucesión de la corona.
¿Podrá Marruecos costear simultáneamente el mantenimiento de su población de 36 millones de habitantes, cargar con los gastos de una guerra prolongada así como de las subvenciones millonarias que inyectan en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental? Aunque falta incluir ahí el elevado endeudamiento estatal derivado de intentar contrarrestar los efectos de la pandemia, aún así la respuesta no cambia. Varios expertos adelantaron que Marruecos se aventuró en iniciar una guerra en el Sáhara Occidental sin asegurar el pago de la factura. Actualmente, ningún país está en condiciones de permitirse pagar la deuda bélica de otro por muchos lazos que tengan, la realidad actual es otra muy diferente y cada país está librando su propia batalla, o contra la Covid-19 o contra los efectos de la misma, o contra ambas como es el caso de ciertos países europeos. ¿Está dominando Marruecos el control de daños?
Ahora, en el norte de África hay tres conflictos en curso, el de Libia, Mali y se suma a ellos el del Sáhara Occidental, forzosamente reanudado por la incapacidad de la ONU a través de la MINURSO de encauzar el conflicto hacia una solución; un alto el fuego (29 años) que duró mucho más que la primera guerra (16 años), era la única misión de mantenimiento de la paz en el mundo sin competencias en supervisar los derechos humanos, una misión que solo existió nominalmente, la ONU ha consumado su fracaso en la gestión del conflicto saharaui de forma irrefutable. El pueblo saharaui ha usado todos los medios legales y democráticos para defenderse, demostrando una paciencia a prueba de fuego, concediendo cesiones políticas al enemigo, sufriendo una férrea represión en su tierra y sobreviviendo en condiciones verdaderamente extraordinarias, sin embargo, el 13 de Noviembre, este mismo pueblo estalló y fue empujado a la guerra, víctima del hartazgo por la inoperancia de la MINURSO y de las agresiones de las fuerzas de ocupación marroquíes. Como dijo un funcionario saharaui, Mohamed Yeslem Beissat; ''En El Guerguerat hubo un antes y habrá un después.''
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