Por Lehbib Abdelhay
Addis Abeba (UA- ECS).- El embajador de la República Saharaui en Sudáfrica, Mohamed Yeslam Beisat, durante su participación en la XL sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana (UA) en representación del MAE saharaui, constató que desde la intervención del Ejército marroquí en la brecha ilegal de Guerguerat en 2020 el territorio del Sáhara Occidental está siendo un escenario de intensos choques armados entre las fuerzas armadas saharauis y las fuerzas de ocupación marroquíes. De ahí que esté siendo castigado el territorio saharaui por los drones. No obstante, denuncia que esos aviones no tripulados (UAV) han asesinado a civiles saharaui, argelinos y mauritanos que cruzan el territorio. Beisat, en respuesta al embajador de Marruecos en la UA, condenó también que el régimen de Mohamed VI no ha dado adecuada justificación legal para los ataques y que se niega incluso a informar de las circunstancias una vez que los lleva a cabo contra civiles inocentes.
No está claro si Marruecos actúa en el marco de un conflicto armado, en cuyo caso se aplicaría la ley humanitaria internacional (también conocida como ley de guerra). De lo contrario, tendría que atenerse a la ley internacional de derechos humanos. De todas formas, Beisat recuerda que “matar a un civil que no está directamente implicado en acciones hostiles es una privación arbitraria de la vida, un crimen de guerra y de lesa humanidad”.
Los saharauis denuncian que la incorporación de drones en la guerra del Sáhara Occidental da al régimen marroquí alas para matar fuera del alcance de los tribunales o de los principios básicos de la legislación internacional. El ejército de ocupación marroquí continúa cometiendo abiertamente crímenes de guerra contra la población saharaui.
El embajador saharaui, quien encabeza la delegación saharaui que participa en los trabajos de la cuadragésima sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, afirma que las continuas violaciones marroquíes de los derechos humanos y los ataques contra civiles por aviones de combate no tripulados se han convertido en un tema ya conocido y documentado por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Front Line Defender y la Fundación Robert Kennedy, y señaló que la Unión Africana ya ha había contribuido a documentar algunos aspectos de las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental, especialmente en su informe del año 2014 y su resolución del año 2016. La RASD pidió a la Unión Africana que delegue misiones especializadas para supervisar la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental de conformidad con el espíritu de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y las decisiones pertinentes del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana.
La guerra que ha estallado en el Sáhara Occidental desde el 13 de noviembre de 2020, ha creado una nueva y desafiante situación para la ocupación marroquí, que, tras su incapacidad para hacer frente a los bombardeos ejecutados por el Ejército de Liberación Saharaui contra sus bases militares ubicadas detrás del muro, el régimen marroquí recurrió a la población civil y llegó al punto de realizar operaciones en las fronteras internacionales del Sáhara Occidental.
Si bien hubieron ataques documentados contra civiles en Diciembre de 2020, la serie de ataques contra civiles comenzó el 25 de enero de 2020, momentos en los que la guerra en el Sáhara Occidental escalaba de forma ligera, por entonces una serie de bombardeos marroquíes intencionados tuvieron como objetivo vehículos civiles saharauis en la zona liberada de Tifariti, causando la muerte de tres ciudadanos saharauis.
El 18 de agosto de 2021, un bombardeo marroquí tuvo como objetivo a civiles saharauis desarmados que transportaban un camión cargado con bienes y alimentos provenientes de los territorios liberados hacia los campamentos de refugiados. Afortunadamente el bombardeo solo provocó pérdidas materiales, pero que resultan de vital importancia para una población que carece de los recursos más básicos y depende de la ayuda humanitaria internacional.
El 20 de octubre de 2021, un dron marroquí llevó a cabo un ataque contra civiles saharauis en la región de Mheiriz, en las zonas liberadas, como resultado del mismo, tres civiles resultaron heridos y sus vehículos destruidos.
A partir de la segunda quincena de Noviembre de 2021, las FAR marroquíes recrudecen su guerra de agresión contra el pueblo saharaui. El 13 de noviembre de 2021, un avión marroquí no tripulado lanzó un cohete que impactó contra dos coches particulares y no militares en la zona de Gleibat Al Fula en la región liberada de Mijek, originando la muerte de un ciudadano saharaui e hiriendo a otros. Dos días después, un violento bombardeo marroquí acabó con la vida de 11 civiles saharauis. Otro grupo de civiles que se encontraba asediado por la aviación marroquí en la misma zona de la masacre, fue rescatado por miembros del Ejército de Liberación Saharaui y fuerzas militares de la misión de la MINURSO.
En el lado mauritano, los vehículos de los buscadores de oro también fueron bombardeados al noroeste de la ciudad mauritana de Bir Mogrein el 5 de enero de 2021. Un incidente similar se registró cuatro días más tarde, el 9 de enero de 2021, cuando un coche que transportaba trabajadores del mineral mauritanos en las regiones del norte del país fue atacado por el ejército marroquí. El 19 de enero de 2021, tres proyectiles alcanzaron una cuenca minera en la frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania. El 25 de octubre de 2021 varios proyectiles cayeron en el área de prospección de oro a las afueras de Bir Mogrein. A la semana siguiente, el 6 de Noviembre de 2021, la artillería marroquí volvió a apuntar a los buscadores de oro mauritanos en la zona de Gleibat Al Fula. La serie de ataques continúa intensificándose en las últimas semanas.
En el lado argelino, el 26 de agosto de 2021, un bombardeo de artillería tuvo como objetivo un camión comercial argelino en la carretera internacional de la frontera trilateral que une Argelia, el Sáhara Occidental y Mauritania. El 1 de noviembre de 2021 fue bombardeado un convoy comercial argelino que transitaba por la carretera internacional que une Argelia y Mauritania, matando a tres civiles argelinos y destruyendo todo su bagaje, siendo hasta el momento la acción más peligrosa, especialmente porque Argel prometió que no quedará impune y anunció represalias. Argelia denunció los hechos y afirmó que se trata de una nueva manifestación de agresión brutal, una característica conocida de la política de expansión regional e intimidación que usa el régimen marroquí.
Esta serie de acciones que violan el derecho internacional humanitario, confirman la filosofía del ocupante marroquí en su intento de exterminar a todos la población que resida en los territorios saharauis liberados, ya que no diferencia ni distingue en sus ataques entre objetivos civiles y militares, lanzando bombardeos contra hogares, convoyes comerciales y civiles de forma continuada. Ciertamente, lo que se obtiene por la fuerza solo se puede mantener por la fuerza, así, el régimen marroquí en sus intentos de disuadir a través del terror, apunta más allá del muro de la vergüenza, y con impunidad pasmosa, a la población. Mientras al otro lado, los saharauis siguen siendo el único pueblo del mundo invadido y en conflicto armado al que la ONU niega un mandato para garantizar los derechos humanos más básicos, incluso Cruz Roja Internacional no interviene a pesar de los llamamientos a cumplir con sus propios principios fundacionales que basan su existencia y utilidad pública.
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