Piden a Pedro Sánchez que viaje a los campamentos de refugiados saharauis.

El movimiento solidario invita al presidente del Gobierno a conocer cómo vive una parte del pueblo saharaui.

Según ACNUR, 173.600 refugiados saharauis malviven en el desierto argelino dependiendo de la ayuda humanitaria

Alfonso Lafarga.- Contramutis

Madrid (ECS).- El movimiento solidario con el pueblo saharaui ha invitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a visitar los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia).

La Comisión de Enlace del movimiento solidario con el pueblo saharaui considera necesario que el presidente del Gobierno conozca “de primera mano” la situación que vive una parte considerable del pueblo saharaui en los campamentos de refugiados.

La invitación se ha producido al día siguiente del viaje de Pedro Sánchez a Ucrania, donde se reunió con el presidente Volodímir Zelenski, al que transmitió “en nombre del Gobierno y del pueblo de España”, el «más sentido pésame por la pérdida de vidas inocentes ucranianas», insistiendo en que España seguirá condenando en los términos más enérgicos la brutal e injustificada agresión a Ucrania por parte de Rusia.

El presidente del Gobierno se mostró en su cuenta de Twitter “conmovido al comprobar en las calles de Borodianka el horror y las atrocidades de la guerra de Putin». “No dejaremos solo al pueblo ucraniano”, aseguró.

España, según informó el presidente del Gobierno, va a poner a disposición del Tribunal Penal Internacional un equipo de expertos del Ministerio del Interior y de médicos forenses “para contribuir a los trabajos de investigación sobre presuntos crímenes de guerra, genocidio y lesa humanidad en Ucrania”.

La Comisión de Enlace del movimiento solidario manifiesta su preocupación por la situación del pueblo saharaui como consecuencia de las declaraciones del presidente del Gobierno de España en apoyo a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, que considera la base más seria y creíble para la solución el conflicto.

El apoyo de Sánchez “al plan del ocupante marroquí destinado a legislar la anexión de los territorios del Sáhara Occidental por la fuerza y ​​la supresión de los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia”, según el Frente Polisario, motivó por parte del representante del pueblo saharaui la suspensión de sus contactos con el Gobierno de España.

En los campamentos de Tinduf, que quieren que visite Pedro Sánchez, en el duro desierto argelino, se estima que viven unos 173.600 refugiados, según una información de abril de 2020 del Comité español de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados.

“Las difíciles condiciones climáticas de la zona, con temperaturas extremas, lluvias torrenciales ocasionales y fuertes vientos, dificultan mucho la práctica de la agricultura y limitan las posibilidades de autonomía productiva. Como consecuencia, existe una gran dependencia de la ayuda humanitaria”, agrega ACNUR.

La agencia de la ONU indica que la Encuesta sobre Nutrición de 2019 desveló un empeoramiento de la mayoría de los indicadores sobre alimentación y nutrición, “sobre todo de los relacionados con la desnutrición crónica, es decir, retraso en el crecimiento y anemia. Un 7,6 % de la población padece desnutrición aguda y un 28 % tiene retraso en el crecimiento. El 50 % de los niños sufren anemia. En las mujeres en edad reproductiva este dato asciende al 52 %.”

Los campamentos de refugiados de Tinduf son consecuencia de la invasión de Marruecos del Sáhara Occidental a finales de 1975, al ser entregado el territorio por España. La aviación marroquí bombardeó con napalm y fosforo blanco a la población saharaui que huía por el desierto, y el ejercito fusiló a civiles, como han demostrado el descubrimiento de fosas comunes en el desierto.

Consecuencia de los fusilamientos y desapariciones, desde abril de 2015 doce altos cargos militares de Marruecos se encuentran procesados en la Audiencia Nacional por delitos de genocidio contra el pueblo saharaui, con orden internacional de detención.

Los inculpados actuaron entre 1976 y 1991 en el Sáhara Occidental, donde se produjo “un ataque sistemático contra la población civil saharaui por parte de las fuerzas militares y policiales marroquíes”, según el auto del Juzgado Central de Instrucción numero 5. Marruecos no atendió ni una sola petición de la justicia española.