Tras 557 días de represión, arresto domiciliario y violaciones de DD.HH, la activista saharaui Sultana Jaya llega a España para recibir tratamiento médico.

🔴 ÚLTIMA HORA | Tras 557 días de represalias, arresto domiciliario y violaciones de los DD.HH, la activista saharaui Sultana Jaya por fin llega a España para recibir tratamiento médico.

Por Ahmed Zain

Las Palmas de Gran Canaria (ECS). - La activista saharaui Sultana Jaya se ha trasladado este miércoles a Las Palmas de Gran Canaria para recibir tratamiento médico después de 557 días de represalias, arresto domiciliario y violaciones de los DD.HH.

Jaya ha viajado este lunes desde su casa en Bojador ocupado hasta El Aaiún para poder volar al aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria. En El Aaiún se alojó en la casa del activista Hasanna Duehi. Un dispositivo policial marroquí ha cercado desde entonces el domicilio de Duehi con el objetivo de impedir visitas y posteriormente posibles manifestaciones pro saharauis.

Desde el 19 de Noviembre de 2020, Sultana Jaya, ha sufrido un asedio policial impuesto en su casa en la ciudad de Bojador ocupado por los gendarmes marroquíes, desde que regresó de España. Su madre de 84 años que vivía con ella también lo sufrió injustamente. En estos 557 días de arresto domiciliario forzoso, ha denunciado múltiples agresiones en las que le golpearon en la cabeza hasta sangrar, le fracturaron la mano derecha y le dañaron el ojo. Además han desplegado una barrera policial que impidió durante un año y medio la entrada a los visitantes. Desde hace 558 días, Sultana Jaya, su hermana y su madre sufrieron la represión marroquí por la única razón de su pensamiento político y actividad militante.

Hoy miércoles 01 de junio de 2022 se trasladó a España para recibir tratamiento médico. A pesar de su viaje, Jaya afirma que eso no impedirá continuar su lucha ni cambiar sus posiciones. 

Jaya denunció en reiteradas ocasiones que el silencio de las Naciones Unidas sobre a lo que están expuestos los saharauis en un país que cae dentro de su jurisdicción y responsabilidad, alentará a la ocupación y a sus funcionarios a cometer más crímenes contra los saharauis.

La activista saharaui ya perdió su ojo derecho en una paliza en 2006 por la policía marroquí, sin embargo y a pesar de las intimidaciones y tortura física y verbal, ella afirmó que eso no impedirá continuar su lucha ni cambiar sus posiciones, demostrando una impactante valentía y un testimonio de fortaleza basado en la lucha y resistencia pacífica frente a la violencia desproporcionada marroquí. 

Tanto el Frente Polisario como el gobierno de la República Saharaui han pedido a Naciones Unidas y al Comité Internacional de Cruz Roja intervenir para proteger a los civiles saharauis de los territorios ocupados ante las fuerzas represivas marroquíes, que responden con salvajes agresiones ante posiciones pacíficas de las víctimas. La desproporcionalidad de la violencia física se lleva a cabo con impunidad pasmosa.