Indignación y rabia en el homenaje a los migrantes muertos en el salto a la valla de Melilla

En el centro de Madrid clamaron que “las vidas negras también importan” y que “no son muertes, son asesinatos”.

Señalaron como culpables los gobiernos de Marruecos y España.

Rechazo al ejecutivo de Pedro Sánchez, “un gobierno racista”–

Contramutis.- ECSAHARAUI

Madrid (ECS).-  “Las vidas negras también importan”, “no son muertes, son asesinatos”,  y “gobierno progresista, también es racista” son algunas de las frases que se gritaron con fuerza en la tarde del viernes 1 de julio en la plaza de Callao, en Madrid.

Cientos de personas, convocadas por colectivos sociales y las comunidades de Melilla llenaron la céntrica plaza madrileña “en homenaje a los compañeros muertos el 24-j”, -37 según las ONG y 23 según las autoridades marroquíes- ocurridos cuando intentaban saltar la valla que separa Melilla de Nador (Marruecos), desde donde intervino la gendarmería marroquí.

Con pancartas, carteles y gritos, durante alrededor de  90 minutos los congregados expresaron su indignación y rabia: “Ningún ser humano es ilegal”, “todas  las vidas valen lo mismo”, “no son cuerpos, son seres humanos”, “la ley de extranjería mata gente cada día”, “ni un paso atrás ante el racismo estructural” y “Gobierno Sánchez criminal, por racista y colonial”, fueron otras de las expresiones que se oyeron repetidamente.

Quienes se dirigieron a los participantes dijeron que no se respetan los Derechos Humanos de las personas negras y señalaron como culpables a los Gobiernos de Marruecos, España y de la Unión Europea.

Afirmaron que se trató de unos asesinatos que fueron considerados una “actuación correcta”. “Estamos cansados de que nos asesinen, los ucranianos entra por la puerta y los negros somos recibidos con balas”, dijo un interviniente”.

En el comunicado leído al final del acto se denunció que algunos migrantes que consiguieron llegar a territorio español fueron devueltos violentamente, lo que vulnera  la legislación internacional en materia de DDHH, y que la brutalidad policial provocó la muerte de, al menos, 37 migrantes, cuyos cuerpos están siendo enterrados en Nador sin realizar autopsias,  esenciales para una posible investigación, sin identificar y sin informar a las familias.

Los 133 que consiguieron entrar, de origen sudanés y chadiano la mayoría, se encuentran en el Centro de Estancia  Temporal para Inmigrantes (CETI) de Melilla a la espera de solicitar protección internacional.

También se informó de que en las últimas semanas se han intensificado en Marruecos las redadas, persecuciones  y desplazamientos forzosos  en autobuses contra las comunidades migrantes por parte de la gendarmería, lo que les obliga a asentarse en los bosques cercanos a Nador. Se asegura que esta creciente hostilidad ha influido, inevitablemente, en la naturaleza del salto del pasado día 24.

Dijeron que el apoyo del Gobierno español a la iniciativa de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental trajo un convenio entre España y Marruecos para incrementar la cooperación en materia de seguridad y de lucha contra la delincuencia “que ha contribuido a criminalizar las migraciones”.

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