Marruecos, imbatible en el tráfico de hachís: Informe de la ONU clasifica a Marruecos como el mayor productor y exportador en 2022

Sidi Maatala.

ECS. Madrid. | El Informe Mundial sobre Drogas para el año 2022 publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), confirmó que Marruecos se encuentra a la cabeza de los principales países en cuanto a procedencia del cannabis, convirtiendo a este país en el mayor productor y exportador de este tipo de droga.

El informe señala a Marruecos como el primer país africano en cuanto a la importancia del cultivo de cannabis durante la década 2010-2020, y añade que "es difícil estimar la superficie mundial dedicada al cultivo de cannabis porque algunos países no cuentan con sistemas de seguimiento adecuados para ello".

El documento también confirma que la mayor parte del contrabando de cannabis tiene lugar desde Marruecos a España y desde Afganistán a otros países del oeste de Asia, destacando que el cannabis marroquí también se dirige a otros países del norte de África.

Según el informe, el comercio de cannabis entre regiones cruza una trayectoria "de Marruecos a Libia y luego a Egipto a través de la costa". El cannabis marroquí también se transporta a través del Mediterráneo.

El informe precisó que las incautaciones de cannabis continúan concentrándose en el norte de África y en Europa Central, que constituyen una región para la producción, tráfico y consumo de esta droga, representando casi el 60 por ciento de las incautaciones mundiales durante el período 2016-2020.

En cuanto al impacto del cultivo de cannabis en el medio ambiente, también se menciona en este informe la región del Rif que se encuentra en el norte de Marruecos, donde el cultivo de este tipo de droga se basa principalmente en el uso extensivo de fertilizantes sintéticos.

En las áreas rurales, donde se cultiva la mayor parte del cannabis en el país y el cultivo ilegal se ha vuelto cada vez más intensivo y, a menudo, monocultivo, en las últimas décadas esto ha aumentado la presión ambiental sobre un ecosistema ya frágil, en forma de deforestación, escasez de agua y pérdida de biodiversidad. La producción es tal que el cultivo intensivo de este tipo de droga ha “convertido a la región en la mayor usuaria de fertilizantes y pesticidas en el sector agrícola” agregó el informe.

Un poco de historia:

Desde el fin del protectorado francés, ningún gobierno marroquí ha regulado el tráfico de hachís. El estado alauita es ahora el mayor productor del mundo y sus mercancías circulan por Francia y Europa no sin consecuencias.

Desde Tánger hasta el río Moulouya, se extiende, con más 20.000 km2, la gran región del Rif; Repleta de cadenas montañosas con territorios difíciles de explotar, está entre los más pobres de Marruecos. Desde el siglo XV, la producción tradicional de hachís representa la principal economía de subsistencia. Una cultura que hoy da soporte y sirve de 'colchón económico' a alrededor de un millón de personas,
haciendo del reino el principal productor mundial de hachís, dedicándole casi 50.000 hectáreas.

Según un informe del Departamento de Estado de EE.UU, recogido por Le Monde en marzo de 2017, "la producción de cannabis en Marruecos equivalía al 23% del Producto Interior Bruto (PIB) de Marruecos, que aumentó en 2016 a 100 mil millones de dólares (93 mil millones de euros)". De los cuales solamente diez mil millones de euros al año son para las mafias, según datos del Observatorio Francés Drogas y Adicciones (OFDT).


No obstante, en la década de 2000, Europa se convirtió en el principal mercado de este tráfico de cannabis, acaparando solo en 2006 el 74% de las incautaciones mundiales de hachís (1083 toneladas sobre 1471) producidas en su territorio. Presionado por Bruselas, el estado marroquí se vio obligado un tiempo a "controlar'' sus propios traficantes. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los cultivos cayeron de 134.000 hectáreas en 2003 a 47.500 en 2011, una disminución del 65%. Lo que no impide que continúe el tráfico. Para enviar la producción en el Viejo Continente, la mafia del Rif cruza el Estrecho de Gibraltar a bordo de lanchas rápidas con motores trucados, para tratar de escapar de la Guardia Civil. "Pero los traficantes a veces pueden contar con la complicidad de ciertos guardacostas marroquíes que, a cambio de un generoso soborno, cierran los ojos'', afirma Jérôme Pierrat, periodista y escritor especializado en crimen organizado y delincuencia.

Al final de la cadena, este tráfico realizado en Marruecos obviamente no está exento de consecuencias. Especialmente en países como España y Francia, donde las guerras entre los traficantes y clanes de la droga han acabado con la vida de decenas de personas durante los últimos veinte años. Una debilidad que el Estado marroquí domina con maestría perversa. Durante años, Rabat dejó ir y venir a su territorio, Moufid Bouchibi, conocido como "roi du shit" (rey de la mierda) este franco-argelino es propietario de muchas villas en el campo. Antes de ser arrestado en Dubái en primavera, traficaba con un promedio anual de entre 50 y 60 toneladas de cannabis a Europa, con unas ganancias que ascendían a más de 70 millones de euros.

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