Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ECS).- El rey de Marruecos, Mohamed VI, jefe religioso de los marroquíes que ostenta el cargo de Comendador de los Creyentes, ha sido cazado el pasado 23 de agosto aparentemente "borracho" y "deambulando" por el séptimo distrito de París. En el famoso vídeo publicado por este periódico, se ve al monarca bajo los efectos del alcohol o otra sustancia desconocida. Las imágenes circularon de forma viral a través de Youtube y las redes sociales y han desatado las especulaciones sobre el estado del rey alauita. ¿Estaba efectivamente borracho o ha ingerido otra sustancia desconocida? Los hechos sucedieron al parecer cuando dos jóvenes, de la diaspora marroquí en Francia, acudieron para saludar al monarca, y se encuentran con la escena que se hizo Trendig en redes sociales durante días. Entre los dos jóvenes, según se aprecia en el vídeo, se preguntan ebtre ellos si es Mohamed VI o no!. Estaba totalmente transformado, desequilibrado y confuso. Luego aparece un guardaespalda que ordenó apagar las cámaras.
En el famoso vídeo puede verse que Mohamed VI tiene problemas de equilibrio e incluso aparenta cierto sopor, haciendo esfuerzos por no caerse, se apoya en el hombro de uno de sus mejores amigos íntimos, Othman Abu Azaitar. El monarca estaba acompañado por cinco amigos y un guardaespalda.
En este sentido, desde el pasado 1 de septiembre, ahora hace tres meses, Mohamed VI se encuentra en París y sus alrededores. Si le añadimos a estos tres meses su estancia de 30 dias que estuvo entre marzo y abril en su residencia de Pointe Denis en Gabón, el rey de los marroquíes habrá pasado más de cincos meses del año actual fuera de su país. Según cálculos efectuados por diplomáticos que siguen de cerca su actividad, el monarca ha pasado casi la mitad del año fuera de Marruecos, según informó El Confidencial.
Desde hace años, Mohamed VI lleva una vida de lujo con un trío aleman de luchadores de artes marcialesmixta. Pasa la mayor parte del año fuera de su país, una nación sumida en el caos diplomático con una guerra por el poder y una crisis económica y social.
Mas grave aún, según El Confidencial las ausencias prolongadas del monarca plantean problemas de gobernanza en un país cuya Constitución de 2011 otorga enormes poderes al jefe del Estado y en el que el Gobierno desempeña un papel muy secundario.
Según el rotativo español, los principales consejeros del rey tienen dificultades para comunicarse con el monarca; "los hermanos Azaitar tienen absorbido a Mohamed VI y controlan su agenda", afirma.
En estos tres meses, Mohamed VI ha estado en Rabat tres veces, la primera ha estado dos días, la segunda seis horas y la tercera 3 horas
Un poco antes de la fiesta del Cordero o Aid el Adha (Fiesta islámica), el monarca voló desde Parísa Rabat. El 13 de julio presidió un Consejo de Ministros, e inmediatamente después regresó a París. Sus próximas estancias en su país fueron aún más cortas. El pasado 30 de julio solo estuvo unas seis horas para grabar su discurso con motivo de la Fiesta de su entronización, cuya celebración, como fiesta Nacional, canceló repentinamente alejándo situación de pandemia, a pesar de que las restricciones en Marruecos ya han sido levantadas hace casi un año. Luego, el 20 de agosto permaneció en Rabat aún menos tiempo —unas tres horas— para, de nuevo, grabar otro discurso con motivo esta vez de la Fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo. Regresó apresuradamente a París para celebrar al día siguiente (21 de agosto) su 59 cumpleaños donde probablemente fue granado dando tumbos en una de las calles del séptimo distrito de la capital francesa.
El rey Mohamed VI y su nueva familia: los hermanos Azaitar; los tres exluchadores que incomodan a sus principales Consejeros
En aquellos tiempos (abril de 2018), unas fotos de Mohamed VI y los tres exboxeadores publicadas en la cuenta de Abu Azaitar recolectó más de 78,000 me gusta en unas pocas horas. El monarca, a pesar de su alto rango, nunca ha dudado en posar con sus fanáticos, sus súbditos, ya sean ellos mismos famosos o simplemente anónimos encontrados al azar durante sus viajes al extranjero. Pero con los hermanos Azaitar todo ha cambiad, el Rey siempre ha aparecido junto a ellos en atuendos casuales mostrando sus gustos fuertes y muy pronunciados por una moda muy moderna.
Desde que Mohamed VI se divorció de su esposa Lalla Salma (en marzo de 2018), había tenido una vida social, digamos, un poco tranquila, hasta que conoció a un trío de deportistas que al parecer, le han cambiado la existencia. Se trata de los hermanos Othman, Abu Bakr y Omar Azaitar (los dos primeros, campeones en el ring y el tercero, su entrenador y manager).
Según informe, ha sido con Abu Bakr a quien en el mundo del deporte llaman El Gladiador marroquí con quién el rey de Marruecos ha establecido una relación tan cercana que hasta ha empezado a levantar sospechas.
Los hermanos, nacidos en Alemania, pero de origen marroquí, eran muy admirados por el rey, sobre todo por sus logros en los campeonatos de artes marciales mixtas. Así que el primer encuentro entre los tres y el monarca no tardó en darse. Ocurrió en abril de 2019 gracias a una audiencia llevada a cabo en el Palacio Real de Rabat. Casi de inmediato, surgió entre los cuatro una gran amistad, pero medios como El Confidencial aseguran que ha sido con Abu Bakr con quien ha tenido una conexión especial a pesar de las advertencias de sus Consejeros. En definitiva, al monarca no le ha importado para nada el pasado oscuro de su nuevo mejor amigo, quien estuvo en prisión en Alemania.
A los 17 años se enfrascó en una pelea cuyo resultado fue una condena por golpear “brutalmente” a un hombre, amenaza de muerte y robo de auto. Abu Bakr pasó dos años tres meses en la cárcel. Y aunque al salir pudo retomar su carrera deportiva, volvió a las andadas: le rompió la nariz a un deportista y a su novia de entonces le reventó un tímpano. Ella puso una denuncia en su contra aunque no pasó a mayores. Como dice el refrán: "Las amistades son un tesoro y más si llevan corona. Los Azaitar han llevado este dicho a rajatabla desde que conocieron a Mohamed VI.
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