La posición de España sobre territorios ucranianos anexionados quedó claramente reflejada en la Declaración de 7 de abril de 2022

Mientras España condena la "invasión" de Ucrania, apoya a Marruecos en su ocupación militar del Sáhara Occidental

Por Lehbib Abdelhay

Washington (ECS). - El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha firmado este viernes la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Previamente, en la madrugada del mismo día, el mandatario ruso ha reconocido la independencia de Jersón y Zaporiyia, ambas ciudades situadas en el sur de Ucrania. La independencia del Donbás fue reconocida dos días antes de lanzar la "operación militar especial" en Ucrania.

En el marco de este anuncio y la anterior "invasión" de Ucrania, el presidente del Gobierno de España, gobierno de Pedro Sánchez, que en marzo pasado apoyó la invasión marroquí del Sáhara Occidental, condenó la anexión rusa de las cuatro regiones ucranianas. "España condena tajantemente las medidas anunciadas por Vladimir Putin para anexionar a Rusia, ilegalmente y a través del uso de la fuerza, parte del territorio ucraniano, en flagrante violación de las normas más elementales del derecho internacional", dijo el ministerio de asuntos exteriores de España en un comunicado.

Mientras condena la "invasión" de Ucrania, Pedro Sánchez apoya a Marruecos en su ocupación militar del Sáhara Occidental. En una misiva difundida por el Gabinete Real marroquí el pasado 18 de marzo se afirma que Pedro Sánchez considera el plan marroquí como "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa". El posicionamiento pro la ocupación de un territorio (el Sáhara Occidental) cambia la postura que ha mantenido históricamente Madrid, que se ha alineado siempre con las resoluciones de Naciones Unidas en la búsqueda de una solución al contencioso alrededor de un territorio pendiente de descolonización y ha evitado siempre apoyar a Marruecos o a los saharauis, las dos partes enfrentadas.

Sin embargo, condenar la "invasión" y anexión rusa de Ucrania y apoyar la invasión marroquí y la ocupación de territorios del Sáhara Occidental, es un hecho sin precedentes en la diplomacia española. Impedir que un país expanda su territorio por la fuerza fue un principio fundamental de las Naciones Unidas. De hecho, fue este mismo principio el que llevó a varios países liderados por Estados Unidos a implicarse en la Guerra del Golfo en 1991 tras la invasión y anexión de Kuwait por Irak.

La hipocresía de Occidente no tiene límites

En el mismo contexto, como represalias a la decisión rusa, Washington ha anunciado nuevas sanciones contra personalidades y empresas rusas. Poco antes, la Unión Europea también condenó y rechazó la decisión rusa y recordó que es una invasión y una ocupación de nuevos territorios. "Es una flagrante violación del derecho internacional", dijo el presidente de política exterior de la UE Josep Borrell. 

Los Veintisiete han respondido unidos y con firmeza al anuncio de Vladímir Putin de la anexión a Rusia de los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. "Rechazamos y condenamos rotundamente la anexión de las regiones ucranianas (…). Estos actos son contrarios al orden internacional y a los derechos fundamentales de independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania", apunta el comunicado de la Unión Europea. 

La Unión Europea señala, del mismo modo, que nunca reconocerá los referéndum "ilegales" de Rusia en estos territorios, cuyos resultados son "falsos e ilegales". En esa misma línea se ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha destacado que "la proclamación de Putin no cambia nada". "Todos los territorios ocupados ilegalmente por los invasores rusos son y siempre serán parte de Ucrania", ha añadido.

La condena de los dirigentes europeos ha sido unánime. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también ha condenado el anuncio de Putin y ha incidido en que la UE "nunca reconocerá" esta anexión ilegal. Por último, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha calificado la anexión de una "grave violación de la ley internacional y de los tratados de Naciones Unidas".

Washington por su parte agregó que el nuevo paquete de sanciones que prepara será el "más masivo y duro que hayamos adoptado nunca" y advirtió al presidente ruso, Vladimir Putin, de que si no da marcha atrás Rusia se verá "sometida a un aislamiento sin precedentes".

Sin embargo, que todo Occidente hable de la "invasión" y anexión rusa de Ucrania e ignora la invasión marroquí sobre el Sáhara Occidental, es un hecho sin precedentes en la diplomacia internacional.

Desafortunadamente, existen serias dudas sobre si occidente (UE y EE.UU) realmente apoyan este estándar legal fundamental. Los mapas del norte de África adoptados por Naciones Unidas, y otros organismos internacionales, sitúan al Sáhara Occidental en la costa atlántica encajada entre Marruecos y Mauritania; mientras los países europeos y EE.UU, sin embargo, apoyan, financian a la ocupación de un territorio como parte del Reino de Marruecos. El Sáhara Occidental, conocido formalmente como República Árabe Saharaui Democrática (RASD), ha sido reconocido por 84 países y es un Estado miembro de pleno derecho de la Unión Africana. Marruecos invadió esa región, entonces conocida como Sahara español, justo antes de su independencia programada del dominio colonial en 1975.

En sus últimas semanas en el cargo, el ex presidente Donald Trump reconoció formalmente la soberanía marroquí sobre el territorio ocupado del Sáhara Occidental, incluido aproximadamente el 25 por ciento del territorio que todavía está bajo el control del gobierno de la RASD. La administración Biden ha rechazado, al menos hasta ahora, los llamamientos bipartidistas para revertir la decisión de Trump y Estados Unidos sigue siendo un caso atípico internacional.

A pesar de mostrar un gran interés sobre un moribundo Proceso de Paz liderado por la ONU, Estados Unidos está de acuerdo con la política de agresión adoptada por la monarquía marroquí, en que la independencia no debería ser una opción para la población autóctona, conocida como el pueblo saharaui, que cuenta con una historia, un dialecto y una cultura diferente. El régimen marroquí, envalentonado por el reconocimiento de Estados Unidos e Israel, insiste en que la independencia está completamente descartada y, como mucho, está dispuesto a ofrecer solamente un grado limitado de "autonomía" bajo el dominio marroquí.

El reconocimiento de EE.UU de la anexión ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, es un regalo para Putín, quien ahora puede retratar el rechazo de Occidente a las decisiones rusas en el territorio ucraniano como simplemente arraigada en la rivalidad geopolítica en lugar de una oposición de principios a la expansión territorial ilegal.

Por el bien de occidente (Europa y EE.UU) en la creciente guerra de Ucrania, la administración Biden debe rescindir de inmediato el reconocimiento de Estados Unidos de soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, y por lo tanto la Unión Europea debe tomar decisiones similares para poner fin a la ocupación de la antigua colonia española.

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