El periodista español ha sido demandado por Marruecos por denunciar el espionaje con el sistema Pegasus.
Los periodistas marroquíes denuncian que Marruecos quiere acallar a Cembrero, que si hubiera sido marroquí estaría hoy entre rejas.
Afirman que la libertad de opinar y de expresarse libremente ha sido asesinada en Marruecos y denuncian que varios periodistas se pudren en las cárceles marroquíes después de haber padecido persecuciones y juicios irregulares.
Alfonso Lafarga.-
Madrid (ECS).- Un grupo de periodistas marroquíes se han solidarizado con el periodista español Ignacio Cembrero, contra el que Marruecos ha interpuesto una demanda civil para que se retracte de las informaciones en las que relaciona presuntamente al régimen de Mohamed VI con el espionaje a políticos, periodistas y activistas por medio del sistema israelí Pegasus.
La demanda es por «acción de jactancia», una reminiscencia del derecho medieval en el código civil, por la que se acusa a Cembrero de jactarse sin pruebas de haber sido víctima de espionaje marroquí por medido de este software que se infiltra en los teléfonos móviles.
Cembrero ha escrito en su cuenta de twitter que tanto las investigaciones de Forbidden Stories, como un informe del Parlamento Europeo, e incluso afirmaciones de la exministra Arancha González laya, señalan que Rabat espió con ese malware.
Esta la cuarta vez que Marruecos lleva al periodista español a los tribunales desde 2014. Las dos primeras fueron por lo penal (por enaltecimiento del terrorismo) y las dos siguientes por lo civil. “Perdió las tres primeras. Si ahora pierde de nuevo no podrá ser condenado a pagar las costas porque tiene inmunidad”, ha declarado Cembrero, que agrega: “Siempre ha perdido, por ahora, pero aún así insiste en coartar mi libertad de expresión. Mientras pueda, seguiré informando sobre Marruecos, un país clave para España”.
Ahora se ha conocido el apoyo de periodistas marroquíes, que consideran que la última demanda de Marruecos contra Cembrero “no es más que el penúltimo intento para acallar su voz y su trabajo de gran profesional de la prensa”.
Los informadores marroquíes afirman en un comunicado que si Cembrero hubiera sido un ciudadano y periodista marroquí, “estaría hoy entre rejas, como lo están Taoufik Bouachrine, Soulaiman Raissouni, Omar Radi y tantos otros”.
Agregan que la libertad de opinar y de expresarse libremente ha sido asesinada en Marruecos: “Varios periodistas, plumas prestigiosas de nuestro difícil y peligroso oficio, se están pudriendo en las cárceles marroquíes después de haber padecido persecuciones y juicios cuyas características fueron un sinfín de burdas irregularidades”, anomalías corroboradas y denunciadas in situ por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Human Right Watch y Reporteros sin Fronteras.
Los periodistas marroquíes entienden que lo que hace continuamente Marruecos con ellos “lo quiere trasladar ahora a España”, que entienden es Estado de Derecho “donde no cabe el vil atropello a las libertades fundamentales y a la libertad de expresión”.
Dan el “más firme apoyo” a su compañero, “con el convencimiento de que, otra vez, el gobierno de Marruecos fracasará en su política de aniquilamiento de toda voz libre, esta vez en España”.
Para Ignacio Cembrero el apoyo de los periodistas marroquíes es el que más agradece: “Les doy a todos mil veces las gracias, especialmente a aquellos que viven en Marruecos. Sé que riesgos entraña darme su respaldo. Mil veces gracias a Ali Lmrabet, Aboubakr Jamai, Omar Brouksy, Abdessamad Aït Aïcha, Samia Errazouki, Hicham Mansouri, Abdellatif El Hammamouchi, Yassin Akouh, Imad Stitou y Radouane El Baroudi”.
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