Un llamamiento a los ciudadanos de la UE desde el Sáhara Occidental

Por Haddamin Moulud Said

Bir Lehlu (ECS).- El terremoto que ha sacudido al Parlamento Europeo, ha revelado que el uso torticero de las instituciones de la UE ha provocado un daño irreparable al pueblo saharaui.

Pensábamos que podíamos luchar, en igualdad de armas, con los europeos, ante sus propios tribunales. Y, en esa creencia, veníamos litigando desde el año 2012, otorgando toda la confianza, respeto y consideración a nuestros rivales en los tribunales y utilizando, exclusivamente, las normas que el propio Derecho Comunitario pone a nuestra disposición.

Jamás podíamos haber sospechado que las instituciones europeas, con todo su bagaje cultural y político, podían quebrar el principio de la buena fe, recurriendo a otros medios, por completo ajenos al Derecho, para provocarnos un daño que, las sentencias de los tribunales venían denegando.

La abrumadora mayoría con la que el Parlamento Europeo había aprobado los acuerdos euro marroquíes, en abierta violación de los pronunciamientos judiciales, supuso un daño enorme para nuestros derechos e intereses legítimos.

Ingenuos de nosotros, mientras recorríamos los pasillos del Parlamento Europeo, exhibiendo las sentencias del TJUE, no nos dábamos cuenta que la corrupción ya había alcanzado a las mismísimas techumbres de la institución, porque muchos de nuestros interlocutores llevaban años chapoteando en los fangos de la corrupción, el soborno, el chantaje y la miseria moral.

Ahora, venimos a apelar a la conciencia moral de los hombres y mujeres que, representando a los pueblos de Europa, se sientan en tan ilustre institución, para que adopten cuantas medidas estén a su alcance, a fin de reparar el enorme daño que los sobornos y la corrupción han causado al pueblo saharaui.

Apelamos igualmente a la conciencia moral de los hombres y mujeres de toda la Unión Europea para que reclamen, a sus representantes políticos en la Eurocámara, la reparación del daño causado al pueblo saharaui. Y lo hacemos, sabiendo que, para la ciudadanía europea, además del perjuicio causado a los saharauis, existe un daño mucho mayor a la propia Europa y el conjunto de valores que representa.