Auserd (ECS).- En un contexto internacional excepcional marcado por la guerra de Ucrania y una situación regional tensa tras la ruptura del alto el fuego en el Sáhara Occidental, el Frente Polisario se enfrenta a un Congreso crucial que se celebrará desde el próximo 13 hasta el 17 de Enero de 2023 en Dajla, en los campamentos de refugiados saharauis.
La Comisión Preparatoria del XVI Congreso del Frente POLISARIO ha concluido los preparativos de dicho evento, que se celebrará desde el próximo 13 al 17 de Enero de 2023. Es el Congreso del Mártir Mhamed Jadad que se celebrará bajo el lema "Por la intensificación de la lucha armada para expulsar a la ocupación y completar la soberanía.”
En este contexto, Brahim Gali, actual secretario general, es el candidato que parte con más opciones para seguir en el cargo de Secretario General y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Para el pueblo saharaui, lo más importante no es la elección de una nueva dirección del Frente POLISARIO, o si el próximo Congreso elegirá un nuevo líder o si Ghali revalidará el cargo, sino ¿Qué postura adoptará el Frente POLISARIO respecto al futuro del Sáhara Occidental y la guerra en curso que tiene lugar en el territorio? Así como frente al elevado número de amenazas de distinta índole que atentan contra la causa nacional y para las que no hay un abordaje efectivo como son el ámbito de la información y guerra comunicativa, contrainteligencia, pérdida de aliados, así como una conspiración internacional para imponer la autonomía.
Frente a Ghali, único candidato oficial hasta la fecha, podrían postularse otros miembros de la misma dirección como Bachir Mustafá Sayed, actual Consejero de la Presidencia y crítico con Ghali. Es verdad que Ghali no representa la renovación que muchos piden, pero tiene puntos a su favor: es influyente y apuesta siempre por la línea dura contra la ocupación con la que comulgan los jóvenes saharauis, hartos de la eterna situación de desamparo en los campamentos y el exilio.
La actual coyuntura política es muy difícil para la causa saharaui, que está marcada por la guerra, el estancamiento del Proceso de Paz por la intransigencia marroquí para negociar una solución que prevea la autodeterminación del pueblo saharaui y la situación mundial zarandeada por los efectos de la guerra ruso-ucraniana. Además de la difícil situación que viven los saharauis en los campamentos de refugiados, el "descontento" entre los jóvenes saharauis y la situación regional, empujan a determinarse por recrudecer la opción bélica como la única salida al atolladero en el que se encuentran.
A parte del callejón sin salida actual en el que se encuentra el Plan de Arreglo de la ONU, los saharauis tienen otro motivo de queja. La vida ha empeorado en los campamentos a causa de la reducción de la ayuda humanitaria por "la crisis mundial", el cierre total de los puestos fronterizos por la guerra y la crisis económica mundial.
El mayor desafío es ejecutar sobre el terreno los resultados del decimosexto Congreso atendiendo al lema 'intensificar la lucha para expulsar la ocupación y completar la soberanía', para crear la atmósfera y las condiciones necesarias para esta tarea. Un Congreso que se celebrará en circunstancias extraordinarias y con unas grandes expectativas para el pueblo saharaui: será una cita trascendental y extraordinaria.
Trascendental por las nuevas decisiones que se tomarán para el futuro de la causa saharaui. Más que un Congreso será una cumbre de todos los saharauis para decidir su futuro más allá de los planteamientos de algunos líderes que tienen la ambición de aspirar el cargo de SG.
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