Marruecos vuelve al chantaje y la instrumentalización de inmigración como arma de presión contra España

Por Lehbib Abdelhay 

Madrid (ECS).- Para cambiar la posición de la Unión Europea sobre el Sáhara Occidental o pedir más dinero, Rabat tiene abierto frentes con varios países del bloque comunitario. Mohamed VI juega la carta de amenaza y chantaje migratorio. Falto de toda estrategia al no haber alguna para validar su violación del derecho internacional en el Sáhara Occidental, acude a los métodos más abyectos. Sólo esta semana fueron más de 1.500 inmigrantes ilegales, entre ellos menores y mujeres, los que llegaron en pateras a las Islas Canarias.

Oleada de pateras en las costas canarias

Según datos oficiales, Canarias ha recibido hasta el 15 de junio 5.914 inmigrantes en patera, un cifra por debajo de la de 2022 (-31,5 %), pero que da signos de estar viviendo un repunte: la primera mitad de junio representa por sí sola el 25 % de todas las personas rescatadas desde que comenzó el ejercicio.

Según datos publicados por el Ministerio de Interior de España, las islas acaban de vivir la quincena más intensa en llegadas del año, con 1.508, cifra que supera de forma holgada a las 1.036 de la segunda mitad de febrero a las 1.018 de la mitad de mayo.

Las llegadas irregulares de inmigrantes a España ha descendido un 20,5 por ciento en los últimos doce meses desde el giro del Ejecutivo de Pedro Sánchez apoyando la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, pero ahora está viviendo un repunte claro a cara de las elecciones generales del 23 de julio. Marruecos quiere presionar para que Feijóo no cambiara la posición de Sánchez cuando llegue a la Moncloa.

En el mismo contexto, una patera con una veintena de migrantes de origen magrebí ha arribado este domingo a una playa de Melilla procedente de la cercana costa de Marruecos, según han informado a Europa Press fuentes policiales.

La embarcación, impulsada a motor, ha conseguido alcanzar pasado el mediodía a toda velocidad la ensenada de los Galápagos, una playa situada entre las rocas de la ciudadela de Melilla La Vieja.