El genocidio de Um Draiga, 42 años con heridas aún sin cicatrizar.


Bir-Lehlu, 19/02/2018 - ElConfidencialSaharaui.Com.

El Genocidio de Um Draiga.


Víctimas de Napalm y fósforo blanco/Cadena Ser



Un día como hoy de febrero de 1976, la aviación marroquí bombardeó el campamento de ”Um Draiga” con fósforo blanco y napalm, armas que queman la piel y llegan a deshacer la carne y los huesos.

El resultado fue de entre 2.000 y 3.000 muertos. Entre ellos niños, mujeres y ancianos quemados y descompuestos por los bombardeos que querían borrar del mapa a la población saharaui en una limpieza étnica.

Hubo más de 300 heridos. Los saharauis que fueron víctimas de este brutal atentado estaban huyendo de las tropas marroquíes hacia Argelia, quien se ofreció a acogerlos.

Según los testimonios de los pocos supervivientes, los bombardeos duraron tres días, regresando los cazas en varias ocasiones al campamento de ”Um Draiga” para continuar con la masacre. Más allá de todas las barbaridades y atrocidades que el ejército de Marruecos perpetró en el Sáhara Occidental, el fósforo y el napalm eran además armas prohibidas en el ámbito del derecho internacional.

La masacre del campamento de Um Draiga , al este de Dajla (Sáhara Occidental), cumple hoy 42 años, una herida que continúa aún sin cicatrizar para los saharauis supervivientes.

Desde el 18 al 23 de febrero de 1976, en plena guerra del Sáhara (1975-1992), cazas marroquíes y apoyados por Francia, entraron en el campamento y mataron a miles de saharauis, entre ellas mujeres, niños y ancianos.

Ninguna cifra existe sobre el número de víctimas. El Polidario estimó en 2.000 las muertes, los marroquíes dijeron que la cifra oscila entre 700 y 800; aunque por otro lado, los supervivientes elevaron la cifra a 2500.

"Nadie puede olvidar lo sucedido. Seguimos conmocionados y sorprendidos, no sólo por lo ocurrido en Um Draiga, sino también por el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes que el Ejército marroquí ha cometido y continúa haciendo en los territorios saharauis ocupados".

La matanza se produjo al siguiente día de la entrada del ejército de Marruecos a El Aaiún.

La aviación marroquí bombardeó esa región y durante la noche los alumbró con bengalas para permitir la masacre.

"En un día de mercadio sobre las 11:00 hora local del 18 de febrero los habitantes del campamento escucharon las cazas marroquíes. Algunos comenzaron a huir.

Casi todas las víctimas de la guerra viven en Dajla, uno de los cinco campamentos de refugiados situados en la Hamada argelina, tras el inicio de la invasión militar marroquí.

El resto de los campamentos están instalados muy cerca de la ciudad de Tinduf. “Los bombardeos dejaron familias enteras exterminadas. Los supervivientes quedaron aterrorizados.

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