¿Para que sirven las negociaciones diplomáticas entre el Frente Polisario y Marruecos?

> La opción de la lucha armada es viable.

ENTREVISTA

Por Lehbib Abdelhay
Bachir Mohamed Lahcen, periodista saharaui investigador de la US/ ECS


Madrid, 16 Abr 19, -(ECS). El Frente Polisario y Marruecos se han vuelto a negociar tras seis de estancamiento en el proceso político. Tras la primera reunión de Ginebra del pasado 05 y 06 de diciembre de 2018, el pasado 22 de marzo las partes se han vuelto a senatrse en la mesa de negociaciones con Köhler en Ginebra.

Después de seis años de ausencia de diálogo, las partes finalmente se han reunido en dos mesas redondas y a la espera de la tercera antes del verano ¿pero que ha cambiado ahora?. Según Bashir Mohamed Lahsen, periodista saharaui e investigador de la Universidad de Sevilla, este cambio se debe a Köhler. El ex presidente alemán ha sido nombrado el pasado 16 de agosto de 2017 por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, como su Enviado Personal para el Sáhara Occidental.

Tras asumir el cargo, a diferencia de sus antecesores, "el ex presidente alemán comenzó su misión con una nueva estrategia basada en contactar a todos los actores internacionales que tienen intereses en el asunto: la Unión Africana, la Unión Europea, Francia y España, entre otros actores", explica Bachir en una entrevista con el digital Mundo Negro.





El periodista saharaui, que se ha desplazado al menos en dos ocasiones a Ginebra para las negociaciones, sostiene que esos contactos se tradujeron en el primer encuentro entre las dos partes en conflicto, el Frente Polisario y Marruecos, que tuvo lugar, en Ginebra, en diciembre de 2018. 


Las dos reuniones diplomáticas han tenido una agenda similar y solo han servido para "romper el hielo". En ningún momento se discutió el fondo del problema. Únicamente sobre puntos para fomentar la confianza, afirma el periodista saharaui. "Pienso que la estrategia de Köhler consiste en tratar primero los temas genéricos sobre los que ya existe bastante consenso, y dejar para más tarde los temas en discordia que, en definitiva, son las posiciones finales de cada parte", señala Bachir.

Estos encuentros sirven para que pueda escuchar a todos los implicados en el proceso, así para recoger información que el ex presidente alemán podrá elaborar para una nueva propuesta "que será la base sobre la cual se pueda negociar".


«Hay una cosa que me llamó la atención en este último encuentro», comenta Lahsen, que ha cubierto las dos rondas de conversaciones. «Sabemos que la terminología y el lenguaje juegan un rol fundamental, son como un canal de comunicación. En un encuentro de tal envergadura los términos se eligen al milímetro y en la rueda de prensa del ministro de Exteriores marroquí, este mencionó por primera vez, y más de una vez, las palabras ‘referéndum de autodeterminación’ e ‘independencia’. Sin embargo, cuando pregunté al ministro si podemos considerar este detalle como un avance en las negociaciones, él respondió que no».

La opción de la lucha armada es viable.





Mientras, el pueblo saharaui «está cansado, no solo por las difíciles condiciones en las que vive en los campos de refugiados de Tinduf, Argelia, y la falta de libertades que sufre en las zonas ocupadas, sino también de este proceso infinito en el que lo único que cambia es el nombre de los intermediarios internacionales. Mientras, el sufrimiento en el terreno sigue igual o peor, y eso hace que los saharauis hayan perdido la esperanza en la ONU y en la posibilidad de llegar a un acuerdo de forma pacífica», se lamenta Lahsen. El periodista afirma que cada vez más los jóvenes reclaman la vuelta a las armas, lo que supone «una enorme presión para el Frente Polisario ya que más del 60% de los miembros del Ejército de Liberación Popular Saharaui son jóvenes».

Si de verdad se quieren conseguir avances en este proceso de negociaciones, las dos partes deberían hacer concesiones. Ahí surge la gran pregunta, ¿están dispuestas a hacerlo? Hasta ahora, solo el Frente Polisario parece haber dado algún paso en este sentido al aceptar la Resolución 2440 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de octubre de 2018 que deja claro que cualquier solución al conflicto pasa por reconocer al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación. También ha aceptado que en un eventual referéndum se pregunte por las tres opciones que están sobre la mesa: independencia, autonomía o integración plena con Marruecos.