Rabat, 28 Marzo de 2020. -(ECSAHARAUI)
Redacción Lehbib Abdelhay/ECS actualización.
En el año 2003 el CNI (Centro Nacional de Inteligencia española) fue alertado por primera vez de que los narcotraficantes colombianos habían llegado a un acuerdo con sus homólogos marroquíes para aprovechar las consolidadas redes de tráfico de hachís para introducir cocaína en España. Esas fuentes alertaron incluso de la proximidad de miembros del Mjazén (en entorno de la casa real marroquí) a esta operación. Sorprendentemente, el CNI explicó que entre sus funciones no se encontraba la lucha contra el narcotráfico, a pesar de que una táctica de la guerra de baja cota es precisamente debilitar la sociedad del enemigo impulsando el consumo de drogas.
Con el tiempo, aquellas primeras informaciones recibidas por el CNI se han ido confirmando: en 2010 Interpol informó a los cuerpos de seguridad marroquíes de la inminente llegada a las aguas del Sáhara Occidental de grandes cantidades de cocaína colombiana en barcos pesqueros cuyos dueños son generales marroquíes y sus familias. A raíz de la presión internacional, las autoridades marroquíes se vieron obligadas a aprehender considerables cantidades de cocaína que estaban guardadas en un barco propiedad de un general marroquí de alto rango, apenas una mínima parte de la que había ido llegando a este país magrebí.
El clandestino trabajo está relacionado con importantes generales del ejército marroquí como el General Abdelaziz Banani, ex Inspector General de las Fuerzas Armadas de la monarquía, el general Houssni Bensleiman, ex Director de la Gendarmería marroquí y el general Abdel-Hag Gadiri, ex-director de la Seguridad Marroquí y uno de los consejeros más consultados por el rey Mohamed VI.
La cuestión es si este narcotráfico se realiza solamente con fines de lucro personal o si tiene un objetivo estratégico mucho más importante. La presencia de altos oficiales del entorno de Mohamed VI apunta a la segunda opción. Esta estrategia consiste en debilitar a las sociedades del Norte del Mediterráneo para que acepten sumisamente la exportación de inmigración marroquí.
Marruecos exporta a Europa solo inmigrantes, droga y terrorismo… y luego chantajea a los países receptores para que aporten fondos para combatir la inmigración ilegal, el narcotráfico y el terrorismo yihadista. Una hábil estrategia que sería inútil si en Europa gobernaran verdaderos estadistas en lugar de políticos de perfil bajo con la vista puesta en su imagen antes que en los intereses de de sus naciones.
La actividad agresiva de los servicios secretos marroquíes en Europa es la gran muestra de que ese país, amparado en su relación preferencial con los EE.UU, practica una política de hostigamiento hacia Europa y, particularmente, hacia España que la Unión Europea contesta tendiendo cada vez más la mano hacia Marruecos y permitiendo sus exportaciones hortofrutícolas hacia el viejo continente, debilitando aún más la agricultura europea. Y todo esto, ante la vista de unas autoridades que se niegan a considerar la evidencia: Marruecos es el “enemigo del Sur” y así debiera ser considerado.
● Al igual que Arabia Saudita, Rabat está implicada en el resurgimiento de los grupos terroristas en el Sahel.
Tras la caída del líder libio, nacieron de la nada importantes grupos yihadistas africanos en el Norte de Malí, Lago de Chad, Burkina Faso y Níger. El terrorismo saheliano reorganizó sus fuerzas ante el incremento de la presencia militar de Francia y refuerza su posición ante la penetración de las fuerzas de la Operación "Barkhane."
Desde ahí se diseñaron, organizaron y lanzaron operaciones en países vecinos, como ha sido el caso de Mauritania, Campamentos de Refugiados saharauis, Argelia, Malí y Burkina Faso. El derrocamiento de Gadafi fue el perfecto pretexto para la intervención francesa en la región. Según el plan de acción, Marruecos se encarga de suministrar combatientes y financiación a través del hachís marroquí. Información que fue confirmada después por un informe de la Academia Militar de Estados Unidos tras la proclamación del Califato en Siria e Irak. El trabajo de investigación fue realizado por West Point. Marruecos es el principal exportador mundial de bombas suicidas y de combatientes. El dato nuevo figura en un reciente estudio estadounidense.
No obstante, Francia armó a estos grupos terroristas y les facilitó el suministro de armas. Los contenedores de armas fueron entregados por Qatar y los Emiratos Árabes Unidos (donde el ex presidente galo ejerce su talento de profesor) en avión a Benghazi, luego en barco hasta Misrata, ciudad en poder de los insurgentes. Se lanzaron paracaídas franceses en Jebel Nefoussa, no lejos de la frontera con Túnez. Se lanzaron masas de lanzacohetes, rifles de asalto, ametralladoras y especialmente misiles antitanques de Milán.
Marruecos y los grupos terroristas del Norte de Malí.
Un documento secreto, según informes de inteligencia, informó de la "colaboración" entre el servicio de la Dirección General de Investigación y Documentación (DGED) y Daesh en el Magreb Islámico (ISIS) con sede en Mali.
El agregado militar en la embajada de Marruecos en Bamako está involucrado, junto a un conocido periodista mauritano, en la financiación, reclutatamiento y preparación de atentados terroristas contra las fuerzas de paz de las Naciones Unidas desplegadas en Malí y las fuerzas europeas presentes en esa región. El MUYAO, una filial del Daesh en África del Norte está bajo la comandancia del mencionado militar marroquí, funcionario en la embajada de Rabat.
Esta organización de terroristas fue quien cometió el secuestro de tres cooperantes en los campamentos de refugiados saharauis en 2011, también secuestró en 2015 al cónsul de Argelia en Gao y lo asesinaron meses después.
Así lo demostraba un documento confidencial marroquí filtrado, en el que se apreciaba como ''El Majzen'' (Palacio Real marroquí) y la organización terrorista Al-Qaeda en el Magreb Islámico llegaron a un acuerdo para llevar a cabo un plan hostil contra Argelia y Mali. Esta alianza se formó gracias a una reunión que mantuvieron en secreto algunos funcionarios del Servicio de Vigilancia del Territorio (DGST), denominada la inteligencia interior marroquí, con el entonces líder de la organización terrorista, en territorio mauritano, según el documento.
La droga marroquí y los grupos terroristas.
El INFORME de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) recogidos en el World Drug Report 2018, afirma que los traficantes de estupefacientes pagan a los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico para proteger los envíos que cruzan el Sahel y luego a África subsahariana.
La importantísima producción de droga en Marruecos unida a las evidencias crecientes de la relación entre el mundo de los traficantes de drogas y el terrorismo, hacen necesario detenerse en el estudio de interés en gran medida prospectivo, de una relación fructífera entre delincuentes y de una progresiva convergencia entre ambos.
En relación a este asunto, los yihadistas y su conexión con el tráfico de drogas procedente de Marruecos, conviene recordar operaciones en los últimos meses de vínculos de terroristas con los traficantes de cannabis que cruzan el Sáhara y el Sahel.
De tal variedad de actores y de escenarios nos detendremos precisamente en el último de ellos, la Policía marroquí anunció la incautación en el puesto fronterizo de Guerguerat de doce toneladas en un camión de matrícula marroquí con dirección a un país africanos, sin precisar.
Hoy es evidente para todos que los combatientes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) - actualmente El MUYAO y otras facciones -, se benefician del tráfico de droga a gran escala desde Marruecos, y que cada vez con más frecuencia incorporan a sus células y grupos a delincuentes de todo tipo aprovechando de paso sus redes clandestinas.
Tras esta operación, existen claros indicios de que el cargamento interceptado en Guinea Bissau estaba conectado con la financiación de los grupos terroristas de Malí (AQMI y MUYAO). Esto resulta bastante preocupante, sobre todo, cuando se pensaba que las acciones de los cascos azules de la ONU y la intervención militar europea en el Sahel, liderada por Francia, habían puesto fin a esa colaboración.
La creciente penetración del cannabis marroquí en la región del África Occidental en general y del Magreb en particular para desde ahí saltar a Europa y a África subsahariana, está además haciendo temer a fuerzas de seguridad de varios países que dicho tráfico, hasta tiempos recientes ajeno a la zona, penetre las redes que ya traficaban con otras drogas o con seres humanos (inmigrantes) así como las células terroristas.
Redacción Lehbib Abdelhay/ECS actualización.
En el año 2003 el CNI (Centro Nacional de Inteligencia española) fue alertado por primera vez de que los narcotraficantes colombianos habían llegado a un acuerdo con sus homólogos marroquíes para aprovechar las consolidadas redes de tráfico de hachís para introducir cocaína en España. Esas fuentes alertaron incluso de la proximidad de miembros del Mjazén (en entorno de la casa real marroquí) a esta operación. Sorprendentemente, el CNI explicó que entre sus funciones no se encontraba la lucha contra el narcotráfico, a pesar de que una táctica de la guerra de baja cota es precisamente debilitar la sociedad del enemigo impulsando el consumo de drogas.
Con el tiempo, aquellas primeras informaciones recibidas por el CNI se han ido confirmando: en 2010 Interpol informó a los cuerpos de seguridad marroquíes de la inminente llegada a las aguas del Sáhara Occidental de grandes cantidades de cocaína colombiana en barcos pesqueros cuyos dueños son generales marroquíes y sus familias. A raíz de la presión internacional, las autoridades marroquíes se vieron obligadas a aprehender considerables cantidades de cocaína que estaban guardadas en un barco propiedad de un general marroquí de alto rango, apenas una mínima parte de la que había ido llegando a este país magrebí.
El clandestino trabajo está relacionado con importantes generales del ejército marroquí como el General Abdelaziz Banani, ex Inspector General de las Fuerzas Armadas de la monarquía, el general Houssni Bensleiman, ex Director de la Gendarmería marroquí y el general Abdel-Hag Gadiri, ex-director de la Seguridad Marroquí y uno de los consejeros más consultados por el rey Mohamed VI.
La cuestión es si este narcotráfico se realiza solamente con fines de lucro personal o si tiene un objetivo estratégico mucho más importante. La presencia de altos oficiales del entorno de Mohamed VI apunta a la segunda opción. Esta estrategia consiste en debilitar a las sociedades del Norte del Mediterráneo para que acepten sumisamente la exportación de inmigración marroquí.
Marruecos exporta a Europa solo inmigrantes, droga y terrorismo… y luego chantajea a los países receptores para que aporten fondos para combatir la inmigración ilegal, el narcotráfico y el terrorismo yihadista. Una hábil estrategia que sería inútil si en Europa gobernaran verdaderos estadistas en lugar de políticos de perfil bajo con la vista puesta en su imagen antes que en los intereses de de sus naciones.
La actividad agresiva de los servicios secretos marroquíes en Europa es la gran muestra de que ese país, amparado en su relación preferencial con los EE.UU, practica una política de hostigamiento hacia Europa y, particularmente, hacia España que la Unión Europea contesta tendiendo cada vez más la mano hacia Marruecos y permitiendo sus exportaciones hortofrutícolas hacia el viejo continente, debilitando aún más la agricultura europea. Y todo esto, ante la vista de unas autoridades que se niegan a considerar la evidencia: Marruecos es el “enemigo del Sur” y así debiera ser considerado.
● Al igual que Arabia Saudita, Rabat está implicada en el resurgimiento de los grupos terroristas en el Sahel.
Tras la caída del líder libio, nacieron de la nada importantes grupos yihadistas africanos en el Norte de Malí, Lago de Chad, Burkina Faso y Níger. El terrorismo saheliano reorganizó sus fuerzas ante el incremento de la presencia militar de Francia y refuerza su posición ante la penetración de las fuerzas de la Operación "Barkhane."
Desde ahí se diseñaron, organizaron y lanzaron operaciones en países vecinos, como ha sido el caso de Mauritania, Campamentos de Refugiados saharauis, Argelia, Malí y Burkina Faso. El derrocamiento de Gadafi fue el perfecto pretexto para la intervención francesa en la región. Según el plan de acción, Marruecos se encarga de suministrar combatientes y financiación a través del hachís marroquí. Información que fue confirmada después por un informe de la Academia Militar de Estados Unidos tras la proclamación del Califato en Siria e Irak. El trabajo de investigación fue realizado por West Point. Marruecos es el principal exportador mundial de bombas suicidas y de combatientes. El dato nuevo figura en un reciente estudio estadounidense.
No obstante, Francia armó a estos grupos terroristas y les facilitó el suministro de armas. Los contenedores de armas fueron entregados por Qatar y los Emiratos Árabes Unidos (donde el ex presidente galo ejerce su talento de profesor) en avión a Benghazi, luego en barco hasta Misrata, ciudad en poder de los insurgentes. Se lanzaron paracaídas franceses en Jebel Nefoussa, no lejos de la frontera con Túnez. Se lanzaron masas de lanzacohetes, rifles de asalto, ametralladoras y especialmente misiles antitanques de Milán.
Marruecos y los grupos terroristas del Norte de Malí.
Un documento secreto, según informes de inteligencia, informó de la "colaboración" entre el servicio de la Dirección General de Investigación y Documentación (DGED) y Daesh en el Magreb Islámico (ISIS) con sede en Mali.
El agregado militar en la embajada de Marruecos en Bamako está involucrado, junto a un conocido periodista mauritano, en la financiación, reclutatamiento y preparación de atentados terroristas contra las fuerzas de paz de las Naciones Unidas desplegadas en Malí y las fuerzas europeas presentes en esa región. El MUYAO, una filial del Daesh en África del Norte está bajo la comandancia del mencionado militar marroquí, funcionario en la embajada de Rabat.
Esta organización de terroristas fue quien cometió el secuestro de tres cooperantes en los campamentos de refugiados saharauis en 2011, también secuestró en 2015 al cónsul de Argelia en Gao y lo asesinaron meses después.
Así lo demostraba un documento confidencial marroquí filtrado, en el que se apreciaba como ''El Majzen'' (Palacio Real marroquí) y la organización terrorista Al-Qaeda en el Magreb Islámico llegaron a un acuerdo para llevar a cabo un plan hostil contra Argelia y Mali. Esta alianza se formó gracias a una reunión que mantuvieron en secreto algunos funcionarios del Servicio de Vigilancia del Territorio (DGST), denominada la inteligencia interior marroquí, con el entonces líder de la organización terrorista, en territorio mauritano, según el documento.
La droga marroquí y los grupos terroristas.
El INFORME de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) recogidos en el World Drug Report 2018, afirma que los traficantes de estupefacientes pagan a los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico para proteger los envíos que cruzan el Sahel y luego a África subsahariana.
La importantísima producción de droga en Marruecos unida a las evidencias crecientes de la relación entre el mundo de los traficantes de drogas y el terrorismo, hacen necesario detenerse en el estudio de interés en gran medida prospectivo, de una relación fructífera entre delincuentes y de una progresiva convergencia entre ambos.
En relación a este asunto, los yihadistas y su conexión con el tráfico de drogas procedente de Marruecos, conviene recordar operaciones en los últimos meses de vínculos de terroristas con los traficantes de cannabis que cruzan el Sáhara y el Sahel.
De tal variedad de actores y de escenarios nos detendremos precisamente en el último de ellos, la Policía marroquí anunció la incautación en el puesto fronterizo de Guerguerat de doce toneladas en un camión de matrícula marroquí con dirección a un país africanos, sin precisar.
Hoy es evidente para todos que los combatientes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) - actualmente El MUYAO y otras facciones -, se benefician del tráfico de droga a gran escala desde Marruecos, y que cada vez con más frecuencia incorporan a sus células y grupos a delincuentes de todo tipo aprovechando de paso sus redes clandestinas.
Tras esta operación, existen claros indicios de que el cargamento interceptado en Guinea Bissau estaba conectado con la financiación de los grupos terroristas de Malí (AQMI y MUYAO). Esto resulta bastante preocupante, sobre todo, cuando se pensaba que las acciones de los cascos azules de la ONU y la intervención militar europea en el Sahel, liderada por Francia, habían puesto fin a esa colaboración.
La creciente penetración del cannabis marroquí en la región del África Occidental en general y del Magreb en particular para desde ahí saltar a Europa y a África subsahariana, está además haciendo temer a fuerzas de seguridad de varios países que dicho tráfico, hasta tiempos recientes ajeno a la zona, penetre las redes que ya traficaban con otras drogas o con seres humanos (inmigrantes) así como las células terroristas.
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