CRÓNICA | Marruecos recurre al Estado Islámico (ISIS) para manchar la guerra de liberación del Sáhara Occidental.

 Madrid. - 5/12/2020 - ECSaharaui.

Inmigración, terrorismo, narcotráfico y una innumerable lista, son las bazas con las que cuenta Marruecos para desacreditar la honestidad y humildad de un pueblo que lucha por su libertad e independencia legitimado por el derecho internacional. Curiosamente, tres ámbitos donde Marruecos ocupa una posición destacable. ¿Efecto espejo?

Autor: Mohamed Salem Abdelhay.

Este mediodía, a través de una nota de prensa publicada en el boletín Al Nabae, el ISIS se pronunció por primera vez en forma de una editorial sobre el conflicto del Sáhara Occidental, y lo hizo únicamente para criticar a ambas partes contendientes, acusando al Frente Polisario de ser una secta apóstata y a Marruecos de poseer un ejército al servicio de un tirano que inició la agresión de El Guerguerat, metiendo también en el saco de acusaciones a Argelia. Al parecer las causas subyacentes detrás de estas acusaciones estarían detrás de las oraciones, habitualmente realizadas, en los campamentos saharauis. Respecto a Marruecos señala a Mohamed Al Fizazi, clérigo, amigo y consejero de Mohamed VI, ya que éste se refirió a morir en la guerra como equivalente al martirio. Pero, ¿qué es el ISIS y quién es su líder?

Con todos estos datos, veamos quién es el líder terrorista en el Sahel, Adnan Abdul Walid al Sahraui, fundador del Estado Islámico en el Gran Sáhara, figuró en grupos terroristas como Al Murabitun y Muyao, igualmente fue miembro del consejo de la Shura de Al Qaeda en el Magreb Islámico. 

Biografía de un escapista:

Adnan Abdul Walid al Sahraui nació el 28 de Febrero de 1973 en Smara (colonia española) como Lehbib Uld Abdi Uld Said Uld Bachir, y no acabado en Uld Yumani como señalan otras fuentes. Nació, creció y se desarrolló en el seno de una familia numerosa, posee 9 hermanos, 5 varones y el resto mujeres. Tras haber alcanzado la mayoría de edad y finalizar sus estudios de bachillerato en Smara ocupada, decide huir a los campamentos saharauis en 1992, dejando al resto de su familia en los territorios ocupados. En el mismo año solicita la admisión en estudios superiores y se le concedió una beca los años 1993 y 1994, siendo admitido en la Universidad de Mantouri, en Constantina (Argelia). Se graduó en 1997 en Ciencias Sociales y regresó a los campamentos donde había conseguido alojamiento con una tía suya por parte de madre. Sin embargo a partir del año 2000 se pierde su rastro y deja de personarse en los campamentos, según testimonios de personas a las que ECS preguntó. De la misma forma, altos mandos militares saharauis y responsables de regiones militares niegan haber instruido a Adnan, confirmando de forma taxativa que éste nunca recibió ningún tipo de adiestramiento por parte del Polisario.

No obstante, dada la dificultad de documentar la vida de un refugiado por el carácter inestable que ésta presenta, ECS, para confirmar de forma certera, inició contactos ésta vez con los integrantes de las agrupaciones militares que se graduaron en los años 1997, 1998 y 1999 del ELPS. Siendo interrogados sobre el mismo tema y mostrando imágenes del preguntado, nadie reconocía su rostro ni su nombre o apellido, situación extremadamente rara dado que en los campamentos de refugiados saharauis todo el mundo se conoce o al menos, se reconoce por sus apellidos y lazos familiares. Durante su estancia en los campamentos por un periodo de no menos de 3 años, éste mostraba un férreo rechazo a las políticas sociales desarrolladas por el Polisario, el rol de la mujer y las escuelas mixtas eran objeto de duras criticas por su parte. Por lo que se concluye que Adnan cruzó las fronteras en el año 2000, sin poder especificar el mes. A partir del 2000 se encuentra en Nuakchott, inscrito en el centro saudí de reclutamiento ''Ibn Abbas'', posteriormente clausurado por las autoridades mauritanas tras revelarse que era un punto de partida para los grupos terroristas. A través de su militancia en dicho centro, consiguió dinero para promocionar su extremismo ya desbordante.

Su nombre vuelve a resonar fuerte en el año 2010 al aparecer en los medios como el fundador y arquitecto del MUYAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental) y miembro del AQMI, Al Qaeda en el Magreb Islámico. A finales de 2011 lleva a cabo el mayor ataque terrorista sufrido por el Polisario al atacar las ayudas humanitarias de las que depende la población refugiada, secuestrando a tres cooperantes europeos en los campamentos. Evidentemente, aquí se esfuma la posibilidad de que Adnan sea pro-saharaui o seguidor del Polisario y deja serias dudas acerca de a quién sirve efectuar un ataque terrorista en suelo argelino contra una población refugiada expulsada de su tierra. Por aquel entonces, el representante permanente de Marruecos en la ONU pidió congelar todas las ayudas humanitarias a los refugiados saharauis, una petición similar fue realizada en Enero del año pasado.

Por otro lado, para llevar a cabo una operación de esta envergadura y proclamarse el líder o cabecilla en el norte de África, se hace necesario contar con contactos con los servicios de inteligencia de los países de la región. En los registros de información de varios países no aparece, sin embargo desde 2011 su nombre y el deleznable acto que cometió corrieron como la pólvora. En un giro inesperado de los hechos, el propio AQMI reivindica en una carta en la que rechazaba toda implicación en el secuestro de los cooperantes y expulsa de su grupo al propio Adnan aludiendo rebeldía. Después de ser expulsado del AQMI, decide fundar otro grupúsculo terrorista (MUYAO), fusionándose en 2012 con ''Signatarios por la Sangre'', otro grupo terrorista liderado por Mojtar Belmojtar, resultando en la creación de ''Al Murabitun''. Y en 2013 atentan de nuevo en suelo argelino, ésta vez contra la estación de gas In Amenas, provocando un secuestro de rehenes que tuvo un significativo impacto en la economía argelina al detener la producción.

En 2014 es asesinado por la fuerza aérea francesa quien fuera el líder del MUYAO, Ahmed Tilemsi. Ya en 2015, Adnan se declara leal al ISIS por proclamar el califato de Irak y abre un enfrentamiento contra quien fuera su amigo, Mojtar Belmojtar por deserción. Este último fue objetivo de bombardeos franceses en Libia pero no ha sido posible ni desmentir ni confirmar su muerte. En este contexto, se le allana el camino a Adnan para ser el máximo líder terrorista en el Gran Sáhara y África Occidental. A finales de 2015 lleva a cabo el ataque terrorista en el hotel Blue de Bamako con el mismo proceder que su historial terrorista. 

En la actualidad, Adnan Abdul Walid junto a un grupo étnicamente heterogéneo de personas provenientes de la tribu maliense Fulani, siendo el norte de este país su campo de acción, entre la frontera de Níger y Burkina Faso, al norte del río Tapoa. Esta tribu le ofrece seguridad y cobijo a cambio de contar con su respaldo, bien para disuadir sus vecinos o para efectuar ataques, ya que como es sabido, las afinidades tribales tienen peso en el reparto de territorios.

¿Por qué Marruecos acusa de terrorismo y narcotráfico?

La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, autora del documento, indica que Marruecos está muy por delante del siguiente país en la lista, Afganistán, que produce al año 1.400 toneladas, sobre una superficie de cultivo de 10.000 hectáreas. La producción y la comercialización del hachís marroquí es ya de tal envergadura y se ha comenzado a combatir tan tarde.

Las recientes incautaciones llevadas a cabo por el ejército saharaui, indican cifras récords que hacen resurgir la posible conexión entre el tráfico de drogas procedente de Marruecos en África occidental, y los grupos terroristas que operan en Malí.

La importantísima producción de droga en Marruecos unida a las evidencias crecientes de la relación entre el mundo de los traficantes de drogas y el terrorismo, hacen necesario detenerse en el estudio de interés en gran medida prospectivo, de una relación fructífera entre delincuentes y de una progresiva convergencia entre ambos.

Hoy es evidente para todos que los combatientes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) - actualmente JNIM (Jamaat Nusrat Al Islam Wal Muslimin) y otras facciones -, se benefician del tráfico de droga a gran escala desde Marruecos, y que cada vez con más frecuencia incorporan a sus células y grupos a delincuentes de todo tipo aprovechando de paso sus redes clandestinas.

Existen claros indicios de que el cargamento interceptado en Guinea Bissau en marzo de 2019 estaba conectado con la financiación de los grupos terroristas de Malí (ISGS, AQMI y JNIM). Esto resulta bastante preocupante, sobre todo, cuando se pensaba que las acciones de los cascos azules de la ONU y la intervención militar europea en el Sahel, liderada por Francia, habían puesto fin a esa colaboración. Más reciente es aún, el aviso que le dió la ONU a Marruecos por su falta de compromiso y cooperación en la lucha contra el narcotráfico.  Visto así, emerge en el horizonte una conclusión que resume la política; si Francia es el garante de Marruecos en la ONU, ¿por qué lucha tan decididamente contra el narcotráfico y terrorismo en África? ¿Acaso no sabe que el productor y financiador es uno de sus mayores aliados y protegidos?

Las autoridades marroquíes siempre recurren a estos delitos para encarcelar a sus periodistas más críticos o para hundir una población y sumirla en el caos, como es el caso de lo que ocurre por la brecha ilegal de El Guerguerat, el paso de drogas por esta abertura provoca un reguero de sangre que llega hasta Libia, ya que por Argelia no pueden cruzar al tener las fronteras cerradas. Esto también nos muestra de cuán débil es este punto para Marruecos, recuérdese que las fuerzas de ocupación marroquíes lo intentaron asfaltar en 3 ocasiones 2000, 2001 y 2016. Nadie en su sano juicio, propicia desatar una guerra si lo que pierde es más de lo gana, y evidentemente el equilibrio del miedo para Marruecos ha cambiado.