Agencias
Madrid (ECS).- Túnez y Argelia, segunda y tercera mejor selección de África según el ránking de FIFA, disputan mañana en el estadio Al Bayt de Doha la final de la Copa Árabe de Fútbol, un torneo menor creado en 1963 y que en esta edición la FIFA ha organizado por primera vez en su historia como banco de pruebas para el Mundial de Catar 2022, que se celebrará en las mismas fechas.
Una experiencia que el presidente del máximo organismo del fútbol internacional, Gianni Infantino, ponderó días atrás como muy positiva, convencido de que el controvertido "mundial de invierno" tendrá una gran aceptación y un impacto que contribuirán al desarrollo nuevos modelos que amplíen la globalidad del fútbol.
Un choque entre viejos conocidos
Argelia y Túnez tienen mucho en común. Además de ser vecinos y estar unidos por el idioma, la historia y la cultura, muchos jugadores argelinos compiten en la liga tunecina. Entre los argelinos que actualmente participan en la Copa Árabe de la FIFA y juegan en clubes tunecinos se encuentran Abdelkader Bedrane, Ilyes Cheti, Mohamed Tougai, Hocine Benayada, Tayeb Meziani y Zineddine Boutmene, mientras que dos de sus figuras, Youcef Belaili y Baghdad Bounedjah, estuvieron en Túnez antes de mudarse a Catar.
"Va a ser un gran duelo de rivalidad entre dos selecciones norteafricanas que se conocen bien. Nosotros conocemos a Túnez y ellos a nosotros. Será un partido difícil y quien merezca ganar se llevará el título", analiza el jugador argelino Benlamri. "La final se decide por pequeños detalles. Los dos equipos harán lo imposible por ganar y alzar el trofeo. La selección que esté más presente en el campo y más concentrada que el rival se llevará el premio. Vamos a prepararnos bien y seguir con la misma determinación para ganar esta Copa Árabe", advierte.
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