Nueva Zelanda sigue saqueando fosfato de los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

Sidi Maatala.

ECS. Madrid. | Western Sahara Campaign-NZ informó que otro cargamento de roca de fosfato saqueado del Sahara Occidental ocupado se dirige hacia Nueva Zelanda. El buque en cuestión es el Stoney Stream que transporta un cargamento de fosfato saharaui al puerto de Napier, que será comercializado por la multinacional Ravensdown. Esta ilegal operación sigue a un cargamento similar para otra multinacional neozelandesa, Ballance Agri-Nutrients, que llegó en enero, empresa con sede en la ciudad de Tauranga.

Cabe destacar que en palabras del Tribunal Superior, estas importaciones plantean un "riesgo de reputación" para Nueva Zelanda. Y no solo su reputación sino que ponen de relieve su hipocresía, ya que destacan un doble rasero que está empleando el gobierno de Nueva Zelanda. La invasión de Ucrania ha puesto claramente de manifiesto el horror de la invasión, algo que el pueblo del Sáhara Occidental conoce muy bien. Sin embargo, a diferencia de las ofertas de asistencia que Ucrania está recibiendo de Nueva Zelanda, todo lo que está recibiendo el Sáhara Occidental es el conocimiento de que sus recursos soberanos seguirán siendo saqueados por las fertilizantes Ravensdown y Ballance Agri-Nutrients.  Estas importaciones no verán ninguna intervención del gobierno de Nueva Zelanda a pesar de que se le ha advertido con antelación.

Western Sahara Campaign-NZ pide a la ministra Nanaia Mahuta que reevalúe urgentemente la posición de Nueva Zelanda sobre el Sáhara Occidental, y ordene el cese inmediato de las importaciones. Western Sahara Campaign-NZ también pide al parlamentario de Napier, Stuart Nash, que plantee el asunto de estas importaciones directamente a Ravensdown y le recuerde el " riesgo reputacional" que representan tanto para Nueva Zelanda como para Napier.

Con la continuación de estas importaciones, Nueva Zelanda está ayudando y siendo cómplice de un régimen marroquí que invadió y ocupó un territorio en violación de la carta y las resoluciones de la ONU. 

Pese a la guerra, Nueva Zelanda continúa importando fosfato del Sáhara Occidental. La Corte Suprema de Nueva Zelanda falló el 15 de marzo del año pasado que Marruecos no tiene ni la soberanía ni la autoridad administrativa sobre la región ocupada, la sentencia argumentó que la política de inversión ética de Guardians (fondo de inversión) era ilegal y que habían incumplido su obligación de evitar perjuicios a la reputación de Nueva Zelanda, ya que no había tenido debidamente en cuenta la cuestión de si debería retener las inversiones del fondo en el Sáhara Occidental. Del mismo modo, son varias las organizaciones que demandan al gobierno neozelandés que detenga este expolio, al que llaman ''fosfato con sangre saharaui''. En el mismo contexto, el Sindicato de Ferrocarriles y Transporte Marítimo, considerado uno de los sindicatos más importantes y grandes de Nueva Zelanda advirtió en un comunicado la tamaña ilegalidad que se está cometiendo, llamando la atención de sus autoridades para que intervengan.

Desde el 2012, los fondos de pensiones y de inversión de todo el mundo han retirado sus inversiones de las empresas involucradas en el saqueo de recursos naturales en el Sáhara Occidental, con el argumento de que el comercio de fosfatos contribuye a la ocupación continua del Sáhara Occidental por Marruecos