La directora del CNI se reunió en Madrid con Hamouchi, el policía marroquí que espió al gobierno


Agencias | ECSAHARAUI 

Madrid (ECS) - El hombre que impulsó el uso del malware Pegasus en Marruecos se ha paseado por Madrid los pasados ​​16 y 17 de junio, no por placer sino por trabajo. Se trata de Abdellatif Hammouchi, director de la Seguridad Nacional marroquí, la policía convencional, y la Dirección General de Supervisión del Territorio (DGST), el cuerpo secreto. Según publica El Confidencial, Hammouchi vino al Estado español para entrevistarse con Esperanza Casteleiro, la nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con la intención de "limar asperezas". El digital afirma que este gesto muestra cómo las autoridades marroquíes se han avenido a dar explicaciones en España de su uso de Pegasus. 

Puede considerarse un movimiento reconciliador, lo que justificaría porque esta reunión y la misma visita de Hammouchi ha sido tan ampliamente seguida y recogida por los medios de comunicación marroquíes, pero no desde los medios españoles. El gobierno ocultó la visita. 

Los detalles de la visita de Hammouchi fue recogida por toda la prensa marroquí la semana pasada. Mientras, en el Ministerio de Interior español aseguró que no hubo ninguna cita en su sede y desde el CNI no se respondieron las llamadas de El Confidencial al respecto. Dos modos de tratar un mismo encuentro de forma muy diferente, especialmente teniendo en cuenta el estruendo político que ha implicado el uso del software de origen israelí en todo el Estado español y del mundo.

La figura de Hammouchi, el superpolicia marroquí que espió al gobierno

Hammouchi es en sí mismo una persona que despierta cierta controversia. Sus cargos, mencionados anteriormente, le hacen concentrar el control de la policía convencional y la secreta. Una centralización de poder que nunca ningún policía había tenido en Marruecos. Entre su trabajo se encuentra la persecución de opositores, en los que se incluyen los periodistas, activistas y políticos.

Bajo el control de Hammouchi los servicios secretos marroquíes se han visto envueltos en polémicas por espionaje y, en algunos casos, por el uso del software Pegasus. Amnistía Internacional y Forbidden Stories, consorcio de 17 medios, publicaron en julio del 2021 un informe en el que señalaba a Marruecos como la potencia que puso en marcha el software de Pegasus. "El software espía Pegasus, comercializado por la firma israelí NSO, se ha utilizado durante varios años para monitorear sistemáticamente a periodistas, activistas y otros miembros de la sociedad civil". Entre los espiados estaba nada menos que el presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez y cuatro de sus ministros.

Hammouchi se entrevistó con Esperanza Casteleiro, la nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según ha revelado este martes El Confidencial. "Vino a limar asperezas", añadió el rotativo español que citó fuentes conocedoras de la reunión. "Las autoridades marroquíes se han avenido a dar explicaciones a España sobre el uso que hicieron del programa malicioso Pegasus", agrega.

El "súper agente" marroquí ha dado explicaciones en Madrid. Según la misma fuente, probablemente negando ante las autoridades españolas su implicación en el espionaje masivo a miembros del gobierno de España.

El jefe de los servicios secretos y la Policía de Marruecos, de 56 años, llegó a Madrid procedente de EE.UU donde se reunió en Washington el 13 y 14 de junio con los responsables de la CIA, William Burns, y del FBI, Christopher Wray. Según una fuente conocedora, los directores de seguridad norteamericanos han pedido a Hammouchi una explicación detallada sobre el uso indebido del software Pegasus para espiar a ciudadanos, periodistas y hasta jefes de Estado y ministros.

El espionaje con Pegasus a los móviles del presidente del Gobierno español y de sus ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Marlaska—así como el intento de espiar el del ministro de Agricultura, Luis Planas— se produjeron en mayo y junio del año pasado, el momento de la crisis diplomática entre España y Marruecos. 

Según el rotativo español, el Gobierno de Sánchez no ha señalado a Rabat como la responsable del espionaje —el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, le ha incluso exculpado públicamente—, pero sí sabe que es la potencia que puso en marcha ese espionaje, y no solo por las fechas en que se produjo el ciberataque. Así lo señalan informes reservados del CNI. 

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