ECSAHARAUI - AFP
Madrid (ECS).- El martes, el presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa expreso el respaldo inquebrantable de su gobierno a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en su conflicto con Marruecos por el Sáhara Occidental ocupado.
Tras la visita de Estado que el presidente saharaui, Brahim Ghali, realiza en estos dias a Sudáfrica, Marruecos criticó duramente el jueves lo que calificó "gesticulaciones y agitaciones" de Pretoria sobre el conflicto del Sáhara Occidental, en reacción al anuncio del presidente sudafricano que expresó el apoyo total y firme de su país a la independencia de la región.
"Las "gesticulaciones y agitaciones" de Sudáfrica reflejan su "incapacidad para actuar sobre el tema", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita.
"El hecho de que se haya tendido la alfombra roja para recibir a Ghali no altera la situación, sino que expresa la incapacidad de Sudáfrica de influir en ella", insistió Bourita durante una rueda de prensa en Rabat con su homóloga belga Hadja Lahbib. Lehbib, por su parte, expresó ante los periodistas que Bruselas apoya una solución en el Sáhara Occidental en el marco de la ONU y las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El Frente Polisario está haciendo campaña por un estado independiente en el Sáhara Occidental, una vasta extensión de desierto rica en fosfato que estuvo bajo el dominio España entre 1884 y 1975 y ahora ocupada militarmente por Marruecos.
El Frente Polisario proclamó la RASD en 1976, colocándola en conflicto con Marruecos, que en su momento decidió ocupar el Sáhara Occidental considerarlo como parte de su propio territorio.
Rabat ocupa casi el 80 por ciento del territorio y está presionando y empleando una política agresiva por una autonomía bajo su soberanía.
La comunidad internacional ha respaldado durante mucho tiempo la celebración de un referéndum de autodeterminación para decidir el estatus final del territorio.
La RASD es miembro de la Unión Africana y reconocida por más de 80 países en África, América Latina y Asia.
La dinámica del conflicto a fuego lento cambió en 2020 cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a cambio de la normalización de las relaciones del reino con Israel.
"Estamos preocupados por el silencio que persiste en el mundo sobre la lucha por la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental", manifestó el martes Cyril Ramaphosa tras recibir a Ghali.
Pero Bourita subrayó que "Marruecos seguirá defendiendo sus intereses y utilizando todos los medios a su alcance". En este contexto, el jefe de la diplomacia marroquí amenazó a Pretoria de sanciones económicas por su posicionamiento en el conflicto saharaui.
Marruecos que vive una grave crisis económica y social, y un endeudamiento severo, dice que podría aplicar sanciones económicas a Pretoria, el país líder de la economía en África y con el que Marruecos no mantiene ningunas relaciones económicas.
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