La inflación en Marruecos alcanzó un pico de 8,3% a finales de 2022, con un aumento del 15% en los precios de los alimentos.
Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ECS).- En el corazón del establecimiento político marroquí en sí, cada vez se escuchan más voces críticas. Denuncian los excesos y deficiencias del sistema, incluso si no se atreven a atacar abiertamente a la monarquía. Marruecos está atravesando una gran crisis política y económica. El rey está comenzando a convertirse en el foco de una crítica aguda, especialmente en las redes sociales, algo que era extremadamente raro en el pasado.
Marruecos se encuentra en medio de una situación confusa que afecta a todas las categorías sociales (...). Ante un clima político insostenible, el régimen y sus afiliados persisten obstinadamente en presentar a Marruecos como un remanso de paz y estabilidad política en la región.
Los comerciantes han expuesto sus productos en los puestos del zoco en Derb Ghallef, un distrito popular de Casablanca, pero los clientes tardan en llegar. Mina Brima, de 50 años, se pasea entre los puestos y los carritos de verduras, con la cesta vacía. “Todo se ha puesto demasiado caro, lamenta esta vecina del barrio en declaraciones al diario francés Le Monde. Tomates, patatas, huevos… ¡de todo! Si esto continúa, ¡será hambre!", agrega.
Lo que preocupa a Mina es el aumento de los precios en las últimas semanas en Marruecos que la ha obligado a un severo racionamiento. Ya no come carne, restringe sus cozidos a unos cuantos trozos de patata, cuando sus comidas no se limitan, cada vez más, a pan y té. Unos callejones más allá, Jamila, de 45 años y tres bocas que alimentar, sale del zoco con una bolsa de harina en la mano: "Eso es para hacerme el pan", dice. Para las verduras, volveré esta noche".
“Antes los clientes compraban por kilo. Ahora se van con tres tomates, dos cebollas…”, lamenta, también en Le Monde, Hamza Akharchaf. Hamza reconoce que "los precios, en estos momentos, son la cúspide". “No tengo nada por debajo de los cinco dirhams”, explica. La misma observación de Taoufik, el carnicero del callejón vecino, cuyas piezas de carne que cuelga de los ganchos de su escaparate están cerca de los 100 dirhams por kilo: "¡ En treinta y seis años de trabajo, nunca había conocido precios de tres dígitos! Como resultado, también vende tres veces menos.
Llamamiento a la movilización
Según el Alto Comisionado de Planificación de Marruecos (HCP), la inflación alcanzó un pico de 8,3% a fines de 2022, con un aumento del 15% en los precios de los alimentos. En un país donde el nivel de pobreza y las desigualdades sociales han seguido empeorando desde la crisis sanitaria, este repunte de los precios, en un contexto de aumento de los precios de las materias primas sumado a una grave sequía, cristaliza las tensiones.
El domingo 19 de febrero se organizaron manifestaciones en varias ciudades del reino, ante la convocatoria de la Confederación Democrática del Trabajo (CDT), una de las tres federaciones sindicales más representativas.
A pesar de la prohibición de manifestaciones decretada por las autoridades -justificada por el estado de emergencia sanitaria aún vigente en Marruecos-, el sindicato ha mantenido su llamamiento a la movilización con el objetivo de "protestar contra la subida sin precedentes de los precios y denunciar la indiferencia del gobierno ante el recrudecimiento de la crisis social", explica Younès Firachine, miembro de la ejecutiva de la CDT, al considerar que las autoridades "no han tomado medidas concretas para preservar el poder adquisitivo de los marroquíes, que se derrumba constantemente".
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