La impresión es que las preocupaciones de los líderes pesaron más que las exigencias de los ciudadanos, en cualquier caso, su quehacer será minuciosamente seguido por el pueblo saharaui.
Por Sidi Maatala
ECS. Chahid Al Hafed. | En la primera lectura que nos deja la designación del nuevo gobierno saharaui de la Tercera Legislatura de Brahim Ghali queda claro que éste estará sometido a una gran presión y escrutinio público debido a las circunstancias excepcionales por las que atraviesa el pueblo saharaui y su causa, entre las cuales destaca la lucha por la liberación en el siglo XXI, una realidad que exigía un gobierno de guerra que dirija todos los esfuerzos y herramientas hacia ella en conjunción con una expansión diplomática.
Pese a que el lema del XVI Congreso fue el de intensificar la lucha armada y en el nuevo gobierno se han renovado ciertas certeras ministeriales estratégicas como la de Exteriores, intocable durante décadas, e Interior, un vistazo más de cerca revela que se trata de una mera 'rotación de sillas' entre los mismos líderes de la vieja guardia, y en otros casos una resucitación política de dirigentes cuestionados. Nada más lejos de la realidad, la Presidencia del gobierno, en un ejercicio de redistribución, aumentó en once sus asesores, el poder ejecutivo sigue encarnado en el Primer Ministro, que constituye la rama más poderosa de las autoridades saharauis, también se le ha agregado otro equipo de delegados. Defensa sigue siendo prerrogativa exclusiva de la Presidencia del gobierno así como el requisito militar de acceso a la Secretaría General del Frente POLISARIO. El Ministerio de Información también se mantiene intacto pese a las voces cada vez más extendidas pidiendo una política mediática para difundir la justa causa saharaui y enfrentar las intoxicaciones y manipulaciones marroquíes, queda por ver qué políticas adoptará a este respecto.
Otra cartera que deja muchas dudas, ya que es más propia y adecuada para políticas de posguerra y no en situación de conflicto armado, es la del Ministerio de Construcción y Reconstrucción de los Territorios Liberados, una zona de guerra abierta de la que el mismo gobierno evacuó a sus civiles en 2021. Si el pueblo saharaui se encuentra en lucha armada desde Noviembre de 2020, ¿qué sentido tiene un Ministerio para edificar los territorios liberados si el ocupante marroquí los ha hecho inhabitables con sus ataques aéreos? ¿No sería más práctico dedicar el presupuesto, recursos y personal al esfuerzo de guerra para atajar los ataques marroquíes? Las dudas y sombras en torno a este 'dispendio' de Ministerio se erigen más claramente en el horizonte cuando averiguamos que el enfoque de ese ministerio fue impulsado en 2020 por la Presidencia bajo recomendación del XV Congreso del Frente POLISARIO (2019), si bien la idea es magnífica, la ejecución en cambio es pésima, pues desde su puesta en marcha su desempeño es prácticamente nulo, solamente ha estrechado contactos con oenegés españolas sin materialización alguna sobre los territorios liberados. Con solo una actividad institucional realizada en tres años, es difícil defender la existencia y mantenimiento de este Ministerio, que supone un lastre teniendo en cuenta el decisivo momento de lucha por el que atraviesa la causa. Otro símil es el Ministerio de los Territorios Ocupados y la Diáspora que, siguiendo el principio de recortes, debería haberse integrado en la cartera de Exteriores teniendo en cuenta la naturaleza de sus funciones.
El nuevo gobierno saharaui, ¿un punto de inflexión para el Frente POLISARIO o para el conflicto saharaui?
En líneas generales el nuevo gobierno saharaui conserva sus rostros pese a que aún es reciente para evaluar su desempeño en estos próximos tres años. No obstante, dado que se trata de rescatados y reubicados dirigentes veteranos con una amplia trayectoria en el Frente POLISARIO, la experiencia nos reflejó mucho acerca de su incapacidad y resultados obtenidos a lo largo de las décadas.
El pueblo saharaui fue paciente y ejerció la máxima moderación y lealtad a su único y legítimo representante para salvaguardar sus derechos inalienables, demandó reformas integrales y estructurales sobre la base de la eficacia y eficiencia demostrada, concretamente sobre aquellos puestos de responsabilidad personificados con el paso del tiempo. Algunas de las reivindicaciones más sonadas del XVI Congreso fueron intensificar la lucha armada, el relevo generacional, la situación interna, el estancamientos, el despilfarro, la reducción de cargos, el ámbito diplomático y la información, depositando grandes expectativas en un gobierno a la altura del desafío actual.
La pregunta razonable y resultante de los recientes nombramientos del nuevo gobierno es si estos obedecen al interés nacional o blindan intereses en un notable contraste entre el lema del XVI Congreso y su práctica. La impresión es que las preocupaciones de los líderes pesaron más que las exigencias de los ciudadanos, en cualquier caso, su quehacer será minuciosamente seguido por el pueblo saharaui.
1 Comentarios
Personaje Sidi Maatala o como te llames, deja de estar criticando a nuestro presidente y su gobierno y deja de hablar por los saharauis. El congreso decide por los saharauis y a decidido. A ti lo que te pasa es que mucho escribías del corrupto y ladrón Oubi Buchraya y como sólo le votaron 300 personas en el congreso y ya ni pinta nada te dedicas a criticar. Deja de malmeter y no se como el confidencial saharaui te permite que estés hablando tanta basura. Por eso este diario está perdiendo más electores que Brahim Gali apoyos.
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