Madrid, 19 Julio de 2019. -(ECSaharau)
Por Lehbib Abdelhay/ ECS.
Nuevos detalles sobre la relación entre el CNI y el imán del 17-A. La primera intención de los servicios secretos españoles era colocar Se Satty en Barcelona como confidente, pero controlarlo directamente desde el cuartel general de Madrid, según publica este jueves el diario Público.
Finalmente, habría que colocarlo en un lugar en la demarcación de Girona a partir de donde debía infiltrarse en las redes del terrorismo islamista europeas. Fue entonces cuando surgió el puesto vacante en el oratorio de Ripoll y el delegado del CNI en la zona de Girona (de mucho menor rango que el de Barcelona) aceptó ceder el control de la operación. Para introducirse en Ripoll, Se Satty fue descubierto por la comunidad islámica como un destacado confidente del CNI en Girona.
A continuación, se hicieron desaparecer los antecedentes que lo vinculaban con el yihadismo islamista de los archivos policiales por si la comunidad islámica local solicitaba una revisión de sus antecedentes. Por eso, cuando los Mossos buscan información sobre su pasado en las bases de datos un año después, no aparecía nada.
El CNI esconde todo a los Mossos
La situación era grave. Mientras Se Satty actuaba como imán en Ripoll (predicando doctrina salafista para radicalizar los jóvenes de la población), también estaba manteniendo estrechas relaciones con el yihadismo en Europa. El CNI lo sabía, pero no advirtió a los Mossos en ningún momento. Ni siquiera cuando los jóvenes hacían búsquedas a través de sus móviles (en teoría, intervenidos) sobre posibles objetivos donde atentar en Barcelona.
Por si aún quedaban dudas, los vínculos del imán con el atentado se acaban de confirmar con detalles como este: cuando se le requisó el móvil de Younes Abouyaaqoub, tras abatirlo, tenía numerosas llamadas del mismo hombre que había avalado Se Satty para acceder a la mezquita de Ripoll años antes.
Por Lehbib Abdelhay/ ECS.
Nuevos detalles sobre la relación entre el CNI y el imán del 17-A. La primera intención de los servicios secretos españoles era colocar Se Satty en Barcelona como confidente, pero controlarlo directamente desde el cuartel general de Madrid, según publica este jueves el diario Público.
Finalmente, habría que colocarlo en un lugar en la demarcación de Girona a partir de donde debía infiltrarse en las redes del terrorismo islamista europeas. Fue entonces cuando surgió el puesto vacante en el oratorio de Ripoll y el delegado del CNI en la zona de Girona (de mucho menor rango que el de Barcelona) aceptó ceder el control de la operación. Para introducirse en Ripoll, Se Satty fue descubierto por la comunidad islámica como un destacado confidente del CNI en Girona.
A continuación, se hicieron desaparecer los antecedentes que lo vinculaban con el yihadismo islamista de los archivos policiales por si la comunidad islámica local solicitaba una revisión de sus antecedentes. Por eso, cuando los Mossos buscan información sobre su pasado en las bases de datos un año después, no aparecía nada.
El CNI esconde todo a los Mossos
La situación era grave. Mientras Se Satty actuaba como imán en Ripoll (predicando doctrina salafista para radicalizar los jóvenes de la población), también estaba manteniendo estrechas relaciones con el yihadismo en Europa. El CNI lo sabía, pero no advirtió a los Mossos en ningún momento. Ni siquiera cuando los jóvenes hacían búsquedas a través de sus móviles (en teoría, intervenidos) sobre posibles objetivos donde atentar en Barcelona.
Por si aún quedaban dudas, los vínculos del imán con el atentado se acaban de confirmar con detalles como este: cuando se le requisó el móvil de Younes Abouyaaqoub, tras abatirlo, tenía numerosas llamadas del mismo hombre que había avalado Se Satty para acceder a la mezquita de Ripoll años antes.