Marruecos decepcionado con EE.UU por su actitud sobre el tema saharaui en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ryad Hamadi.

ECS/TSA | El pasado miércoles 21 de abril, Estados Unidos no logró que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptara una declaración sobre el Sáhara Occidental. Para Marruecos, esto es una gran decepción, viéndolo como el comienzo de un revés para la administración estadounidense en relación con la política del expresidente Donald Trump sobre este tema.

Sin embargo, no había nada revolucionario en el texto. Esta es una declaración conjunta que pedía "evitar una escalada" en el conflicto del Sáhara Occidental, exigía a las partes a que mantengan una actitud "constructiva" con la misión de la MINURSO y acelerar el proceso de nombramiento de un nuevo enviado de la ONU "con el fin de relanzar cuanto antes un proceso político bloqueado". Pero India, China y países africanos dijeron que el texto podría "malinterpretarse y volverse contraproducente".

Una reciente declaración del jefe de la administración penitenciaria marroquí, ex jeque que identificó el proceso del referéndum, sugería que Marruecos esperaba que la principal potencia mundial defendiera por sus intereses en el Consejo de Seguridad.

El papel jugado por los Estados Unidos en las negociaciones durante este encuentro "no estuvieron a la altura, como se hubiera deseado lógica y legítimamente, sobre todo porque este gran país ha reconocido muy recientemente con mucho coraje y clarividencia el carácter marroquí del Sahara”, dijo Mohamed Salah Tamek, citado por el digital marroquí Le Desk. "Esperábamos que Estados Unidos tomara una posición mucho más comprometida y se adaptara mejor a las nuevas circunstancias", agregó.

Lo que Marruecos esperaba.

Durante la sesión de debate del Consejo de Seguridad, Michael Kingsley-Nyinah, Secretario General Adjunto interino de las Naciones Unidas para África, y Colin Stewart, Jefe de la MINURSO, respectivamente, presentaron informes en los que indicaban que “la situación en el Sáhara Occidental seguía siendo hostil y se estaba incumpliendo el acuerdo militar y de alto el fuego núm. 1 de 1991 firmado entre las partes interesadas."

También mencionaron "las dificultades y desafíos que enfrenta la misión para llevar a cabo sus tareas, incluida la recopilación y verificación de información sobre el terreno".

Según la prensa marroquí, al escuchar estos informes, ''Marruecos esperaba que la diplomacia estadounidense, a través de la voz de su embajadora en la ONU, Linda-Thomas Greenfield, sopesara su peso para aprobar una declaración conjunta que pusiera de relieve el belicismo desplegado por el Frente Polisario, en particular desde los hechos de El Guerguerat el pasado mes de noviembre", dijo el funcionario marroquí.

No es tanto la no adopción de la declaración conjunta lo que ha disgustado a Rabat, sino lo que anuncia la actitud de Estados Unidos como un cambio en la política de esta gran potencia sobre la cuestión del Sáhara Occidental.

Según el mencionado digital, en Marruecos no se agradeció especialmente que Estados Unidos no mencionara en ningún momento de sus declaraciones ni abordara el reconocimiento ilegal de la soberanía de Marruecos sobre el territorio saharaui, atribuido a finales de 2020 por Donald Trump.''

Más preocupante para los marroquíes es que varios diplomáticos explicaron que el Departamento de Estado justificó su actitud por el hecho de que "aún se estaba revisando su política en el expediente.''

Esto presagia, según ellos, que el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, está "decidido a volver en la práctica a la posición de equilibrio observada hasta entonces por Washington", prosiguió Le Desk. En Rabat, hay más temores que nunca de que el acuerdo trilateral firmado el pasado mes de noviembre con Estados Unidos e Israel no haya servido de nada.

A todo esto se le suma que el supuesto consulado estadounidense por el que las autoridades de ocupación marroquíes cedieron un edificio público en Dajla ocupada, no se ha abierto como anunciaron. En las últimas declaraciones de la Casa Blanca respecto al Sáhara Occidental, se ha dejado en el aire la declaración de Trump por la que reconocía unilateralmente la soberanía marroquí del territorio saharaui. Un gesto que hundió a Marruecos en un rechazo internacional que ni la propia Francia ha podido seguir, conformándose con abrir una delegación del partido gobernante (LREM) en la ciudad ocupada de Dajla.

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