Ahmed Zain.
ECS. Madrid. | Las aspiraciones nada ocultas del régimen marroquí para explotar el auge de las políticas climáticas para mantener su sangrienta ocupación del Sáhara Occidental guían gran parte de su agenda expansionista, una táctica que comenzó en el 2009 para capitalizar apoyos impulsando proyectos de energía verde con países europeos y los EE.UU en el Sáhara ocupado. Una vez desmontada y desgastada la amenaza del terrorismo, Marruecos pretende ahora implicar a la comunidad internacional para que prolongue su ilegal ocupación del Sáhara Occidental bajo el manto de las energías renovables.
Son ya varios los proyectos que han ejecutado tanto en Dajla como El Aaiún y Bojador, tanto parques eólicos como fotovoltaicos gracias a la colaboración de multinacionales como Siemens e Iberdrola. En este contexto, llega al gobierno marroquí un multimillonario propietario de Green Of Africa, que comparte con otro multimillonario banquero (Othman Benjelloun) y que juntos han impulsado un proyecto secreto de turbinas eólicas en la ciudad de Dajla ocupada en colaboración con la empresa holandesa Windvision, que se encargará de administrar los aerogeneradores para la construcción de un parque eólico de 200Mw. En las páginas webs corporativas de las empresas involucradas se ha ocultado toda la información relativa y solo se muestra un listado de los proyectos en Europa en el caso de Windvision, Green Of Africa no actualiza su web desde 2015.
Según señalan otras fuentes de Africa Inteligence, Aziz Akhannouch se embarcó en este atrevido proyecto momentos antes de ser elegido jefe de gobierno de Marruecos el pasado 10 de Septiembre. No obstante, la reciente decisión del Tribunal General de la UE que prohíbe a las empresas europeas explotar los recursos naturales del Sáhara Occidental por ser territorio distinto a Marruecos y no contar con el consentimiento del pueblo saharaui arrastran a la ilegalidad las ambiciones del presidente marroquí. El proyecto en sí corre riesgo y puede que incluso esté paralizado ya que la UE pidió dos meses tras anular el acuerdo UE-Marruecos con vistas a elaborar un nuevo acuerdo bilateral en el marco del derecho europeo que establezca una política de diferenciación respecto a las relaciones comerciales en el territorio del Sáhara Occidental.
Marruecos utiliza las renovables para consolidar su ocupación del Sáhara Occidental.
Según la ONG Western Sahara Resource Watch (WSRW), Marruecos utiliza las renovables para atraer inversores extranjeros con el fin de consolidar su ocupación del Sáhara Occidental. Según un informe de la organización, Rabat ha asignado en los últimos años enormes extensiones de terreno para proyectos solares en el territorio, a pesar de que el 90% de la energía en Marruecos se importa del extranjero.
En su informe denominado ‘Greenwashing occupation’, wsrw.org documenta cómo “los proyectos de energía renovable en el Sáhara Occidental mantienen una ocupación extranjera ilegal y prolongan el sufrimiento del pueblo saharaui”.
"El próximo mes de noviembre, los Gobiernos del mundo se reunirán en Glasgow para la cumbre climáticas de la COP26. Al mismo tiempo, Marruecos, la potencia ocupante del Sáhara Occidental, está erigiendo el mayor proyecto energético en tierras ocupadas hasta la fecha: otro paso adelante en su plan integral para construir una controvertida infraestructura en los territorios que ocupa ilegalmente.", dijo el informe de WSRW.
El 30 de septiembre de 2021, una nueva empresa, General Electric, anunció un acuerdo comercial para participar en esta controversia. La energía producida en los territorios ocupados aumenta la dependencia de Marruecos del territorio que ocupa. Como tal, los proyectos socavan fundamentalmente los esfuerzos de la ONU para encontrar una solución al conflicto del Sáhara Occidental. La energía es utilizada por industrias que saquean los recursos no renovables del territorio y brinda oportunidades de trabajo que atraen a más colonos de Marruecos.
Marruecos se califica a sí mismo internacionalmente como el mejor de la clase en energías renovables como parte de sus compromisos en virtud del Acuerdo de París. Los Estados, sin embargo, solo deben presentar los trabajos realizados en su propio territorio, no fuera de sus fronteras. El organismo de la ONU que registra y revisa los logros de los Estados Partes, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), afirma que no está en condiciones de evaluar el contenido de los envíos. El escándalo del conformismo por parte de la CMNUCC se ve agravado, por supuesto, por el hecho de que los proyectos energéticos de Marruecos solo pueden llevarse a cabo bajo la ocupación militar que los órganos centrales de la ONU han declarado ilegales.
Según el informe, ninguna de las empresas que participan en la industria de las energías renovables dentro del Sáhara Occidental, incluidas las más implicadas (la italiana Enel y la española Siemens Gamesa) han aclarado ni tan siquiera si han intentado obtener el consentimiento del pueblo del territorio.
En cambio, añade WSRW, las empresas se aferran a una supuesta "consulta" de "partes interesadas" o "población" local. Este es exactamente el mismo enfoque erróneo adoptado por la Comisión Europea en sus acuerdos comerciales y pesqueros con Marruecos. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó el 29 de septiembre de 2021 que dicho enfoque de la UE en el Sáhara Occidental es ilegal. El TJUE declaró explícitamente que el Frente Polisario es el representante del pueblo saharaui, que debe obtenerse su consentimiento y que una "consulta" de la "población" no puede sustituir el requisito legal del consentimiento saharaui.
WSRW exige la salida inmediata de todas esas empresas de energía del territorio ocupado, y pide a la CMNUCC y sus Estados Partes que cuestionen los informes climáticos sistemáticamente erróneos presentados por Marruecos.
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