Por Lehbib Abdelhay/ECS
Washington (ECS).- Según información recabada por este medio, las negociaciones sobre el Sáhara Occidental se retomarán solamente entre las dos partes implicadas en el conflicto y reconocidas por la ONU como contendientes; el Frente POLISARIO y el Reino de Marruecos. Según se desprende de los recientes movimientos diplomáticos en torno a la cuestión de descolonización del Sáhara Occidental, todo indica que tanto el grupo denominado "Grupo de Amigos del Sáhara Occidental" como la UA y la ONU, garantes del Plan de Arreglo firmado voluntariamente entre las partes en 1991, están presionando desde que se restalló el conflicto armado tras la violación marroquí del alto el fuego en El Guerguerat para que se retome el diálogo.
Estados Unidos como redactor de las resoluciones de la MINURSO (misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental), ha evadido en al menos tres ocasiones reafirmar o ratificar el infame tuit de Tump por el que otorgaba una supuesta soberanía marroquí sobre partes del Sáhara Occidental, dejando a EE.UU en una situación incómoda y rompiendo con los principios de neutralidad inherentes a la condición de redactor de la misiones de la MINURSO. El silencio de Francia es muy sintomático de la debacle marroquí, que continúa implantando hechos consumados en los territorios que ocupa de la antigua colonia española.
Marruecos incómodo por la no ratificación del "tuit" de Trump.
Las huidas hacia adelante son generalmente síntomas de una euforia artificial que se basa en ilusiones o en una fantasiosa sensación de poder. Es cierto que las ilusiones del Gran Marruecos que persigue la monarquía marroquí hicieron creer al rey Mohamed VI que la operación de Trump para ocultar el Sáhara Occidental iba a hacer realidad un viejo sueño. Realmente creía en su sueño, sobre todo porque la fábrica de mentiras funciona a toda velocidad y le hacía creer que iba a ganar la partida. Una fábrica que funciona con el combustible de periodistas ''contentadores reales'' vinculados a redes en las que se mezclan espías de medio pelo y pequeños marqueses que hacen lucrativos negocios con Marruecos.
El secretario de Estado, Anthony Blinken, acaba de dar un revés a las peticiones que le trasladó el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, durante una visita en Washington el pasado 23 de noviembre. Un auténtico revés para las ambiciones de Mohamed VI en plena crisis diplomática por el Sáhara Occidental en la que ha arrastrado a dos de sus socios europeos más importantes: España y Alemania. El pasado 10 de diciembre de 2020, Trump anunció mediante la red social de Twitter que había firmado un mandato mediante el cual reconocía la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia española del Sáhara Occidental. 11 meses después de esa “declaración”, Nasser Bourita acudía al Departamento de Estado americano para ahondar en ese reconocimiento y anunciar la construcción y apertura de un consulado estadounidense en la ciudad saharaui de Dajla, propuesta que no fue llevada a cabo por EEUU, según relevó El Confidencial.
Según la exclusiva del rotativo español, el Secretario de Estado respondió a su homólogo que EEUU sólo profundizará en dicho proyecto si Marruecos se sienta a negociar con el representante legítimo del pueblo saharaui, el Frente Polisario, ahora que el recién nombramiento de Staffan de Mistura como enviado especial de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (MINURSO) es una realidad. El jefe de la diplomacia norteamericana respondió con un rechazo rotundo a la petición marroquí de presionar a los países europeos y africanos para reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española conocida antes como la provincia nº 53. Ningún país europeo, ni siquiera su clásico aliado Francia, se ha animado a dar ese paso.
Tras acumular varios reveses diplomáticos, Rabat comenzó a librar una especie de crisis tensando las relaciones con su vecino del mediterráneo España y la potencia europea de Alemania, llegando incluso a permitir el paso hacia España de miles de inmigrantes menores para presionar al gobierno español en su posición respecto al Sáhara Occidental y su recibimiento de Brahim Ghali para ser atendido por las autoridades sanitarias españolas.
Otro obstáculo que sorprendió a Rabat el pasado 29 de septiembre fue la decisión del Tribunal General de la Unión Europea de anular los acuerdos de asociación y pesca con Marruecos ya que incluían regiones territoriales y aguas saharauis cuya población legítima no había dado su consentimiento ni obtiene beneficios de los mismos. Pero la ambigüedad estadounidense en su posición respecto a su relación con Marruecos no termina ahí, en la cumbre virtual de las democracias que se celebró los días 9 y 10 de diciembre, Marruecos fue rechazado para que participara tras la petición de Bourita a Blinken.
Marruecos ha hecho todo lo posible para hacer creer al mundo que el conflicto del Sáhara Occidental no existe, es artificial, una "creación" de Argelia, sin embargo, es el eje central de la política de trueque entre Marruecos e Israel, que ha introducido un elemento en la región que aumenta considerablemente la tensión con todos sus vecinos, especialmente Argelia. Mohamed VI cree que tiene un comodín con Israel cuando más bien servirá como peón de Israel para crear y promover disputas entre los Estados árabes, pero ciertamente no entre los pueblos, lo cual es más importante porque la vida de los poderes se cuenta por temporadas y la de los pueblos es eterna. Toda esta letanía de prácticas aberrantes han dejado al descubierto al reino marroquí que, no lo olvidemos, no cuenta con la misma protección y complicidad de la que goza Israel.
1 Comentarios
A ver. No creo que Marruecos conceda a no ser que esté colapsando, bien por derrota decisiva en el campo de batalla, bien por grave crisis interna. Más bien sospecho que sólo quieren ganar tiempo.
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