Seis denuncias por tortura presentadas contra Marruecos ante el Comité de la ONU contra la Tortura


Seis denuncias por tortura presentadas contra Marruecos ante el Comité de la ONU contra la Tortura en Ginebra, 12 años después de los acontecimientos de Gdeim Izik

ECSAHARAUI

Madrid (ECS).-
Doce años después del desmantelamiento violento del campamento de Gdeim Izik, continúa la búsqueda de justicia por los episodios de tortura a los presos saharauis. La coalición de abogados y ONG comprometidos en la lucha contra la impunidad por estos crímenes presentó 6 nuevas denuncias contra Marruecos ante el Comité contra la Tortura (CAT) de las Naciones Unidas en Ginebra en noviembre de 2022. Su primera exigencia sigue siendo la liberación de todos los presos saharauis condenados sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura.

El Aaiún, París y Nápoles: 8 de noviembre de 2022- Las letradas Francesca DORIA, Brigitte JEANNOT e Ingrid METTON, France WEYL y la FIDH, con el apoyo de la LPPS-Liga para la Protección de los Presos Políticos Saharauis en las cárceles marroquíes, presentan seis nuevas denuncias ante el Comité contra la Tortura (CAT) de las Naciones Unidas en Ginebra para seis defensores saharauis de derechos humanos miembros del "Grupo de presos políticos de Gdeim Izik".

Los seis demandantes, Mohamed El Bachir BOUTANGUIZA, Abdellahi LAKHFAOUNI, Sidi Ahmed LEMJIYED, Ahmed SBAI, Abdullahi TOUBALI y El Houssein ZAOUI, piden al Comité que investigue los malos tratos sufridos como consecuencia de sus detenciones, pero también durante su largo encarcelamiento.

Detenidos en condiciones inhumanas y degradantes desde hace 12 años, fueron condenados definitivamente por el Tribunal de Apelación de Rabat en 2017, sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura, a penas que oscilaban entre 20 años de prisión y cadena perpetua.

Estas condiciones de detención se han denunciado al Comité, ya que los autores sufren diariamente actos de tortura y tratos inhumanos y degradantes: violencia física y psicológica, reclusión en régimen de aislamiento, imposibilidad de reunirse con sus familias, denegación de acceso a la atención médica, denegación del derecho al traslado cerca de sus familias al Sáhara Occidental.

Marruecos debe respetar las decisiones del Comité contra la Tortura y liberar a los presos de Gdeim Izik, condenado en varias ocasiones por el Comité contra la Tortura, mientras Rabat se niega sistemáticamente a acatar las decisiones del Comité. A pesar de las amenazas y las represalias contra ellos y sus familias, y a pesar de las intimidaciones a sus partidarios - asociaciones y abogados vigilados con ayuda del software Pegasus- los demandantes, confiando en las Instituciones Internacionales, siguen informando a las Naciones Unidas de su situación inhumana.

La adhesión a las convenciones internacionales de protección de los derechos humanos no puede ser una simple operación de comunicación de Marruecos para blanquear su imagen a nivel internacional y debe ser seguida de efectos.

Todos los presos condenados sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura y detenidos arbitrariamente deben ser puestos en libertad y Marruecos debe garantizar su derecho a reparación.

Más de 12 años de tortura y encarcelamiento tras una reunión pacífica

En octubre de 2010, más de 20.000 civiles saharauis, hombres, mujeres y niños se habían reunido espontánea y pacíficamente cerca de El Aaiún, capital de los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, para denunciar la opresión social, económica y política marroquí. El campamento llamado «de la Libertad y de la Dignidad de Gdeim Izik» se establecía por un mes.

El 8 de noviembre de 2010, las fuerzas de seguridad marroquíes desmantelaron el
campamento con violencia y detuvieron a cientos de manifestantes pacíficos. En marzo de 2013, veinticinco activistas políticos y defensores de derechos humanos saharauis fueron juzgados y condenados definitivamente por el Tribunal Militar de las Fuerzas Armadas Reales a penas que oscilaban entre 20 años y cadena perpetua sobre la base de confesiones obtenidas bajo tortura. Hasta la fecha, 19 de ellos siguen encarcelados arbitrariamente.

En noviembre de 2016, el CAT condenó a Marruecos por haber torturado al señor Naâma ASFARI, portavoz del Campamento. Su esposa, la defensora de los derechos humanos, Claude MANGIN y él mismo siguen siendo víctimas de represalias que aparecen todos los años en el Informe del Secretario General de la ONU, el último de ellos publicado en octubre de 2022.

En 2022, el CAT volvió a condenar a Marruecos por los actos de tortura cometidos contra otros dos miembros del mismo grupo de Gdeim Izik.

Cabe recordar que en junio de 2022 se presentaron ante el CAT cuatro denuncias de autores saharauis, tres miembros del grupo “Gdeim Izik” y un miembro del grupo “El Ouali”.

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