
Por Mah Iahdih Nan - OPINIÓN
MADRID (ECS). - En el primer trimestre del año 2023 el Tribunal de Justicia de la Union Europea deberá pronunciarse sobre el recurso interpuesto contra la aplicación de la sentencia que prohibe a la Unión Europea firmar convenios comerciales con el Reino de Marruecos que incluyan el territorio del Sáhara Occidental, al ser este, siempre según la sentencia, un territorio distinto y separado del Reino de Marruecos y ser un territorio No Autónomo pendiente de una descolonización.
El Marocgate debe marcar el devenir del futuro de las sentencias del TJUE, los jueces del Tribunal, que siempre lo han tenido claro, ahora, después de lo que se ha conocido estos días con el descubrimiento de la trama de corrupción y de sobornos montada por Marruecos en el Europarlamento, para impedir la aplicación de dichas sentencias, lo que debe facilitar definitivamente la decisión de los jueces, hacia la aplicación y cumplimiento de las sentencias de los Tribunales Eurpeos.
El TJUE, tienen ahora mismo sobrada información y argumentos para decidir definitivamente la paralización del saqueo y robo de los recursos del Sáhara Occidental.
El Marocgate, debe constituir la reafirmación y la aplicación de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, sobre la explotación ilegal de los recursos naturales del Sáhara Occidental.
Aunque nadie con conocimientos minimos de jurisprudencia puede albergar dudas de que despues de tres sentencias del TJUE relativas a la ilegalidad de la explotación de los recursos del Sáhara Occidental por parte de Reino de Marruecos, dicha explotación es un acto ilegal. Todos los expertos en derecho internacional saben que lo que ocurre en el Sáhara Occidental es un acto de piratería del siglo XXI, en el que curiosamente participan países democráticos y donde impera la ley como es el caso de España y Francia.
Los recientes acontecimientos del Marocgate (Qatargate) confirman absolutamente la vigencia y el acierto de las tres sentencia del TJUE.
El Marocgate corrobora que la inaplicación y los reiterados recursos de apelación a estas sentencias son la muestra de la putrefacción que domina la cámara Europea, que se ha convertido en un nido de inmoralidad y corruptelas.
Jurídicamente las tres sentencias son irrefutables y los recursos interpuestos por España y Francia son simplemente argucias para ganar tiempo y seguir practicando la piratería y el robo de los recursos saharauis.
Contemplando el panorama con perspectiva, ahora podemos sin temor a equivocarnos afirmar que la trama Marocgate ha sido decisiva tanto en los recursos interpuestos, como en la no aplicación de las sentencias.
En muy pocos meses el TJUE se pronunciará de forma definitiva, dando con toda seguridad, una vez más la razón al pueblo saharaui. Ahora bien, la duda que queda, es cual será la actitud del corrupto y enviciado Parlamento Europeo ante la enésima sentencia de los tribunales a favor del pueblo saharaui? Acataran las sentencias?, o seguirán buscando tretas y triquiñuelas para saltarse la legalidad vigente.
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