Bloqueada en marzo en festival Arabofolies tras la presión de los patrocinadores marroquíes del Instituto del Mundo Árabe en París, la cantante Aziza Brahim regresa a la capital francesa para cantar el blues saharauis.
París, 20 abril de 2019. -(El Confidencial Saharaui).
Aziza Brahim/ agencias |
Por H. Mohamed
Aziza Brahim regresará a París para un concierto el próximo 26 de abril en Pan Piper. Para la cantante saharaui, que lleva en sus canciones el dolor y las esperanzas del pueblo saharaui, este regreso debe tener un sabor particular.
Aziza Brahim nació en el año 1976 en un campamento de refugiados en la frontera sureste del Sáhara Occidental con Argelia, donde decenas de miles de saharauis huyeron poco después de la partida de los españoles y la ocupación militar del Sáhara Occidental por parte del Reino de Marruecos.
1976 es también el año en que el Frente Polisario, el movimiento de liberación Nacional saharaui, proclama la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). El movimiento, apoyado por África, ahora controla solo una pequeña porción del territorio, y la mayoría de los saharauis continúan viviendo en campamentos de refugiados o en el exilio.
Aziza, tuvo la oportunidad de abandonar los campamentos a la edad de once años gracias a una subvención del gobierno cubano, y pudo ir a la escuela secundaria en la isla. Luego, a mediados de los años 90, regresó a los campamentos. Aquí es donde decide hacer la música su vida. Y poner su vida a la música. Pero su vida son los campamentos saharauis, la esperanza de un retorno y antes de eso, la de un referéndum de autodeterminación para su pueblo.
"Necesito contar estas historias", toda la música que produzco existe en contexto, es mi historia, la que he vivido y estas historias que necesito compartir. También es un grito de ayuda lanzado desde el desierto de la Hamada, y Abbar el Hamada ("a través de Hamada", el nombre de su último álbum NDLR)", dijo Aziza a Pan african.
La cantante, que vive en España desde el año 2000, viaja alrededor del mundo y canta la situación de un pueblo huérfano. No como un político apasionado, sino como alguien que conoce el sufrimiento y da testimonio real de la situación, desde el punto de vista humano. Sus tres álbumes, cantados en Hassaniya o en español, lanzan poderosos blues que se inspiran tanto en las fuentes malienses del género, como en la música andaluza del árabe o bereber del Sáhara. Su voz, impregnada de historia, transmite la nostalgia y la esperanza de una tierra que siempre se ha prometido, nunca (re) encontrada.
Aziza tenía que cantar en el Festival Arabofelie en París en marzo pasado, pero los organizadores y el Instituto del mundo árabe no quisieran responder sobre este asunto, la única explicación viable sigue siendo la de una presión de los patrocinadores marroquíes de la institución.
La cantante saharaui en declaraciones a RFI dijo: "Me sorprendió y sorprendió a mucha gente, porque hablamos de una institución pública francesa y hablamos de un país supuestamente es uno de los pilares de la democracia en Europa. Y me sorprendió que una institución de este calibre pudiera ceder a las presiones políticas extranjeras mientras el Instituto se ocupa de la programación cultural", lamenta Aziza.
La artista saharaui realizará un concierto el próximo 26 de abril en París.