> Francia brinda apoyo político y diplomático a la ofensiva del líder de la milicia Libia Khalifa Haftar en la capital.
Por Nasra Mah
Estas revelaciones, además de que se arriesgan a causar una grave crisis diplomática entre Túnez y París, revelan el juego problemático de Francia en la región. Al brindar apoyo político y diplomático a la ofensiva del líder de la milicia Libia Khalifa Haftar en la capital, Francia está claramente buscando el flashover y la total dislocación de este país que ya ha invadido en el año 2011, bajo el pretexto de la protección de Poblaciones civiles contra la "dictadura" del coronel Gadafi.
En un momento en que los países vecinos y el enviado del secretario general de la ONU, el libanés Ghassan Salamé, redoblaron sus esfuerzos para detener la loca aventura del autoproclamado mariscal Khalifa Haftar y solicitar el diálogo entre las dos partes del conflicto para reactivar el proceso de paz. París, con el apoyo de Riyadh y sus aliados árabes, alentó a su hombre lige a pasar a la ofensiva, en flagrante violación de los acuerdos de alto el fuego firmados en julio de 2017 en Lourdes, Francia y también resoluciones de la ONU sobre el tema.
En respuesta a estas revelaciones, el gobierno francés tuvo una respuesta poco convincente, afirmando que los detenidos por las autoridades tunecinas habían sido enviados a Libia para garantizar la seguridad del personal diplomático francés destinado en Trípoli. Aunque no les permitía cruzar ilegalmente las fronteras de dos países extranjeros.
Por Nasra Mah
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| © REUTERS / Zohra Bensemra |
Argel, 17 Abr 19. -(ECS). El ministro de Defensa tunecino, Abdelkrim Zoubeidi, anunció el martes que un intento de infiltrarse en dos grupos armados franceses ha sido frustrado en su país. Según él, estos dos grupos querían cruzar las fronteras terrestres y marítimas entre Túnez y Libia bajo cobertura diplomática. Trece franceses armados vinieron de Libia y llevaban pasaportes diplomáticos.
Estas revelaciones, además de que se arriesgan a causar una grave crisis diplomática entre Túnez y París, revelan el juego problemático de Francia en la región. Al brindar apoyo político y diplomático a la ofensiva del líder de la milicia Libia Khalifa Haftar en la capital, Francia está claramente buscando el flashover y la total dislocación de este país que ya ha invadido en el año 2011, bajo el pretexto de la protección de Poblaciones civiles contra la "dictadura" del coronel Gadafi.
En un momento en que los países vecinos y el enviado del secretario general de la ONU, el libanés Ghassan Salamé, redoblaron sus esfuerzos para detener la loca aventura del autoproclamado mariscal Khalifa Haftar y solicitar el diálogo entre las dos partes del conflicto para reactivar el proceso de paz. París, con el apoyo de Riyadh y sus aliados árabes, alentó a su hombre lige a pasar a la ofensiva, en flagrante violación de los acuerdos de alto el fuego firmados en julio de 2017 en Lourdes, Francia y también resoluciones de la ONU sobre el tema.
En respuesta a estas revelaciones, el gobierno francés tuvo una respuesta poco convincente, afirmando que los detenidos por las autoridades tunecinas habían sido enviados a Libia para garantizar la seguridad del personal diplomático francés destinado en Trípoli. Aunque no les permitía cruzar ilegalmente las fronteras de dos países extranjeros.
