El laberinto de los enviados especiales para resolver la cuestión del Sáhara Occidental.

Madrid, 28 Mayo de 2019. -( El Confidencial Saharaui)

Por Ali Allaoui/ECS |AGENCIAS|

Horst Köhler /agencias 


Después de la caída del muro de Berlín, la desintegración del imperio soviético y la agitación geopolítica resultante, pusieron fin al orden de Yalta. La vieja amenaza desapareció, pero al mismo tiempo, surgen nuevos peligros. En resumen, el fin del equilibrio bipolar, como resultado, el nuevo mundo se ha vuelto más "peligroso", más "impredecible" y más "irracional". En este ambiente nació el plan de paz de la ONU para resolver el conflicto en el Sáhara Occidental, y el cual desplegaba la misión de la MINURSO en el territorio para organizar un referéndum de autodeterminación.



Sin embargo, el objetivo principal de la MINURSO ha sido inmediatamente bloqueado por Marruecos. De hecho, desde la firma del alto el fuego el 6 de septiembre de 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario, desde el principio Marruecos quiere a toda costa inscribir a los colonos marroquíes en las listas electorales del organismo elegible, porque no confía en el voto de los saharauis que principalmente prefieren la independencia.

Para desbloquear esta situación, la ONU empleó por primera vez en 1998 la práctica de enviar sus emisarios para encontrar una solución de compromiso entre las dos partes. Para la tarea, la ONU nombró en 2017 su cuarto Enviado especial.

Horst Köhler tuvo el mérito de poner en marcha una nueva dinámica para encontrar una solución que respete la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental. Por lo tanto, ha reunido dos veces a las partes y a los países vecinos, Argelia y Mauritania, en la misma mesa de negociaciones en Ginebra.



A pesar de los avances alcanzadas después de seis años de bloqueo, Köhler se vio obligado a renunciar después de 20 meses en el cargo, las razones son múltiples pero, en nuestra opinión, las causas directas están representadas por el orden sistemático inherente a los actores en el conflicto, a saber, los dos beligerantes y el Grupo denominado "Amigos del Sáhara Occidental".

El Frente Polisario y Marruecos: dos posiciones muy diferentes.

Se puede considerar que desde el principio del conflicto, Marruecos y el Frente Polisario tienen dos puntos de vistas muy divergentes debido a la falta de comunicación, y al malentendido de cada parte sobre los objetivos reales de la otra parte, y la falta de buena voluntad principalmente por Marruecos.

Para Marruecos, la anexión del Sáhara Occidental es una opción estratégica irreversible y de esta manera fue apoyado por la diplomacia francesa para establecer cierta soberanía ficticia. Es en este sentido que debemos entender la intransigencia marroquí.

El objetivo de Marruecos se juega en la desnaturalización del conflicto, para cambiar la naturaleza del conflicto: de una cuestión de descolonización a una cuestión secesionista.

Köhler queria introducir un nuevo paradigma sugerido, que el futuro del Magreb se apoyaría en la cooperación económica entre todos los Estados, incluido el pueblo del Sáhara Occidental que vencería el conflicto político a largo plazo.

Sin embargo, las diferencias en la posición del grupo de amigos del Sáhara Occidental tuvieron un efecto directo en la misión principal de Köhler, quien se vio obligado a renunciar supuestamente por motivos de salud.

El problema del grupo de amigos del Sáhara Occidental.

La actual administración de los Estados Unidos ejerció una tremenda presión sobre el gobierno marroquí para que se involucrara nuevamente en el proceso de paz de las negociaciones, al obligar a S.C. a adoptar por solo seis meses el mandato de MINURSO en lugar de un año.

Sin embargo, el ex presidente alemán se enfrentó a las diferencias del peso del grupo denominado "Amigos del Sáhara Occidental" que tienen otra estrategia diferente. De hecho, el juego de interés entre EE.UU., Rusia, Francia, Reino Unido y España tiene un impacto directo en el futuro de cualquier solución en el Sáhara Occidental.

Es por esto que debemos entender que la posición de los actores directos se alimenta de la posición de los actores indirectos, teniendo en cuenta la falta de un sistema regulatorio, entonces no podemos hablar de un posible resultado.



En este caso, se cree que la cuestión de la descolonización del Sáhara occidental debe avanzar hacia la aplicación del Capítulo VII y no permanecer confinado en el Capítulo VI, a fin de imponer una solución definitiva que respete la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental como la salida más democrática.

¿Se puede imponer una solución?

A pesar de los cambios en el sistema internacional y regional, los dos beligerantes están lejos de tomar decisiones históricas en beneficio de todos los pueblos del Magreb.

Estos hallazgos llevan a la conclusión de que Marruecos y el Frente Polisario interpretan el Estatuto de las negociaciones como el "final del juego" y, por lo tanto, podemos decir que no podrán resolver sus diferencias.