Madrid, 24 mayo de 2019. -(El Confidencial Saharaui)
Por Lehbib Abdelhay/ECS. I Stuff
Un agricultor neozelandés pide a su gobierno y a las compañías de transporte marítimo de fósforo detener su actividad en el Sáhara Occidental.
"Los agricultores de Nueva Zelanda deben presionar a las cooperativas de fertilizantes para que actúen de manera ética y ponen fin a la importación de fosfato del territorio en disputa del Sáhara Occidental, dijo Neil Hamilton, un agricultor neozelandés de Otago del Norte.
El granjero de productos lácteos dijo que las multinacionales, Ravensdown y Ballance Agri-nutrien, quienes importan fosfatos por un valor aproximado de 30 millones de dólares al año, tienen el deber moral y ético de detener inmediatamente este comercio ilegal.
Marruecos invadió militarmente el Sáhara Occidental en 1975 cuando España se retiró como potencia administradora. La comunidad internacional considera el territorio como un territorio no autónomo bajo la autoridad administrativa legal de España, pero aún bajo la ocupación civil y militar marroquí. Aunque escasamente poblado y principalmente desértico, el Sáhara Occidental posee el 70 por ciento de las reservas de fosfatos del mundo, lo que proporciona a Marruecos los ingresos necesarios para continuar con su ocupación.
"Éticamente, esta situación es en realidad muy sencilla, y, por mi parte, me siento muy incómodo con las cooperativas de Nueva Zelanda que son las únicas compañías que quedan en el mundo involucradas en la compra de este recurso", lamentó Hamilton.
Hamilton conoció la historia del Sáhara Occidental por primera vez a través de su yerno Matthew Galloway, un profesor de diseño en la Escuela de Arte, Diseño y Arquitectura de Otago Polytechnic, Nueva Zelanda. En el año 2016, Galloway visitó los campamentos de refugiados saharauis, donde más de 160.000 refugiados malviven en tiendas de campaña o en casas improvisadas de adobe. Muchos han estado allí durante 43 años, esperando regresar a su tierra natal.
Hamilton dijo que los agricultores neozelandeses generalmente ignoraban esta situación, al igual que algunos directores de las cooperativas con las que había conversado.
"Las cooperativas tienen otras opciones que costarían más, pero se nos debe decir cuáles son las opciones. Es muy diferente ahora que Canadá y otros países se han retirado, y han detenido el ilegal comercio.
Las dos principales compañías de fertilizantes dicen que las importaciones desde el Sáhara Occidental son vitales para el bienestar económico en Nueva Zelanda, pero los opositores argumentan que brindan apoyo implícito para una anexión ilegal por parte de Marruecos.
En 2012 hubo 15 importadores en 13 países; hoy hay cuatro, una de ellas subsidiaria de la agencia estatal de Marruecos OCP.
Fuente I Stuff
Por Lehbib Abdelhay/ECS. I Stuff
Un agricultor neozelandés pide a su gobierno y a las compañías de transporte marítimo de fósforo detener su actividad en el Sáhara Occidental.
Campamentos Saharauis /I Stuff |
"Los agricultores de Nueva Zelanda deben presionar a las cooperativas de fertilizantes para que actúen de manera ética y ponen fin a la importación de fosfato del territorio en disputa del Sáhara Occidental, dijo Neil Hamilton, un agricultor neozelandés de Otago del Norte.
El granjero de productos lácteos dijo que las multinacionales, Ravensdown y Ballance Agri-nutrien, quienes importan fosfatos por un valor aproximado de 30 millones de dólares al año, tienen el deber moral y ético de detener inmediatamente este comercio ilegal.
Marruecos invadió militarmente el Sáhara Occidental en 1975 cuando España se retiró como potencia administradora. La comunidad internacional considera el territorio como un territorio no autónomo bajo la autoridad administrativa legal de España, pero aún bajo la ocupación civil y militar marroquí. Aunque escasamente poblado y principalmente desértico, el Sáhara Occidental posee el 70 por ciento de las reservas de fosfatos del mundo, lo que proporciona a Marruecos los ingresos necesarios para continuar con su ocupación.
"Éticamente, esta situación es en realidad muy sencilla, y, por mi parte, me siento muy incómodo con las cooperativas de Nueva Zelanda que son las únicas compañías que quedan en el mundo involucradas en la compra de este recurso", lamentó Hamilton.
Hamilton conoció la historia del Sáhara Occidental por primera vez a través de su yerno Matthew Galloway, un profesor de diseño en la Escuela de Arte, Diseño y Arquitectura de Otago Polytechnic, Nueva Zelanda. En el año 2016, Galloway visitó los campamentos de refugiados saharauis, donde más de 160.000 refugiados malviven en tiendas de campaña o en casas improvisadas de adobe. Muchos han estado allí durante 43 años, esperando regresar a su tierra natal.
Hamilton dijo que los agricultores neozelandeses generalmente ignoraban esta situación, al igual que algunos directores de las cooperativas con las que había conversado.
"Las cooperativas tienen otras opciones que costarían más, pero se nos debe decir cuáles son las opciones. Es muy diferente ahora que Canadá y otros países se han retirado, y han detenido el ilegal comercio.
Las dos principales compañías de fertilizantes dicen que las importaciones desde el Sáhara Occidental son vitales para el bienestar económico en Nueva Zelanda, pero los opositores argumentan que brindan apoyo implícito para una anexión ilegal por parte de Marruecos.
En 2012 hubo 15 importadores en 13 países; hoy hay cuatro, una de ellas subsidiaria de la agencia estatal de Marruecos OCP.
Fuente I Stuff