OPINIÓN
Opinión de Habib Selma Daha
Foto ilustrativa |
La reciente profileración de plataformas "feministas" saharauis no debiera sorprender a nadie, menos aún cuando el sostén político de nuestra causa en Occidente desde siempre ha sido el eje progresista. La diáspora saharaui ha incluido a sus reivindicaciones otras de conciencia, intrínsecas a los derechos fundamentales del hombre. Nada alarmante, más bien lo contrario.
El feminismo es una causa loable y digna que busca empoderar a la mujer frente a la permanente agresión del sistema patriarcal en el que vivimos. Es una necesidad insalvable implementar proyectos que promuevan e incentiven la autogestión de la mujer. Porque el chantaje y la coacción del patriarcado surge de la dependencia económica de la mujer. De eso debiéramos hablar a quienes nos preocupa la devenir de nuestra sociedad.
Lo alarmante es que parece ser que ahí han encontrado el cobijo algunas para promocionar su contracultura, su islamofobia más profunda. Bajo el el paraguas de esta causa vierten constantes calumnias jaleadas por occidentales que ignoran por completo el contexto de nuestra sociedad. Con un discurso sectario, irracional y carente de rigor intelectual tratan de armar un movimiento que su único objetivo es definir su concepto de feminismo y contraponerlo con el islam. El libertinaje que ellas llaman libertad.
Alguna vez comenté que su cometido era rentabilizar sus aspiración personales a costa de una causa tan digna como el feminismo. Es una conclusión subjetiva porque no encuentro otra razón para tanta infamia.
Cierto es, y para ser justos, que hay otra corriente de integrantes con no critican con la misma vehemencia las doctrinas del islam pero si reclaman cuestiones quiméricas en nuestro contexto socio-cultural. Iniciativas que no tienen la mínima opción de prosperar hoy día.
Y yo me pregunto, en qué ayudan, fiscalizando con el velo, a esa mujer divorciada o viuda que tiene que sacar a una familia adelante. En qué ayudan, hablando de micromachismos, a esa niña que se ve abocada a contraer un matrimonio temprano porque no tiene otra expectativa. En qué ayudan, hablando de banalidades, a esa mujer victima de los cánones de bella y que pone en riesgo su salud ingiriendo pastillas de dudosa proveniencia y atestada peligrosidad.
Es más que necesario proclamar el feminismo y empoderar a la mujer pero atendiendo a las necesidades, realidades y a nuestro contexto socio-cultural.
''Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el pensamiento de ECS."