● Análisis sobre un cambio en las relaciones políticas y comerciales
Madrid, 06 Julio de 2019. -(ECSaharaui)
Por H. Mohamed/ECS
La cumbre del G20 del fin de semana pasado ha arrojado luz sobre el funcionamiento de la economía mundial y gobernanza política. De los grandes conflictos mediáticos, tensiones geopolíticas y crisis financieras surgen preguntas que buscan revelar cuál es el problema e intentar relevar el trabajo de las diferentes instituciones y grandes corporaciones mundiales cuya misión multilateral choca con grandes problemas actuales que proliferan a la velocidad de la luz.
El encuentro en Osaka, donde según recoge El País, Vladimir Putin, concedió una entrevista al exitoso internacional británico Financial Times, donde critica arduamente la doctrina y práctica del neoliberalismo junto a su política imperial de socios y subyugados. El que fuera exespía de la KGB, destaca la extinción de valores tradicionales que defienden a millones de personas y hogares.
En el seno de varios conflictos internacionales (primavera árabe) y, desde la llegada al poder de Trump, el mandatario ruso ha conseguido forjar una imagen de liderazgo y entendimiento con el fin de establecer nuevas relaciones y políticas renovadas con Occidente.
De este modo, el jefe del Kremlin aseguró que el liberalismo, la ideología de las democracias occidentales durante décadas, está “obsoleto”, criticando de esta forma las políticas liberales y las imposiciones secretas y opacas del sistema financiero adoptadas por los líderes europeos más influyentes y haciendo hincapié en la necesidad de crear un programa para la política migratoria entre Europa y África, leal y consistente frente a los retos que plantea el siglo XXI, ya que constituye un silencio mediático del que son partícipes países como EE. UU., Alemania, Francia o España, teniendo a Marruecos como legítimo verdugo.
Esta gran crisis mundial cuya sociedad se mantiene en continuo descontento ha propiciado el impulso a la rebelión y manifestación, como medio de expresión frente a la injusticia, y con el objetivo de derrocar a sus líderes anticuados y fieles servidores a Occidente. Cabe recordar que los indicios y preliminares de la Primavera Árabe surgieron en la remota región de Gdeim Izik, cuando una manifestación pacífica de saharauis es saboteada, reducida y silenciada por el régimen alauita en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
La necesidad de diálogo que profesa Putin se hace necesaria y llamativa cuando, y según estudios de la BBC, vacíos de poder en diferentes países donde esta amenaza no importaba se está haciendo más evidente. Marruecos, vecino y amigo de España, país que cumple con la misión de expolio de recursos naturales saharauis y el "control" y paso de narcotráficos e inmigrantes tiene puesto el punto de mira en sus movimientos sociales, que amenzan la integridad de una corona que sirve a los intereses públicos de Occidente y EE. UU.
Según el mismo medio, esta monarquía lidera el barómetro árabe del deseo de su población de un cambio rápido y urgente en el país, donde la emigración hacia Europa ha crecido en estos últimos años.
Un descontento social que amenaza el mandato de Mohamed VI y su anexión al Sáhara Occidental, puede emerger en una gran revolución, ya que la tolerancia de Occidente a sus súbditos, puede verse frustrada frente a la necesidad de cambio y diálogo, que reconozca los intereses globales de todos.
Madrid, 06 Julio de 2019. -(ECSaharaui)
Por H. Mohamed/ECS
La foto viral de Putin que se puso a la cabeza en Internet |
La cumbre del G20 del fin de semana pasado ha arrojado luz sobre el funcionamiento de la economía mundial y gobernanza política. De los grandes conflictos mediáticos, tensiones geopolíticas y crisis financieras surgen preguntas que buscan revelar cuál es el problema e intentar relevar el trabajo de las diferentes instituciones y grandes corporaciones mundiales cuya misión multilateral choca con grandes problemas actuales que proliferan a la velocidad de la luz.
El encuentro en Osaka, donde según recoge El País, Vladimir Putin, concedió una entrevista al exitoso internacional británico Financial Times, donde critica arduamente la doctrina y práctica del neoliberalismo junto a su política imperial de socios y subyugados. El que fuera exespía de la KGB, destaca la extinción de valores tradicionales que defienden a millones de personas y hogares.
En el seno de varios conflictos internacionales (primavera árabe) y, desde la llegada al poder de Trump, el mandatario ruso ha conseguido forjar una imagen de liderazgo y entendimiento con el fin de establecer nuevas relaciones y políticas renovadas con Occidente.
De este modo, el jefe del Kremlin aseguró que el liberalismo, la ideología de las democracias occidentales durante décadas, está “obsoleto”, criticando de esta forma las políticas liberales y las imposiciones secretas y opacas del sistema financiero adoptadas por los líderes europeos más influyentes y haciendo hincapié en la necesidad de crear un programa para la política migratoria entre Europa y África, leal y consistente frente a los retos que plantea el siglo XXI, ya que constituye un silencio mediático del que son partícipes países como EE. UU., Alemania, Francia o España, teniendo a Marruecos como legítimo verdugo.
Esta gran crisis mundial cuya sociedad se mantiene en continuo descontento ha propiciado el impulso a la rebelión y manifestación, como medio de expresión frente a la injusticia, y con el objetivo de derrocar a sus líderes anticuados y fieles servidores a Occidente. Cabe recordar que los indicios y preliminares de la Primavera Árabe surgieron en la remota región de Gdeim Izik, cuando una manifestación pacífica de saharauis es saboteada, reducida y silenciada por el régimen alauita en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
La necesidad de diálogo que profesa Putin se hace necesaria y llamativa cuando, y según estudios de la BBC, vacíos de poder en diferentes países donde esta amenaza no importaba se está haciendo más evidente. Marruecos, vecino y amigo de España, país que cumple con la misión de expolio de recursos naturales saharauis y el "control" y paso de narcotráficos e inmigrantes tiene puesto el punto de mira en sus movimientos sociales, que amenzan la integridad de una corona que sirve a los intereses públicos de Occidente y EE. UU.
Según el mismo medio, esta monarquía lidera el barómetro árabe del deseo de su población de un cambio rápido y urgente en el país, donde la emigración hacia Europa ha crecido en estos últimos años.
Un descontento social que amenaza el mandato de Mohamed VI y su anexión al Sáhara Occidental, puede emerger en una gran revolución, ya que la tolerancia de Occidente a sus súbditos, puede verse frustrada frente a la necesidad de cambio y diálogo, que reconozca los intereses globales de todos.
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