Redacción Lehbib Ab delhay/ECS
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias/ECS |
La migración clandestina, no ha regresado por la falta de la vigilancia en el estrecho ni por el descontento social y la vida precaria del pueblo marroquí, sino por posibles pacto de izquierdas (UNIDAS PODEMOS - PSOE) que inquieta a Rabat. Un gobierno en la que Unidas Podemos posee la Vicepresidencia, inquieta a Marruecos por el tema del Sáhara Occidental.
Ha sido el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez el que ha situado el terrorismo (de Daesh) y la migración clandestina procedente de Marruecos en la agenda justo cuando se están negociando unos pactos de investidura que pueden influir en las decisiones de España respecto al tema del Sáhara Occidental y justo cuando los marroquíes están asediados por la Comunidad Internacional. Y no es la primera vez. El POSE, aliado incondicional del Palacio Real marroquí (El Majzén), vuelve a utilizar el terrorismo y la migración clandestina como arma política en sus momentos más débiles.
"Además de enfrentar el ascenso de Vox en la Cámara de Representantes con 52 escaños, Marruecos tendrá que tragar la entrada de Podemos -aliado pueblo del Sáhara Occidental- en el próximo gobierno de coalición de Pedro Sánchez".
El PSOE y Unidas Podemos gobernarán juntos España después de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hayan llegado a un preacuerdo menos de 48 horas después las elecciones del 10-N. Ambas formaciones integrarán un Ejecutivo de coalición con Iglesias como nuevo vicepresidente de España.
Un record. Cuarenta y ocho horas después del anuncio de los resultados de las elecciones generales, el PSOE y Unidas Podemos han firmado un "pacto para la formación de un gobierno de coalición" durante los próximos cuatro años, según recoge el comunicado conjunto lanzado por la dos fuerzas políticas del país.
La ceremonia del nuevo pre-acuerdo, que tuvo lugar en la sede de la Cámara de Representantes, fue sellado por un fuerte y caluroso abrazo entre los líderes de las dos formaciones de izquierdas. El acuerdo aún no garantiza a Pedro Sánchez una mayoría absoluta en el Parlamento, fijada en 176 escaños, sabiendo que la nueva coalición cuenta solo con 155 diputados (PSOE + Unidas Podemos).
Socialistas y morados suman, tras los comicios del 10-N, 155 escaños, diez menos que tras las generales del 28 de abril. Pero esa mayoría se completaría con los tres diputados de Más País y probablemente los siete del PNV. A partir de ahí, los dos socios tendrían que buscar votos a favor y abstenciones para conseguir la investidura.
Sánchez no querría depender de la abstención de las formaciones independentistas, pero puede que su acuerdo no tenga más vía para salir adelante que con ella.
Podemos pide aplicar las resoluciones de las Naciones Unidas para El referéndum en el Sáhara Occidental.
Los diputados de Unidas Podemos (UP) no tendrán problemas, tras este preacuerdo, en votar a favor la investidura de Pedro Sánchez, posiblemente en los próximos dos días.
Esto ya resuena como una victoria para la formación de Pablo Iglesias, sabiendo que el PSOE de Pedro Sánchez rechazó categóricamente, entre abril y septiembre, cualquier participación de Podemos en el Consejo de Ministros. El ascenso meteórico de Vox ha contribuido en gran medida a los socialistas a revisar su posición.
Esta coalición anunciada el pasado martes 12 de noviembre entre el PSOE y Podemos debería hacer rechinar los dientes en Rabat. Y por una buena razón, Pablo Iglesias y sus camaradas nunca han ocultado su apoyo al pueblo saharaui y su representante legítimo el Frente Polisario. También está preparando con la representación saharaui en Madrid un programa de acción para reactivar el movimiento solidario español.
Podemos continúa pidiendo al gobierno de España que apoye la extensión del mandato de la MINURSO para vigilar los derechos humanos en el Sáhara Occidental y denunciar la inclusión de las aguas y los productos del territorio en los acuerdos de pesca entre Rabat y Bruselas. Además del tema del Sáhara Occidental, Podemos está mostrando su apoyo al Hirak en la región de Rif, en particular a través de sus eurodiputados.
A partir de ahora, el Mjazén tendrá que enfrentar y la fuerte presencia de Vox en la Cámara de Representantes con 52 diputados, y la entrada de Podemos en el próximo gobierno de España.
Un record. Cuarenta y ocho horas después del anuncio de los resultados de las elecciones generales, el PSOE y Unidas Podemos han firmado un "pacto para la formación de un gobierno de coalición" durante los próximos cuatro años, según recoge el comunicado conjunto lanzado por la dos fuerzas políticas del país.
La ceremonia del nuevo pre-acuerdo, que tuvo lugar en la sede de la Cámara de Representantes, fue sellado por un fuerte y caluroso abrazo entre los líderes de las dos formaciones de izquierdas. El acuerdo aún no garantiza a Pedro Sánchez una mayoría absoluta en el Parlamento, fijada en 176 escaños, sabiendo que la nueva coalición cuenta solo con 155 diputados (PSOE + Unidas Podemos).
Socialistas y morados suman, tras los comicios del 10-N, 155 escaños, diez menos que tras las generales del 28 de abril. Pero esa mayoría se completaría con los tres diputados de Más País y probablemente los siete del PNV. A partir de ahí, los dos socios tendrían que buscar votos a favor y abstenciones para conseguir la investidura.
Sánchez no querría depender de la abstención de las formaciones independentistas, pero puede que su acuerdo no tenga más vía para salir adelante que con ella.
Podemos pide aplicar las resoluciones de las Naciones Unidas para El referéndum en el Sáhara Occidental.
Los diputados de Unidas Podemos (UP) no tendrán problemas, tras este preacuerdo, en votar a favor la investidura de Pedro Sánchez, posiblemente en los próximos dos días.
Esto ya resuena como una victoria para la formación de Pablo Iglesias, sabiendo que el PSOE de Pedro Sánchez rechazó categóricamente, entre abril y septiembre, cualquier participación de Podemos en el Consejo de Ministros. El ascenso meteórico de Vox ha contribuido en gran medida a los socialistas a revisar su posición.
Esta coalición anunciada el pasado martes 12 de noviembre entre el PSOE y Podemos debería hacer rechinar los dientes en Rabat. Y por una buena razón, Pablo Iglesias y sus camaradas nunca han ocultado su apoyo al pueblo saharaui y su representante legítimo el Frente Polisario. También está preparando con la representación saharaui en Madrid un programa de acción para reactivar el movimiento solidario español.
Podemos continúa pidiendo al gobierno de España que apoye la extensión del mandato de la MINURSO para vigilar los derechos humanos en el Sáhara Occidental y denunciar la inclusión de las aguas y los productos del territorio en los acuerdos de pesca entre Rabat y Bruselas. Además del tema del Sáhara Occidental, Podemos está mostrando su apoyo al Hirak en la región de Rif, en particular a través de sus eurodiputados.
A partir de ahora, el Mjazén tendrá que enfrentar y la fuerte presencia de Vox en la Cámara de Representantes con 52 diputados, y la entrada de Podemos en el próximo gobierno de España.
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