Madrid, 16 marzo de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por Kaos./ECS
El comunicado afirma que el rey renuncia a la ‘herencia personal’ procedente de su padre y elimina la asignación económica oficial al rey emérito. También señala que Felipe VI tenía conocimiento de su condición de beneficiario de una de las dos cuentas desde hace un año.
Después de salir a la luz la noticia de que Felipe VI consta como beneficiario de los tejemanejes corruptos de su padre, el rey emérito, la Casa Real ha hecho público un comunicado en el que borbón renuncia a la ‘herencia personal’ procedente de su padre y le retira la asignación pública de 194.232 euros.
La regia reacción lleva inevitablemente a pensar que las noticias son fundadas y que difícilmente el aparato de propaganda políticomedíático que le rodea podrá frenarlas.
Y es que el comunicado se ha difundido un día después de que el rey se haya visto envuelto en nuevas irregularidades financieras de su padre a través de dos cuentas ‘offshore’.
La primera de las cuentas, de nombre Lucum, habría sido la destinataria en 2008 de 100 millones de dólares (unos 65 millones de euros) que Arabia Saudí habría pagado al borbón padre por mediar en la contratación del AVE a la Meca. La segunda cuenta, de nombre Zagatka, era utilizada presuntamente por el primo del rey emérito, Álvaro de Orleans-Borbon, para pagar viajes al padre del actual monarca. Felipe VI aparece como beneficiario en ambas.
Sobre Zagatka, la Casa Real ha querido constar que Felipe VI desconocía hasta ahora su supuesta designación como beneficiario de dicha Fundación. El comunicado afirma:
«Su Majestad el Rey quiere que sea conocido públicamente que S.M. el Rey Don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona».
Sobre Lucum, la que albergaría los pagos desde la teocracia musulmana al rey emérito, el mismo comunicado apunta que Felipe VI tenía conocimiento de ser beneficiario desde, al menos, un año.
Según la cronología expuesta por la Casa Real, el Rey Felipe recibió una carta el 5 de marzo de 2019 de parte de una firma de abogados británica, Kobre&Kim, en la que se le informaba de su supuesta designación como beneficiario de la “Fundación Lucum”, desde el momento en el que se produjese el fallecimiento de su padre.
Semanas más tarde, el 21 de marzo, dice el comunicado, que el Rey respondía al citado despacho de abogados que «ni Su Majestad ni Su Casa tenían conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba, -por lo que carecía de toda justificación lícita su involucración en los mismos-, ni designaría representante legal para iniciar negociación alguna con el citado despacho de Abogados sobre los
hechos descritos».
Un mes de la primera comunicación entre el bufete y la Casa Real, el 12 de abril, Felipe VI compareció ante notario para manifestar que había mandado «una carta a su padre, el rey don Juan Carlos, a fin de que si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación».
Fuente: Agencias
Por Kaos./ECS
El comunicado afirma que el rey renuncia a la ‘herencia personal’ procedente de su padre y elimina la asignación económica oficial al rey emérito. También señala que Felipe VI tenía conocimiento de su condición de beneficiario de una de las dos cuentas desde hace un año.
Después de salir a la luz la noticia de que Felipe VI consta como beneficiario de los tejemanejes corruptos de su padre, el rey emérito, la Casa Real ha hecho público un comunicado en el que borbón renuncia a la ‘herencia personal’ procedente de su padre y le retira la asignación pública de 194.232 euros.
La regia reacción lleva inevitablemente a pensar que las noticias son fundadas y que difícilmente el aparato de propaganda políticomedíático que le rodea podrá frenarlas.
Y es que el comunicado se ha difundido un día después de que el rey se haya visto envuelto en nuevas irregularidades financieras de su padre a través de dos cuentas ‘offshore’.
La primera de las cuentas, de nombre Lucum, habría sido la destinataria en 2008 de 100 millones de dólares (unos 65 millones de euros) que Arabia Saudí habría pagado al borbón padre por mediar en la contratación del AVE a la Meca. La segunda cuenta, de nombre Zagatka, era utilizada presuntamente por el primo del rey emérito, Álvaro de Orleans-Borbon, para pagar viajes al padre del actual monarca. Felipe VI aparece como beneficiario en ambas.
Sobre Zagatka, la Casa Real ha querido constar que Felipe VI desconocía hasta ahora su supuesta designación como beneficiario de dicha Fundación. El comunicado afirma:
«Su Majestad el Rey quiere que sea conocido públicamente que S.M. el Rey Don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona».
Sobre Lucum, la que albergaría los pagos desde la teocracia musulmana al rey emérito, el mismo comunicado apunta que Felipe VI tenía conocimiento de ser beneficiario desde, al menos, un año.
Según la cronología expuesta por la Casa Real, el Rey Felipe recibió una carta el 5 de marzo de 2019 de parte de una firma de abogados británica, Kobre&Kim, en la que se le informaba de su supuesta designación como beneficiario de la “Fundación Lucum”, desde el momento en el que se produjese el fallecimiento de su padre.
Semanas más tarde, el 21 de marzo, dice el comunicado, que el Rey respondía al citado despacho de abogados que «ni Su Majestad ni Su Casa tenían conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba, -por lo que carecía de toda justificación lícita su involucración en los mismos-, ni designaría representante legal para iniciar negociación alguna con el citado despacho de Abogados sobre los
hechos descritos».
Un mes de la primera comunicación entre el bufete y la Casa Real, el 12 de abril, Felipe VI compareció ante notario para manifestar que había mandado «una carta a su padre, el rey don Juan Carlos, a fin de que si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación».
Fuente: Agencias
0 Comentarios