Madrid, 28 Abril de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por Hamudi Farayi/ECS
Hoy es el primer día de Ramadán, nuestro mes sagrado, es el mes donde tenemos que ayunar entre el amanecer y el atardecer, un mes de fe y obedecer a nuestro dios aunque en esta vez ramadán comenzaba en una situación no es demasiado grata.
Ya llevamos 33 días en confinamiento, seguimos sin registrar ningún caso de contagios pero las condiciones siguen siendo terribles: sufrimos una escasez de agua y tampoco la clima es favorable aunque hoy parece un día gris pero muy de soledad parece como si fuera un día de funeral, el silencio está llenando los calles de Esmara andaba libremente sin permiso de nadie, hoy levantaba como cualquier otro día con más ganas de vivir ya que es el optimismo es un armamientos contra el miedo de la pandemia.
Recordar mi padre y mis hermanas que viven lejos de mi es un tarea diaria, hoy lo hice con mas ansia, añoro aquellos días que reunimos en la comida de ramadán cuando empiezo soltar chistes y que reímos todos, aquellos momentos memorable que jamás vuelven, hoy también recordaba de Mijek mi tierra amada donde guardo los mejores recuerdos de mi vida.
La buen noticia que el mundo hoy está mejorando y ganar la batalla contra el bicho es cuestión de tiempo pero mientras no hay vacuna siempre hay que ser prudente ,todo es vencible nada es eterno menos la muerte y el virus su fin es mas cerco cada día ,es cuestión de esperanza y fe.
Por Hamudi Farayi/ECS
Hoy es el primer día de Ramadán, nuestro mes sagrado, es el mes donde tenemos que ayunar entre el amanecer y el atardecer, un mes de fe y obedecer a nuestro dios aunque en esta vez ramadán comenzaba en una situación no es demasiado grata.
Ya llevamos 33 días en confinamiento, seguimos sin registrar ningún caso de contagios pero las condiciones siguen siendo terribles: sufrimos una escasez de agua y tampoco la clima es favorable aunque hoy parece un día gris pero muy de soledad parece como si fuera un día de funeral, el silencio está llenando los calles de Esmara andaba libremente sin permiso de nadie, hoy levantaba como cualquier otro día con más ganas de vivir ya que es el optimismo es un armamientos contra el miedo de la pandemia.
Recordar mi padre y mis hermanas que viven lejos de mi es un tarea diaria, hoy lo hice con mas ansia, añoro aquellos días que reunimos en la comida de ramadán cuando empiezo soltar chistes y que reímos todos, aquellos momentos memorable que jamás vuelven, hoy también recordaba de Mijek mi tierra amada donde guardo los mejores recuerdos de mi vida.
La buen noticia que el mundo hoy está mejorando y ganar la batalla contra el bicho es cuestión de tiempo pero mientras no hay vacuna siempre hay que ser prudente ,todo es vencible nada es eterno menos la muerte y el virus su fin es mas cerco cada día ,es cuestión de esperanza y fe.
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