Bamako, 16 Mayo de 2020. -(ECSAHARAUI)
Redacción Lehbib Abdelhay /ECS
La coalición militar en Mali liderada por Francia continúa sin ningún avance sobre el terreno, centrada en frenar el avance del extremismo yihadista de los grupos que dominan la mitad del país. Durante los últimos meses, Al- Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM) y El Estado Islámico del Gran Sahara (ISGS) han practicado enfrentamientos bélicos más atroces, intentando instaurar un régimen de caos y que de la resina de cannabis procedente de Marruecos puede alimentarse.
Pero este no es el único cáncer de Mali. Incluso asumiendo las perspectivas más optimistas – que la coalición liderada por Francia intenta conseguir para derrocar a estos grupos armados y restaurar la paz en el país- Malí tiene arraigado un cáncer que se extiende hasta lo más profundo de su estructura social y política: el narcotráfico y la droga procedente de Marruecos por vía aérea y terrestre.
Desde el año 2010, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y la criminalidad ya considera a Mali el epicentro del tráfico internacional de estupefacientes procedentes de los cárteles de América Latina y Marruecos.
Por su parte la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) ya había anotado esta conclusión en su último informe anual de 2018: "Considerando que África Occidental y Central eran anteriormente las principales áreas de tránsito para el tráfico de cocaína, La subregión del norte de África representó el 69% de toda la cocaína incautada en el continente africano (...). Marruecos quien ha declarado las mayores incautaciones en la región"
El que fuera un ejemplo más políticamente estable del África Occidental se ha convertido en los últimos años en una peligrosa encrucijada de las drogas y el terrorismo. Un estudio de Carnegie detalla que el tráfico de drogas que desembarca en África suponía un 18% del tráfico mundial.
Hasta 2008, este país del Sahel resultaba prácticamente irrelevante para los traficantes, por su falta de litoral y la relativa fortaleza de sus instituciones. Los cargamentos de droga a gran escala se introducían en África por vía marítima fundamentalmente a través de Guinea Bissau, Guinea, y el Golfo de Benín; y de ahí se distribuía a Europa por distintas vías. Pero los acontecimientos desatados en estos países –el asesinato del presidente guineano, y el acorralamiento de varias tramas corruptas en África Occidental- situaron a Mali.
El terrorismo yihadista y la droga
No sólo la administración malienese está enfangada por el dinero de la droga, sino que en su trayectoria prácticamente todos los estamentos se ven involucrados de una u otra manera. Que la droga se ha convertido en uno de los principales motores económicos de la región ya no es ningún secreto.
Los grupos terroristas como Al Qaeda en el Magreb Islámico tienen en el tráfico de drogas una de sus principales fuentes de financiación, además de los fondos obtenidos para liberar a rehenes occidentales y otros negocios como el contrabando de cigarrillos o combustible. Estos grupos cobran a los narcotraficantes por permitir el paso de caravanas con droga por los territorios bajos su dominio, e incluso, actúan como sus protectores.
Pero con el florecimiento y revitalización de los grupos y facciones yihadista afin de DAESH y Al Qaeda en el país del Sahel, en los últimas semanas se ha iniciado otra batalla: la del control de la droga. La pugna de grupos rivales (ISGS y JNIM) por el acceso a las ganancias es otra de las claves de los actuales enfrentamientos sangrientos actuales.
Todos quieren su pedazo del pastel: desde las tribus autóctonas de Mali a los grupos terroristas africanos (Mamadou Koufa), pasando por las decenas de milicias que se han revitalizado durante los últimos años de vacío institucional en el país.
Del terrorismo a la droga
Se nos recuerda que Marruecos es el mayor productor mundial de resina de cannabis. El cannabis se ha convertido en una verdadera industria. A pesar de su prohibición, representa la principal fuente de ingresos para 90 a 140,000 familias. El precio promedio de un kilogramo de cannabis crudo se estima en 8 dólares.
Según el Departamento de Estado de los EE.UU., la producción total de cannabis en Marruecos para el año de cosecha 2015-2016 se estimó en 700 toneladas métricas, lo que podría representar hasta el 23% del PIB de Marruecos.
En 2017, el 80% del cannabis producido fue exportado. El canal de televisión británico BBC Arabic investigó recientemente el contrabando de cannabis entre Marruecos y los Países Bajos. Para los medios de comunicación, está claro que "los traficantes internacionales no pueden sacar de Marruecos grandes cantidades de drogas (mientras que las fronteras están bajo alta vigilancia) solo porque se benefician del apoyo de mandos de lo más alto nivel.
En 2019, se incautaron 2800 kg de cocaína pura en Marruecos. Y los expertos saben que el producto incautado suele ser muy pequeño en comparación con la cantidad de productos que pasa hacía Europa a través del país magrebí.
Redacción Lehbib Abdelhay /ECS
La coalición militar en Mali liderada por Francia continúa sin ningún avance sobre el terreno, centrada en frenar el avance del extremismo yihadista de los grupos que dominan la mitad del país. Durante los últimos meses, Al- Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM) y El Estado Islámico del Gran Sahara (ISGS) han practicado enfrentamientos bélicos más atroces, intentando instaurar un régimen de caos y que de la resina de cannabis procedente de Marruecos puede alimentarse.
Pero este no es el único cáncer de Mali. Incluso asumiendo las perspectivas más optimistas – que la coalición liderada por Francia intenta conseguir para derrocar a estos grupos armados y restaurar la paz en el país- Malí tiene arraigado un cáncer que se extiende hasta lo más profundo de su estructura social y política: el narcotráfico y la droga procedente de Marruecos por vía aérea y terrestre.
Desde el año 2010, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y la criminalidad ya considera a Mali el epicentro del tráfico internacional de estupefacientes procedentes de los cárteles de América Latina y Marruecos.
Por su parte la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) ya había anotado esta conclusión en su último informe anual de 2018: "Considerando que África Occidental y Central eran anteriormente las principales áreas de tránsito para el tráfico de cocaína, La subregión del norte de África representó el 69% de toda la cocaína incautada en el continente africano (...). Marruecos quien ha declarado las mayores incautaciones en la región"
El que fuera un ejemplo más políticamente estable del África Occidental se ha convertido en los últimos años en una peligrosa encrucijada de las drogas y el terrorismo. Un estudio de Carnegie detalla que el tráfico de drogas que desembarca en África suponía un 18% del tráfico mundial.
Hasta 2008, este país del Sahel resultaba prácticamente irrelevante para los traficantes, por su falta de litoral y la relativa fortaleza de sus instituciones. Los cargamentos de droga a gran escala se introducían en África por vía marítima fundamentalmente a través de Guinea Bissau, Guinea, y el Golfo de Benín; y de ahí se distribuía a Europa por distintas vías. Pero los acontecimientos desatados en estos países –el asesinato del presidente guineano, y el acorralamiento de varias tramas corruptas en África Occidental- situaron a Mali.
El terrorismo yihadista y la droga
No sólo la administración malienese está enfangada por el dinero de la droga, sino que en su trayectoria prácticamente todos los estamentos se ven involucrados de una u otra manera. Que la droga se ha convertido en uno de los principales motores económicos de la región ya no es ningún secreto.
Los grupos terroristas como Al Qaeda en el Magreb Islámico tienen en el tráfico de drogas una de sus principales fuentes de financiación, además de los fondos obtenidos para liberar a rehenes occidentales y otros negocios como el contrabando de cigarrillos o combustible. Estos grupos cobran a los narcotraficantes por permitir el paso de caravanas con droga por los territorios bajos su dominio, e incluso, actúan como sus protectores.
Pero con el florecimiento y revitalización de los grupos y facciones yihadista afin de DAESH y Al Qaeda en el país del Sahel, en los últimas semanas se ha iniciado otra batalla: la del control de la droga. La pugna de grupos rivales (ISGS y JNIM) por el acceso a las ganancias es otra de las claves de los actuales enfrentamientos sangrientos actuales.
Todos quieren su pedazo del pastel: desde las tribus autóctonas de Mali a los grupos terroristas africanos (Mamadou Koufa), pasando por las decenas de milicias que se han revitalizado durante los últimos años de vacío institucional en el país.
Del terrorismo a la droga
Se nos recuerda que Marruecos es el mayor productor mundial de resina de cannabis. El cannabis se ha convertido en una verdadera industria. A pesar de su prohibición, representa la principal fuente de ingresos para 90 a 140,000 familias. El precio promedio de un kilogramo de cannabis crudo se estima en 8 dólares.
Según el Departamento de Estado de los EE.UU., la producción total de cannabis en Marruecos para el año de cosecha 2015-2016 se estimó en 700 toneladas métricas, lo que podría representar hasta el 23% del PIB de Marruecos.
En 2017, el 80% del cannabis producido fue exportado. El canal de televisión británico BBC Arabic investigó recientemente el contrabando de cannabis entre Marruecos y los Países Bajos. Para los medios de comunicación, está claro que "los traficantes internacionales no pueden sacar de Marruecos grandes cantidades de drogas (mientras que las fronteras están bajo alta vigilancia) solo porque se benefician del apoyo de mandos de lo más alto nivel.
En 2019, se incautaron 2800 kg de cocaína pura en Marruecos. Y los expertos saben que el producto incautado suele ser muy pequeño en comparación con la cantidad de productos que pasa hacía Europa a través del país magrebí.
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