Madrid, 12 Junio de 2020. -(ECSAHARAUI)
Por Salem Mohamed / ECS
Las empresas de fertilizantes de Nueva Zelanda, que compran el fosfato “manchado de sangre” del Sahara Occidental, podrían enfrentarse a acciones legales, según informa el digital neozelandés Scoop.
Concretamente dos compañías (Ballance Agri-Nutrientes y Revensdown), que invierten unos 30 millones de dólares en la importación ilegal del fosfato procedente del territorio ocupado desde hace larga data, se han visto los últimos meses envueltas en una polémica por este motivo.
El representante del Frente Polisario en Australia y Nueva Zelanda, Kamal Fadel, afirma recientemente que se está estudiando emprender más acciones legales en contra de estas multinacionales.
Kamal alega que “no se trata de una simple amenaza sin fundamentos, ya que se apoya en una resolución judicial en Sudáfrica que impidió un envío de fosfato con destino a Nueva Zelanda en 2017”.
“Si se celebrase un juicio mañana mismo en contra de estas compañías, el Frente Polisario ganaría,” asegura el Representante del Movimiento de Liberación saharaui.
Ravensdown and Ballance Argi-Nutrients, que manufacturan el 98% de las fertilizantes vendidos en el país sureño, son dos de los principales de los compradores del fosfato saharaui, controlado por Marruecos, el país número uno en el mundo en la exportación de este mineral.
El Frente Polisario afirma que la importación de fosfato está manchada de sangre ya que legitima la opresión marroquí, provee armamento para controlar las fronteras, retrasa el proceso de paz y bloquea el camino hacia un Sahara Occidental soberano.
Además, alega que los colonos marroquíes, que ya triplican a la población autóctona saharaui en el territorio ocupado del Sahara Occidental, son los mayores beneficiarios de esta mina. Y responsabiliza al gobierno y el pueblo de Nueva Zelanda de este ilegal expolio.
Por otra parte, el presidente de Ballance Agri-Nutrientes, Mark Wynne, que ha visitado el Sáhara Occidental el pasado junio de 2018, confía en que las minas de fosfato cumplan con las leyes y regulaciones a nivel local, nacional e internacional, añadiendo que los beneficios revierten en la población local al 100%.
Por su parte, Vera Power, presidenta de la Asociación de Fertilizantes FANZ, financiada por las dos compañías implicadas en las importaciones ilegales del fosfato saharaui, alega que es un comercio legal y que no hay cabida a ninguna acción legal. Power, que se reunió anteriormente con el Frente Polisario, afirma que este fosfato (exraído del Sahara Occidental), debido a su calidad de adaptación de las condiciones de fabricación, es difícilmente reemplazable por otro tipo de fosfato.
Por Salem Mohamed / ECS
Las empresas de fertilizantes de Nueva Zelanda, que compran el fosfato “manchado de sangre” del Sahara Occidental, podrían enfrentarse a acciones legales, según informa el digital neozelandés Scoop.
Concretamente dos compañías (Ballance Agri-Nutrientes y Revensdown), que invierten unos 30 millones de dólares en la importación ilegal del fosfato procedente del territorio ocupado desde hace larga data, se han visto los últimos meses envueltas en una polémica por este motivo.
El representante del Frente Polisario en Australia y Nueva Zelanda, Kamal Fadel, afirma recientemente que se está estudiando emprender más acciones legales en contra de estas multinacionales.
Kamal alega que “no se trata de una simple amenaza sin fundamentos, ya que se apoya en una resolución judicial en Sudáfrica que impidió un envío de fosfato con destino a Nueva Zelanda en 2017”.
“Si se celebrase un juicio mañana mismo en contra de estas compañías, el Frente Polisario ganaría,” asegura el Representante del Movimiento de Liberación saharaui.
Ravensdown and Ballance Argi-Nutrients, que manufacturan el 98% de las fertilizantes vendidos en el país sureño, son dos de los principales de los compradores del fosfato saharaui, controlado por Marruecos, el país número uno en el mundo en la exportación de este mineral.
El Frente Polisario afirma que la importación de fosfato está manchada de sangre ya que legitima la opresión marroquí, provee armamento para controlar las fronteras, retrasa el proceso de paz y bloquea el camino hacia un Sahara Occidental soberano.
Además, alega que los colonos marroquíes, que ya triplican a la población autóctona saharaui en el territorio ocupado del Sahara Occidental, son los mayores beneficiarios de esta mina. Y responsabiliza al gobierno y el pueblo de Nueva Zelanda de este ilegal expolio.
Por otra parte, el presidente de Ballance Agri-Nutrientes, Mark Wynne, que ha visitado el Sáhara Occidental el pasado junio de 2018, confía en que las minas de fosfato cumplan con las leyes y regulaciones a nivel local, nacional e internacional, añadiendo que los beneficios revierten en la población local al 100%.
Por su parte, Vera Power, presidenta de la Asociación de Fertilizantes FANZ, financiada por las dos compañías implicadas en las importaciones ilegales del fosfato saharaui, alega que es un comercio legal y que no hay cabida a ninguna acción legal. Power, que se reunió anteriormente con el Frente Polisario, afirma que este fosfato (exraído del Sahara Occidental), debido a su calidad de adaptación de las condiciones de fabricación, es difícilmente reemplazable por otro tipo de fosfato.
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