“Caso” Dina Bousselham | Detrás puede haber algún lobby pro marroquí “que ataca o al menos crea confusión, y que pretende atacar al gobierno de coalición y a la organización de Podemos”.
Madrid, 17 Julio de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por Salem Mohamed/ECS-Agencias
Está acaparando en estos días todas las portadas de los medios de comunicación uno de los asuntos más escabrosos y de mayor trascendencia de la actualidad conocido por el ‘Caso Dina’. No ya por el hecho de que la famosa tarjeta sometida a la destrucción del microondas contuviera fotos íntimas comprometedoras para la propia Dina o para Pablo Iglesias.
Sobre Bousselham corren rumores de que ha pertenecido al partido más cercano al rey de Marruecos, Mohamed VI, y que procede de una familia adinerada. Cuestiones que han sido desmetidas por la prensa española anteriormente. Pero, ¿es realmente una espía?.
Quizás nos encontráramos ante el ‘me too’ de la política española (cierto es que a Pablo Iglesias no se le conoce conquista amorosa alguna fuera de la esfera de sus subordinadas políticas), pero lo que parece estar desvelando el asunto Dina pudiera ir mucho más allá y afectar no solo a la esfera de la intimidad de los implicados sino a la soberanía nacional.
¿Es Dina espía? Especulaciones...
Según adelantó El Español en una columna informativa muy amplía, "el activismo de Dina Bousselham ha sido, desde siempre, conocido. En sus primeros tiempos de estudiante en la universidad de Ciencias Políticas asistió a algunos eventos de la Coordinación de Marroquíes por el Mundo, un lobby que defiende la territorialidad del Sáhara Occidental. Y en 2010, participó en dos actos de esa misma agrupación en Sevilla y Casablanca, junto a personas marroquíes asentadas en diferentes partes del mundo. Allí, defendió el Plan de Autonomía para el Sáhara Occidental, presentado por el Reino alauita en 2007, un colectivo completamente opuesto a las reivindicaciones del Frente Polisario, abrazadas posteriormente por ella", dijo El Español.
Por otra parte, según el coronel Diego Camacho, ex-agente del CNI español, ha señalado directamente a Dina Bousselham al afirmar que estuvo vinculada a los servicios de Inteligencia marroquíes y que ese es un vínculo que no puede desaparecer nunca. El general no presentó ninguna prueba sólida.
En el Frente Polisario, según El Español, también lo tienen claro: "No tenemos ninguna prueba ni sospecha de que trabaje para Marruecos". No obstante, Dina ha participado en actos de defensa de la causa saharaui y ha tenido un papel muy activo en ellos al lado de la exdelegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, como confirman las imágenes en diferentes actos en los últimos años.
El movimiento solidario con el pueblo saharaui es muy amplio y diverso, de todas las ideologías. Hay gente que puede desconfiar de Bousselham, “y personas que sospechen de ella por el mero hecho de tener nacionalidad marroquí”, explica Addulah Arabi, el representante del Frente Polisario en España. Y añade: “Nosotros evidentemente no pensamos así. Las personas pueden ser de Marruecos o nacionales y pueden estar al servicios de las pretensiones de Marruecos”.
Los saharauis creen que detrás puede estar algún lobby pro marroquí “que ataca o al menos crea confusión; y que pretende atacar el gobierno de coalición y a la organización de Podemos”.
Atribuyen cualquier opinión sobre Boussalhem a mensajes que circulan en los whatsApp, pero “podemos decir oficialmente y a los cuatro vientos que no tenemos ninguna prueba que acredite esas afirmaciones, que sea espía. No tenemos ninguna prueba, ni sospecha de que trabaje para Marruecos”, afirma desde Madrid el nuevo delegado del Frente Polisario, Abdulah Arabi, según siempre El Español.
Ya en 2015, cuando Pablo Iglesias se la llevó de asesora al Parlamento Europeo, ahí, según otra parte de la prensa española, fue relacionada con el entorno de los servicios marroquíes. Se ha señalado también –aunque no esté confirmado- a su padre como el hombre de dichos servicios en Tánger.
En 2013, en París, Dina se vinculó con el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), una formación de centroderecha marroquí fundada en 2007 por Fouad Ali el Himma, el gran amigo del rey de Marruecos.
¿Es Dina Bousselham una agente marroquí?
¿Es o fue acaso la “Matahari” del ahora vicepresidente Pablo Igleias?
¿Tiene algo que ver su relación con Iglesias con las siguientes cuestiones?
Allá por 2015, cuando Bousselham entró a formar parte de la Corte de Iglesias Turrión como consejera para asuntos políticos, el periodista Pedro Canales informó que Podemos enfriaba su tradicional posición sobre el Sáhara Occidental y que Pablo Iglesias había pasado, desde su proximidad a Dina, de defender ardorosamente al pueblo saharaui a abandonar al Polisario, alineándose con los intereses marroquíes en la cuestión saharaui.
Las quejas de los saharauis hacia Pablo Iglesias son desde entonces notables. Recordemos que España tiene la llave en Naciones Unidas sobre la cuestión del destino del Sáhara Occidental, y que para el reino de Marruecos la recuperación del Sáhara Occidental es una cuestión nacional de primera magnitud.
La más importante en términos políticos y estratégicos
Es un hecho que en febrero de este mismo año, con Iglesias de vicepresidente del Gobierno, España cerró su ventanilla consular en el Sahara Occidental, dejando a 12.000 saharauis que conservan la nacionalidad española sin inmediatez administrativa con España. Desde hace cuarenta años esa oficina, ubicada en un antiguo edificio del ejército español, autorizaba a emitir certificados administrativos a los saharauis con nacionalidad española y a sus descendientes.
Algunos vieron el cierre como una manifestación más del “abandono” de España de sus “responsabilidades históricas con el pueblo del Sáhara Occidental” y del “reconocimiento de la soberanía marroquí” sobre el territorio. El cierre es importante porque las oficinas del Aiún ahora sacrificadas eran el archivo de documentos de la población local durante la era colonial, en particular los resultados del censo de 1974, considerado por el Frente Polisario como la base para la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.
A finales de marzo de 2020, en plena crisis del Covid, con las fronteras hispano-marroquís cerradas y el silencio del gobierno español, Rabat publicó dos leyes de demarcación de sus aguas territoriales por las que el reino alauita ampliaba unilateralmente y a costa de España la zona económica exclusiva en 200 millas y la plataforma continental en 350 millas. Esta ampliación se apropió del monte Tropic, al sur de la isla del Hierro, la zona de la plataforma continental más codiciada por la cantidad de telurio y de metales raros.
Ante todos estos rumores NO CONFIRMADOS, el grupo de Unidas Podemos ha excluido hoy el "Caso Dina" de la Comisión de investigación que ha registrado en el Congreso de los Diputados junto a ERC, PNV, Bildu y otras formaciones políticas sobre «espionaje a líderes políticos e instituciones». Entre los partidos firmantes no está el PSOE, socio de los morados en el Gobierno bipartito.
Para la formación política no hay nada que indagar sobre los motivos por los que Pablo Iglesias retuvo durante meses la tarjeta SD de su ex asesora Dina Bousselham. Tampoco sobre la presunta connivencia entre los letrados de Podemos y el fiscal Ignacio Stampa en esta pieza de la Operación Tándem a la que apuntan los chat internos del antiguo equipo jurídico de los morados publicados en prensa.
A la joven marroquí le persigue una leyenda espía al más puro estilo ‘Casablanca’ tras una década en la política española a pesar de tener tan solo 29 años ... Habrá más información.
Madrid, 17 Julio de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por Salem Mohamed/ECS-Agencias
Está acaparando en estos días todas las portadas de los medios de comunicación uno de los asuntos más escabrosos y de mayor trascendencia de la actualidad conocido por el ‘Caso Dina’. No ya por el hecho de que la famosa tarjeta sometida a la destrucción del microondas contuviera fotos íntimas comprometedoras para la propia Dina o para Pablo Iglesias.
Sobre Bousselham corren rumores de que ha pertenecido al partido más cercano al rey de Marruecos, Mohamed VI, y que procede de una familia adinerada. Cuestiones que han sido desmetidas por la prensa española anteriormente. Pero, ¿es realmente una espía?.
Quizás nos encontráramos ante el ‘me too’ de la política española (cierto es que a Pablo Iglesias no se le conoce conquista amorosa alguna fuera de la esfera de sus subordinadas políticas), pero lo que parece estar desvelando el asunto Dina pudiera ir mucho más allá y afectar no solo a la esfera de la intimidad de los implicados sino a la soberanía nacional.
¿Es Dina espía? Especulaciones...
Según adelantó El Español en una columna informativa muy amplía, "el activismo de Dina Bousselham ha sido, desde siempre, conocido. En sus primeros tiempos de estudiante en la universidad de Ciencias Políticas asistió a algunos eventos de la Coordinación de Marroquíes por el Mundo, un lobby que defiende la territorialidad del Sáhara Occidental. Y en 2010, participó en dos actos de esa misma agrupación en Sevilla y Casablanca, junto a personas marroquíes asentadas en diferentes partes del mundo. Allí, defendió el Plan de Autonomía para el Sáhara Occidental, presentado por el Reino alauita en 2007, un colectivo completamente opuesto a las reivindicaciones del Frente Polisario, abrazadas posteriormente por ella", dijo El Español.
Por otra parte, según el coronel Diego Camacho, ex-agente del CNI español, ha señalado directamente a Dina Bousselham al afirmar que estuvo vinculada a los servicios de Inteligencia marroquíes y que ese es un vínculo que no puede desaparecer nunca. El general no presentó ninguna prueba sólida.
En el Frente Polisario, según El Español, también lo tienen claro: "No tenemos ninguna prueba ni sospecha de que trabaje para Marruecos". No obstante, Dina ha participado en actos de defensa de la causa saharaui y ha tenido un papel muy activo en ellos al lado de la exdelegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, como confirman las imágenes en diferentes actos en los últimos años.
El movimiento solidario con el pueblo saharaui es muy amplio y diverso, de todas las ideologías. Hay gente que puede desconfiar de Bousselham, “y personas que sospechen de ella por el mero hecho de tener nacionalidad marroquí”, explica Addulah Arabi, el representante del Frente Polisario en España. Y añade: “Nosotros evidentemente no pensamos así. Las personas pueden ser de Marruecos o nacionales y pueden estar al servicios de las pretensiones de Marruecos”.
Los saharauis creen que detrás puede estar algún lobby pro marroquí “que ataca o al menos crea confusión; y que pretende atacar el gobierno de coalición y a la organización de Podemos”.
Atribuyen cualquier opinión sobre Boussalhem a mensajes que circulan en los whatsApp, pero “podemos decir oficialmente y a los cuatro vientos que no tenemos ninguna prueba que acredite esas afirmaciones, que sea espía. No tenemos ninguna prueba, ni sospecha de que trabaje para Marruecos”, afirma desde Madrid el nuevo delegado del Frente Polisario, Abdulah Arabi, según siempre El Español.
Ya en 2015, cuando Pablo Iglesias se la llevó de asesora al Parlamento Europeo, ahí, según otra parte de la prensa española, fue relacionada con el entorno de los servicios marroquíes. Se ha señalado también –aunque no esté confirmado- a su padre como el hombre de dichos servicios en Tánger.
En 2013, en París, Dina se vinculó con el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), una formación de centroderecha marroquí fundada en 2007 por Fouad Ali el Himma, el gran amigo del rey de Marruecos.
¿Es Dina Bousselham una agente marroquí?
¿Es o fue acaso la “Matahari” del ahora vicepresidente Pablo Igleias?
¿Tiene algo que ver su relación con Iglesias con las siguientes cuestiones?
Allá por 2015, cuando Bousselham entró a formar parte de la Corte de Iglesias Turrión como consejera para asuntos políticos, el periodista Pedro Canales informó que Podemos enfriaba su tradicional posición sobre el Sáhara Occidental y que Pablo Iglesias había pasado, desde su proximidad a Dina, de defender ardorosamente al pueblo saharaui a abandonar al Polisario, alineándose con los intereses marroquíes en la cuestión saharaui.
Las quejas de los saharauis hacia Pablo Iglesias son desde entonces notables. Recordemos que España tiene la llave en Naciones Unidas sobre la cuestión del destino del Sáhara Occidental, y que para el reino de Marruecos la recuperación del Sáhara Occidental es una cuestión nacional de primera magnitud.
La más importante en términos políticos y estratégicos
Es un hecho que en febrero de este mismo año, con Iglesias de vicepresidente del Gobierno, España cerró su ventanilla consular en el Sahara Occidental, dejando a 12.000 saharauis que conservan la nacionalidad española sin inmediatez administrativa con España. Desde hace cuarenta años esa oficina, ubicada en un antiguo edificio del ejército español, autorizaba a emitir certificados administrativos a los saharauis con nacionalidad española y a sus descendientes.
Algunos vieron el cierre como una manifestación más del “abandono” de España de sus “responsabilidades históricas con el pueblo del Sáhara Occidental” y del “reconocimiento de la soberanía marroquí” sobre el territorio. El cierre es importante porque las oficinas del Aiún ahora sacrificadas eran el archivo de documentos de la población local durante la era colonial, en particular los resultados del censo de 1974, considerado por el Frente Polisario como la base para la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.
A finales de marzo de 2020, en plena crisis del Covid, con las fronteras hispano-marroquís cerradas y el silencio del gobierno español, Rabat publicó dos leyes de demarcación de sus aguas territoriales por las que el reino alauita ampliaba unilateralmente y a costa de España la zona económica exclusiva en 200 millas y la plataforma continental en 350 millas. Esta ampliación se apropió del monte Tropic, al sur de la isla del Hierro, la zona de la plataforma continental más codiciada por la cantidad de telurio y de metales raros.
Ante todos estos rumores NO CONFIRMADOS, el grupo de Unidas Podemos ha excluido hoy el "Caso Dina" de la Comisión de investigación que ha registrado en el Congreso de los Diputados junto a ERC, PNV, Bildu y otras formaciones políticas sobre «espionaje a líderes políticos e instituciones». Entre los partidos firmantes no está el PSOE, socio de los morados en el Gobierno bipartito.
Para la formación política no hay nada que indagar sobre los motivos por los que Pablo Iglesias retuvo durante meses la tarjeta SD de su ex asesora Dina Bousselham. Tampoco sobre la presunta connivencia entre los letrados de Podemos y el fiscal Ignacio Stampa en esta pieza de la Operación Tándem a la que apuntan los chat internos del antiguo equipo jurídico de los morados publicados en prensa.
A la joven marroquí le persigue una leyenda espía al más puro estilo ‘Casablanca’ tras una década en la política española a pesar de tener tan solo 29 años ... Habrá más información.
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