Madrid, 28 Agosto de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por Salem Mohamed /ECS
El activista y periodista marroquí Abdel Halim Mrabt publicó recientemente una noticia inquietante sobre las cloacas en el Palacio Real de Marruecos. Según esa información, ampliamente compartida pero no confirmada, Mohamed VI, Rey de Marruecos, ha apartado del palacio real a su hermano, Rachid bin El Hassan, por intentar matar a su sobrino, el príncipe heredero El Hassan.
Por otra parte, según la prensa argelina, Mohamed VI está en coma y que el Palacio Real convocó una reunión de emergencia de un gabinete de crisis, según Ennahar Tv.
Mrabet también filtró otras noticias. Pues el hermano de Mohamed VI intentaba hacerse cargo con la gestión del Estado después de que la salud de su hermano, Mohamed VI, se deteriorara. El monarca se ha vuelto a operar en junio, pero por primera vez lo ha hecho en su propio país y no en París como en anteriores ocasiones.
En esta sequía informativa, lo que sí es evidente es que la monarquía alauí ya ha encontrado reemplazo desde hace tiempo: Lalla Hasna, la hermana menor de Mohamed VI, ejerce oficiosamente de primera dama y gestiona el país en ausencia de su hermano Mohamed VI. El monarca mantiene una relación muy estrecha con ella, al igual que con el resto de sus hermanos, que han hecho un frente común contra Lalla Salma.
No hay nada confirmado, pero los hechos siempre acaban imponiéndose a las palabras.
Las noticias sobre la enfermedad de Mohamed VI no es del todo una sorpresa para los ciudadanos de su país ni tampoco para el resto del mundo, pues desde antes de que comenzase la crisis por el coronavirus, el Rey, al contrario que otros jefes de Estado, no ha aparecido en público. Por ende, puede que su mala salud haya sido, en parte, la responsable de que se haya quedado tras los muros de su impresionante palacio de Rabat, escenario de su última intervención quirúrgica.
Un comunicado publicado el 15 de junio por la Casa Real anunció: “Su Majestad el Rey Mohamed VI, que Dios le glorifique y le proteja, presentó una reiteración del desorden del ritmo cardiaco, tipo aleteo auricular en corazón sano (…), los médicos preconizaron una ablación complementaria por radiofrecuencia. La intervención fue un éxito total (…)”, concluye el comunicado.
Al margen de sus arritmias, Mohamed VI tiene problemas respiratorios como salta a la vista cuando se ahoga un poco al subir escaleras ante las cámaras de televisión, como pasó en la cumbre del clima de París en 2015, o cuando pronuncia una alocucin, como pasó durante su discurso a finales de julio. El monarca con voz débil y quebrada pronunció un breve discurso a finales de julio por los 21 años de su reinando.
Por Salem Mohamed /ECS
Mohamed VI y su hermano Rachid/Agencias |
El activista y periodista marroquí Abdel Halim Mrabt publicó recientemente una noticia inquietante sobre las cloacas en el Palacio Real de Marruecos. Según esa información, ampliamente compartida pero no confirmada, Mohamed VI, Rey de Marruecos, ha apartado del palacio real a su hermano, Rachid bin El Hassan, por intentar matar a su sobrino, el príncipe heredero El Hassan.
Por otra parte, según la prensa argelina, Mohamed VI está en coma y que el Palacio Real convocó una reunión de emergencia de un gabinete de crisis, según Ennahar Tv.
Mrabet también filtró otras noticias. Pues el hermano de Mohamed VI intentaba hacerse cargo con la gestión del Estado después de que la salud de su hermano, Mohamed VI, se deteriorara. El monarca se ha vuelto a operar en junio, pero por primera vez lo ha hecho en su propio país y no en París como en anteriores ocasiones.
En esta sequía informativa, lo que sí es evidente es que la monarquía alauí ya ha encontrado reemplazo desde hace tiempo: Lalla Hasna, la hermana menor de Mohamed VI, ejerce oficiosamente de primera dama y gestiona el país en ausencia de su hermano Mohamed VI. El monarca mantiene una relación muy estrecha con ella, al igual que con el resto de sus hermanos, que han hecho un frente común contra Lalla Salma.
No hay nada confirmado, pero los hechos siempre acaban imponiéndose a las palabras.
Las noticias sobre la enfermedad de Mohamed VI no es del todo una sorpresa para los ciudadanos de su país ni tampoco para el resto del mundo, pues desde antes de que comenzase la crisis por el coronavirus, el Rey, al contrario que otros jefes de Estado, no ha aparecido en público. Por ende, puede que su mala salud haya sido, en parte, la responsable de que se haya quedado tras los muros de su impresionante palacio de Rabat, escenario de su última intervención quirúrgica.
Un comunicado publicado el 15 de junio por la Casa Real anunció: “Su Majestad el Rey Mohamed VI, que Dios le glorifique y le proteja, presentó una reiteración del desorden del ritmo cardiaco, tipo aleteo auricular en corazón sano (…), los médicos preconizaron una ablación complementaria por radiofrecuencia. La intervención fue un éxito total (…)”, concluye el comunicado.
Al margen de sus arritmias, Mohamed VI tiene problemas respiratorios como salta a la vista cuando se ahoga un poco al subir escaleras ante las cámaras de televisión, como pasó en la cumbre del clima de París en 2015, o cuando pronuncia una alocucin, como pasó durante su discurso a finales de julio. El monarca con voz débil y quebrada pronunció un breve discurso a finales de julio por los 21 años de su reinando.
En el mismo contexto, siempre conforme a medios de comunicación argelinos, se convocó, sin revelar quien la convocó, una reunión de la familia real en el Palacio en Rabat por el intento de asesinato de El Hassan. La reunión, según la misma fuente, reunió al asesor especial del rey Mohamed VI, Azoulay, el comandante del ejército Real, el presidente del gobierno y el director de la inteligencia, El Hamouchi.
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