Madrid, 08 Septiembre de 2020. - (ECSAHARAUI)
Por: Mah Iahdih Nan/EE
El Sahara es un territorio complicado, pues se encuentra dividido en dos partes, por el muro militar más largo del planeta. Pese a que se ha intentado numerosas veces de concluir el proceso de descolonización de la antigua colonia española, el proceso ha caído en un limbo de difícil salida por intereses extranjeros cruzados.
El 6 de setiembre se cumplirán 29 años de la entrada en vigor del Plan de arreglo del conflicto del Sahara Occidental, que consiste en la celebración de un Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, auspiciado por las Naciones Unidas y cuya finalidad es concluir el proceso de descolonización de la antigua colonia Española.
Previamente, a finales del año 1975, a raíz del abandono español, los Saharauis se vieron abocados a una guerra de 16 años contra Marruecos y Mauritania, países a los que España de forma ilegal y negligente entregó el territorio. Mauritania, el año 1979 se retiró de la parte que le tocó y firmó la paz con los Saharauis.
La Ocupación Marroquí, provocó a los Saharauis un calvario de incalculables dimensiones humanas; exilio, refugio, guerras, separaciones familiares, precariedad, violaciones gravísimas y sistemáticas de los derechos humanos que incluyen desapariciones, torturas, abusos, cárceles y falta de todo tipo de libertades; expresión, asociación, manifestación y de movimiento.
A pesar de la presencia en el territorio de una misión de paz de las Naciones Unidas (MINURSO), el Sahara, se encuentra dividido en dos partes, por el muro militar más largo del planeta, de 2720 km de longitud, construido por Marruecos y protegido por mas de cien mil soldados y según las organizaciones internacionales, alrededor de este muro hay sembradas entre 7 y 10 millones de minas antipersonas. Marruecos, ocupa militarmente alrededor del 73% del territorio y la RASD (Republica Árabe Saharaui Democrática), estado miembro fundador de la Unión Africana y reconocido por 84 países del mundo, esta instalado en el 27% restante del territorio.
Con el cese de las hostilidades el año 1991 y la llegada de los cascos azules, el pueblo Saharaui depositó su confianza en las Naciones Unidas. Desgraciadamente, casi 30 años después, este organismo responsable de la paz y la solución de los conflictos internacionales. Se ha mostrado incapaz e incompetente de solucionar un conflicto de manual, de la aplicación del derecho internacional. El Sahara es un territorio no autónomo y hay más de 100 resoluciones de la ONU que exigen la autodeterminación del pueblo Saharaui.
Los Saharauis, son victimas de la política de intereses; Francia miembro del consejo de Seguridad con derecho a veto, para proteger sus intereses en el norte de África, anteponiéndolos a la aplicación de la legalidad internacionales, es quien impide la aplicación del plan de paz acordado y firmado y por las dos partes, Marruecos y la RASD.
Marruecos, ubicado a las puertas de Europa, utiliza su posición para presionar a países influyentes, con asuntos tales como; la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, el terrorismo y la pesca en los caladeros Saharauis. Como resultados de esa coacción obtiene contrapartidas políticas, que hacen que estos países practiquen la política de la convivencia y tolerancia con la ocupación ilegal del Sahara y la violación sistemática de los derechos de los Saharauis y de las resoluciones internacionales.
Por: Mah Iahdih Nan/EE
El Sahara es un territorio complicado, pues se encuentra dividido en dos partes, por el muro militar más largo del planeta. Pese a que se ha intentado numerosas veces de concluir el proceso de descolonización de la antigua colonia española, el proceso ha caído en un limbo de difícil salida por intereses extranjeros cruzados.
El 6 de setiembre se cumplirán 29 años de la entrada en vigor del Plan de arreglo del conflicto del Sahara Occidental, que consiste en la celebración de un Referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, auspiciado por las Naciones Unidas y cuya finalidad es concluir el proceso de descolonización de la antigua colonia Española.
Previamente, a finales del año 1975, a raíz del abandono español, los Saharauis se vieron abocados a una guerra de 16 años contra Marruecos y Mauritania, países a los que España de forma ilegal y negligente entregó el territorio. Mauritania, el año 1979 se retiró de la parte que le tocó y firmó la paz con los Saharauis.
La Ocupación Marroquí, provocó a los Saharauis un calvario de incalculables dimensiones humanas; exilio, refugio, guerras, separaciones familiares, precariedad, violaciones gravísimas y sistemáticas de los derechos humanos que incluyen desapariciones, torturas, abusos, cárceles y falta de todo tipo de libertades; expresión, asociación, manifestación y de movimiento.
A pesar de la presencia en el territorio de una misión de paz de las Naciones Unidas (MINURSO), el Sahara, se encuentra dividido en dos partes, por el muro militar más largo del planeta, de 2720 km de longitud, construido por Marruecos y protegido por mas de cien mil soldados y según las organizaciones internacionales, alrededor de este muro hay sembradas entre 7 y 10 millones de minas antipersonas. Marruecos, ocupa militarmente alrededor del 73% del territorio y la RASD (Republica Árabe Saharaui Democrática), estado miembro fundador de la Unión Africana y reconocido por 84 países del mundo, esta instalado en el 27% restante del territorio.
Con el cese de las hostilidades el año 1991 y la llegada de los cascos azules, el pueblo Saharaui depositó su confianza en las Naciones Unidas. Desgraciadamente, casi 30 años después, este organismo responsable de la paz y la solución de los conflictos internacionales. Se ha mostrado incapaz e incompetente de solucionar un conflicto de manual, de la aplicación del derecho internacional. El Sahara es un territorio no autónomo y hay más de 100 resoluciones de la ONU que exigen la autodeterminación del pueblo Saharaui.
Los Saharauis, son victimas de la política de intereses; Francia miembro del consejo de Seguridad con derecho a veto, para proteger sus intereses en el norte de África, anteponiéndolos a la aplicación de la legalidad internacionales, es quien impide la aplicación del plan de paz acordado y firmado y por las dos partes, Marruecos y la RASD.
Marruecos, ubicado a las puertas de Europa, utiliza su posición para presionar a países influyentes, con asuntos tales como; la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, el terrorismo y la pesca en los caladeros Saharauis. Como resultados de esa coacción obtiene contrapartidas políticas, que hacen que estos países practiquen la política de la convivencia y tolerancia con la ocupación ilegal del Sahara y la violación sistemática de los derechos de los Saharauis y de las resoluciones internacionales.
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