Por Lehbib Abdelhay /ECS
Marruecos quiere terminar con la ambigüedad que rodea su adhesión a la organización continental de la UA. Su objetivo principal es desalojar a la República Saharaui del bloque africano.
Rabat ha convencido recientemente a otros tres nuevos países africanos a abrir consulados y representaciones diplomáticas en el Sáhara Occidental. Los países son Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau y Burkina Faso. Zambia, un país miembro de SADEC y reconoce a la República Saharaui, procederá mañana la inauguración de un nuevo consulado en el Aaiún. Ya son catorce "países amigos" con consulado en El Aaiún o Dajla.
Al acercarse la fecha de renovación del mandato de la Misión de la ONU para el Sahara Occidental (Minurso),el Frente Polisario y Marruecos protagonizan una escalada de enfrentamientos, generalmente retórica.
La inauguración de estos consulados, todos africanos, se realizó el pasado viernes en una ceremonia a la que asistió el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, y sus respectivos homólogos, Simeón Esono Angue de Guinea Ecuatorial, Suzi Carla Barbosa de Guinea Bisáu, y Alpha Barry de Burkina Faso, según detalló EFE.
Estas representaciones consulares se suman a las que fueron abiertas en la misma ciudad atlántica de Dajla los pasados enero y febrero: Gambia, Djibuti, Liberia, y Guinea Conakry.Además de los anteriores, otros países africanos también aliados de Marruecos (República Centroafricana, Santo Tomé y Príncipe, Islas Comoras, Gabón, Senegal y Costa de Marfil) abrieron sus respectivos consulados en El Aaiún, capital histórica del Sáhara Occidental.
Aparte de estos países africanos, ningún estado asiático, europeo o americano tiene una representación consular en el Sáhara Occidental hasta el momento.
Marruecos ha sido admitido el 31 de enero de 2017 como 55º Estado miembro de la Unión Africana tras 32 años fuera del bloque. En su momento (en julio de 2016) todo el mundo se enteró del cambio de estrategia marroquí.
El ingreso de Marruecos en la UA tiene, sin ninguna duda, un impacto en la cuestión del Sáhara Occidental. Pero ¿positivo o negativo? Habrá efectos positivos y efectos negativos, aunque es obvio que si Marruecos ha pedido entrar en la UA es porque ha considerado (acertada o equivocadamente) que para él ese ingreso es beneficioso.
Por la otra parte, el Ministro de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática, RASD, Mohamed Salem Uld Salek, ofreció en su momento (en noviembre de 2016) una rueda de prensa en Addis Abeba sobre la posible adhesión de Marruecos a la Unión Africana (UA), organismo del que no formó parte desde 1984 hasta 2017.
"No podemos aceptar a Marruecos mientras esté ocupando nuestro territorio. No podemos aceptar un país africano que ocupa el territorio de otro país africano", subrayó el titular de Asuntos Exteriores saharaui, Mohamed Salem Ould Salek. El canciller saharaui denunció la intransigencia marroquí contra la legitimidad internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Salek hizo un llamado “a los países africanos a adoptar una posición unida y firme ante la intransigencia marroquí para liberar el Sáhara Occidental del colonialismo”. Pero días después, concretamente, el 31 de enero de 2017, la Unión Africana admitió, sin complicaciones, a Marruecos como el 55º Estado miembro de la Unión Africana tras 32 años fuera de su bloque.
En contradicción de lo que había afirmado días atrás, Salek reivindica la entrada de Marruecos en la organización continental como "Una victoria sin precedentes para la diplomacia saharaui". Y dos años después, el principal abogado de Nigeria y abogado del Frente Polisario para África, Femi Falana, afirmó que la entrada de Marruecos es perjudicial para la causa saharaui, pidiendo a los africanos expulsar a Rabat de la organización por ocupar el Sáhara Occidental.
El Bloque de los miembros de la UA se dividió en dos partes; algunos apoyan a la RASD. Entre ellos los Estados con mayor Producto Interior Bruto de África; Sudáfrica, Nigeria, Kenia y Argelia. También Túnez, Egipto y Mauritania, han expresado su discreto apoyo a la República Saharaui. La segunda parte, según fuentes diplomáticas próximas a la Comisión Africana, 14 de los 54 países miembros de la UA apoyan la expulsión de la RASD. Entre ellos se encontraban Gabón, Libia, Sudán y varios del África Occidental, donde Francia ha ejercido desde siempre su mayor influencia.
Marruecos abandonó la Organización para la Unidad Africana (OUA), organización que más tarde sería reemplazada por la Unión Africana (UA), en rechazo a la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
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